¡Buenas a todos!
Mi compañero Cordo ya os ha contado aquí lo que fueron las Freak Wars y como las vivió él como visitante. En mi caso, y de manera más corta gracias a su trabajo previo, os voy a contar como fue mi experiencia como voluntario en el evento.
En mi caso yo me animé como voluntario por un amigo. Este es uno de los organizadores y me pidió que me metiera como voluntario para echar una mano. Yo nunca había ido a este evento, pero le dije que si podía le echaría una mano (spoiler: pude). Otros voluntarios eran familiares, parejas o amigos de los organizadores, e incluso una de las chicas con la que compartí turno se había apuntado al ver que necesitaban voluntarios en las redes sociales.
Me resultó imposible ir el viernes a montar el evento, pero debió ser un currazo bastante gordo. Yo comencé mi andadura el sábado a medio día. Algo digno de agradecer es que como voluntario, el día que fueras, bien mañana o bien de tarde, te daban la comida. Además nos ofrecieron toda el agua o refrescos que quisiéramos, que con el calor que hizo se agradeció también.
En mi caso mi primer puesto fue en la entrada principal controlando el aforo. Este se controlaba con una aplicación bastante intuitiva y a través de un sello para saber quien entraba nuevo y quien había salido y volvía a entrar. En general excepto por un señor que no quiso ser sellado, el resto no tuvo problemas e incluso alguno pedía que le pusiera los dos sellos para coleccionarlos. La verdad que todo el público fue amabilísimo y fue muy paciente cuando se nos acumulaba gente que entraba y salía. Me resultó muy curioso que había gente que preguntaba que era el evento y cuanto costaba entrar, por lo que me alegré bastante de ver que no solo atraíamos a gente del mundillo.
Mi segundo puesto fue en la puerta de control de coches afuera, por donde teníamos que explicar a la gente que no podía entrar con el coche al polideportivo aunque este seguía funcionando con normalidad para sus usuarios, lo que no a todo el mundo gustó, ya sabemos como son estas cosas. En ese caso era uno de los puestos mas aburridos, que se podía paliar un poco si estábamos por parejas y nos dábamos charla como fue mi caso. Tras esto volví a la puerta principal.
Como en el caso de la puerta había gente de sobra, decidí ir a acompañar a otro voluntario que estaba en las escaleras que accedían a las dos salas donde se dieron las charlas, haciendo guardia por si se necesitaba algo. Sin duda el tema de puestos no demasiado activos pero que era necesario cubrir fue lo más aburrido, pero intentamos hacerlo más entretenido cubriéndolos por parejas. Finalmente esa noche recogimos todo lo que quedaba fuera del pabellón, como la carpa donde se compraban los tickets o la zona infantil.
Al día siguiente fui por la mañana con mi grupo de juego habitual (un saludo a Rubén y Julio) a jugar el torneo de Frostgrave. Resultó que de ocho plazas solo se habían cubierto cinco, y de esas cinco solo acudimos nosotros tres a jugar, lo que hizo que fuera como cuando jugamos en casa. Aun así mereció la pena porque conocimos a unos majísimos gallegos que también le daban a Frost y al traductor del juego al español, Tiberio. Tanto HT como E-minis se portaron muy bien con los premios, con 75 euros para gastar en su stand o su web el primero y una caja de tripulación y el reglamento de Archipiélago Fantasma el segundo. Además Pablo el Marqués tuvo un detalle con todos los jugadores regalando muestras de sus tipos de césped.
Tras esto me incorporé como voluntario de nuevo. El domingo cerraron antes, a las 18, y sin duda fue una decisión acertada, pues había que desmontarlo todo. En parte fue divertido, pero también fue de lo más duro físicamente el tener que desmontarlo todo. Al final con el cachondeo entre voluntarios lo fuimos haciendo más o menos ameno. Cuando más o menos habíamos terminado los organizadores realizaron un sorteo con cosas que habían donado las empresas participantes entre los voluntarios, quitándose ellos de participar pese a que los animamos a ello. Todos conseguimos un regalo, cosa que se agradeció.
La verdad que como voluntario nos llevamos bastantes cosas: una bolsa del evento, la camiseta, la mini del evento, la comida de los dos días y el sorteo.
La miniatura del evento |
Peanas transparentes |
Peanas con relieve |
Caja de escenografía |
Bolsa del evento |
Otra caja de escenografía |
La miniatura que me tocó en el sorteo de voluntarios. Creo que va a ser el músico de unos caballeros bretonianos a pie |
La verdad que yo fui sin saber mucho del evento, simplemente porque me lo había pedido un amigo, pero no me arrepiento para nada. He conocido a gente genial a la que espero ver mucho más, he trabajado con la recompensa de ver como la gente te da las gracias por hacer posible un evento genial (aunque personalmente no fui de los que más curré) y además los organizadores nos lo han agradecido mil veces. La verdad es que yo personalmente tengo que agradecerles lo bien que nos trataron en todo momento y lo mucho que se preocuparon de nosotros.
Me alegro mucho de haber participado y os animo a todos a que intentéis participar como voluntarios el año que viene. Ha sido una experiencia genial y creo que ha sido interesantísimo a nivel de hobby, y, a nivel personal, ver como funciona por dentro un eventazo de estas características, y todo el trabajazo que tiene, prácticamente a lo largo de un año que se traduce en solo dos días frenéticos.
Espero que os haya gustado este pequeño artículo sobre mi experiencia en las Freak Wars. ¡Un saludo a todos!
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