Muy buenas estrategas. Os hago esperar entre entrega y entrega, pero todavía no hemos acabado con el 5º Torneo Internacional Corredores de Sombras. Ya vimos la primera ronda de Enric, tras conocer su trasfondo y lista, pero ahora toca tomar asiento y ver qué le pasó a sus chicas en la segunda...
¡Muy buenas de nuevo! Aquí el penúltimo artículo
sobre el 5o Torneo de Corredores de Sombras. En el anterior comenté la primera
partida, y en este, de manera más resumida, explicaré un poco que tal la
segunda. Este artículo va a ser algo más corto, puesto que, entre que va
pasando el tiempo, y que no tengo fotos del despliegue y demás, se me van olvidando
las cosas (movimientos concretos, etc). Así que no será lo guay que debería
ser, pero, como todo lo que sea ver ejércitos pintados y como se portan mola,
pues adelante:
Posando después de la partida para las fotos |
Partida 02 vs
Reinos Ogros
Aún medio atontado por la tunda de la primera
partida, pasé a la mesa 17 a por más guerra. En este escenario, el despliegue
se efectuaba en diagonal, a 45cm el uno del otro (en lugar de los 60cm
habituales), y el general, y 2 personajes/unidades con estandarte daban puntos
extra.
En esta ocasión me enfrenté a los ogros de
Jordán, que jugaba como “extra” de la organización dado que éramos impares. En
el último torneo sus ogros y los nigromantes de Víctor nos habían dado una
buena tunda a los lagartos de mi hermano y a mis goblins (de hecho no
sobrevivió ni un solo goblin). Ni siquiera pudieron huir por algún borde de la
mesa. Todos muertos o atrapados :O , ¡Así que merecían ser vengados! La parte
positiva es que, como llevo años jugando con ogros, me los conozco mejor que
los no muertos, así que sabía que esperar de ellos. La segunda parte positiva
es que Jordán solo llevaba un mago… así que podía respirar tranquilo sabiendo
que no aparecerían unidades nuevas cada turno por todos lados XD. Pero visto
eso… lo que más miedo me dio fue el escenario: glupss, ¿45cm de separación?
Estos se me comen rapidísimo XD
La horda ogra |
La lista de Jordán era algo así como:
-Déspota con maza ablandacarnes (arma a dos
manos que hace 1d3 heridas múltiples), y algún objeto defensivo mágico en
unidad de 3 comehombres (el resto de objetos defensivos no los recuerdo)
-Matón portaestandarte de batalla en unidad
de 3 tripasduras
-Matarife suelto (con 1 o 2 pergaminos, no lo
recuerdo de memoria)
-3 ogros toro
-20 gnoblars
-5 tigres
-2 x escupehierros
-3 Ogros en Dientemartirio
Consideraciones
Lo primero que vi de la lista me gustó:
Jordán había concentrado su poder de ataque en 3 unidades muy dañinas,
especialmente la del déspota en la unidad de 3 comehombres. Si hubiera llevado
un ejército de combate (caos, orcos, skavens, etc) yo lo hubiera pasado muy
mal… pero siendo mi ejército especialista en cazar unidades sueltas mientras
atonto al resto, esto me venía muy bien. Sobre todo teniendo solo un mago para
intentar dispersar mis hechizos.
El resto del ejército, por tanto, era pequeño,
y tenía pocos apoyos para evitar que le rodeara. Si no era cargado y derrotado
en los primeros turnos, podría rodearle a gusto (si todo salía bien).
Lo segundo que vi me hizo pasar mucho miedo:
2 escupehierros, cuyos cañonazos hacen 1d6 heridas múltiples, miraban a mi
Guardiana de los Secretos lascivamente… y no en el buen sentido. Tenía pocos
sitios donde cubrirme (por el despliegue en diagonal, y tras haber perdido la
tirada para elegir sitio, los elementos de escenografía me quedaban muy mal puestos
para cubrirme). Tenía que elegir entre desplegar a la Guardiana muy muy atrás
en un bosque alejado, y que se pasara los primeros turnos avanzando (y sin rango
para lanzar magia), o colocarla delante, sabiendo que gracias a la magia podía
aturdir a uno de ellos, y que tenían que ser mis objetivos principales. Contra
un ejército lento me habría quedado atrás… pero aquellos ogros tenían que ser
detenidos antes de que llegaran, y necesitaría que la Guardiana hiciera de las
suyas desde el primer turno. Así que me iba a arriesgar, esperando que los
tiros en diagonal que hacen difícil calibrar distancias, y la especial de 5+,
me diera una alegría.
Despliegue
Como extrañamente mi ejército de élite tenía
más unidades que mi rival pude “verlas venir”, desplegando furias y brujos
fuegoletal al principio, algo atrás, sin revelar nada realmente, dada su movilidad.
Después desplegué los guerreros elfos, también hacia atrás (no iba a dejar que
me cargara a lo loco), creando por fin una “unidad tangible” a la que mi rival
quisiera hacer frente, para que empezara a desplegar sus unidades potentes.
Al final, Jordán concentró su ejército en el
centro y en el flanco derecho, dejando el izquierdo más débil como contención
(una estrategia muy válida en ogros, donde al tener tan pocas unidades, pero
rápidas y contundentes se puede abandonar un flanco para potenciar el centro.
Si hacen una ruptura de centro, qué más da que yo esté intentando rodearle por
un flanco… si él estará detrás de mis líneas ya.
En el flanco izquierdo quedaron enfrentadas
(más o menos… que rabia no tener fotos para recordarlo del todo, y sobretodo
porque el área de despliegue es triangular), las furias, las diablillas
montadas, las Iniciadas, las sombras, y la Guardiana de los Secretos; contra
sus tigres, los ogros toros y un escupehierros.
En el centro, tirando hacia la derecha, solo
tenía los brujos fuegoletal, los bárbaros, y los guerreros elfos con la
hechicera, mientras él tenía a su superunidad del general con comehombres, el
matarife, unos gnoblars, y el otro escupehierros.
Y en el flanco derecho mis gélidos y el
lanzavirotes se enfrentaban a su otra unidad grande, del matón con tripasduras,
y los dientemartirio.
Viéndolo en perspectiva, de manera distinta,
ambos éramos dos ejércitos muy móviles y contundentes, y habíamos colocado
“todo el peso” en una mitad, dejando la otra medio abandonada. El primero que
consiguiera acabar con la mitad débil del adversario podría rodear al ejército
principal del otro y ganar la partida (Esto lo he pensado desde casa. En el
momento de la partida yo solo pensaba en los escupehierros amenazantes y en
cómo acabar con ellos, y en evitar que la superunidad del déspota me hiciera
picadillo).
¡Ah! Y en hechizos me salió bien la jugada.
Con la Guardiana me salieron el proyectil mágico, y los 3 hechizos “guays”
(Tormento Lujurioso, Deseos inalcanzables y Espasmos cautivadores) aunque esta
vez lanzar furia asesina no sería tan útil contra ogros, dado que aún los hace
más dañinos y elimina su punto débil: el pánico. Con la hechicera, aparte del
proyectil me salió tortura deleitable, con la que podría obligar a su general a
atacar a sus tropas, y en este ejército sí que era muy jugoso.
Nota de Cordo: Y con arma de heridas múltiples, ese general telita...
Primer turno ogro
Recé a Slaanesh y al panteón Druchii para
empezar primero, pero los Dioses no estaban por la labor, y Jordán empezó
lanzando todo hacia delante. Lo que más le preocupaba eran mis caballerías, ya
que los ogros a la carga son temibles, pero aguantan poco. En el flanco derecho
calculó que mis gélidos no tenían opción contra sus tripasduras, y en el
izquierdo, sabiendo que mis diablillas mueven 50, sacrificó sus tigres para que
al menos mis diablillas se alejaran del combate. El resto se acercó, demasiado
rápido para mi gusto.
En la fase de magia, normalmente los ogros
son engañosos. Aunque lleves poca, el poder lanzar cada hechizo con un solo
dado y poder lanzarlos todos, implica que, si no te tiembla la mano y sacas 3+ en tus tiradas, tu rival va a ir perdiendo dados de dispersión muy rápidamente
(lanzas un dado y sacas un 5-6 … tu rival ya tiene que gastarse 2 dados para
asegurar, etc). Pero en mi caso, Jordán tenía 4 dados y yo 6, así que pude
dispersar sin problemas (seguiría así el resto de fases de magia. En algún
momento que me vi apurado gasté el pergamino, pero no recuerdo el momento
concreto).
La de disparo fue más peliaguda. Con una
precisión brutal, ya que habíamos empezado en diagonal, con mi guardiana
retirada, Jordán tenía que triangular sus cañones sin las referencias
habituales (hemos empezado a 60, así que…), y uno de ellos estaba lejos y en un
ángulo difícil. “Ua, al igual acierta” Pensé. Se va a quedar corto… yo habría
dicho 20cm más por lo menos” ¡Pero clavó las dos estimaciones! ¡Pam! Directas
al centro de la peana de la Guardiana el primer disparo, y justo delante el
segundo. Menudo dominio de las distancias. Yo que soy capaz de no acertar ni
una pedrada del lanzapiedros XD. Mientras Jordán se reía como un ogro
Sueltafuegos tras hacer explotar a su gnoblar, yo tenía un sudor frío pensando
como demonios iba a aguantar la partida sin magia y con 600 pts menos….Pero
Slaanesh finalmente me debió oir, dado que en uno de los alcances sacó un 25, y
la bala se fue a Acapulco, y en la otra, que entró e hirió, en heridas
múltiples sacó un miserable 1. ¡Pffffiuuu! Había estado muy cerca. Tenía que
acabar con esos bichos como fuera.
Primer turno Elfos
Oscuros
No las tenía todas con los gélidos. Pensaba
que Jordán los desplegaría más hacia al centro para no dejar el centroizquierda
tan abandonado y me salió el tiro por la culata (aunque le quedó el flanco
izquierdo muy despoblado). Al ser despliegue en diagonal no tenía mucho espacio
para maniobrar o retirarme, así que cargué a lo loco a la unidad de tripasduras
a ver si había suerte y los debilitaba antes de que me masacraran. Lo usé
también como medida de chantaje. Me daban mucho miedo los escupehierros, y si
no los paraba rápido, me iban a dar la del pulpo. Si lanzaba tormento lujurioso
(furia asesina) a los caballeros podría hacer un estropicio de tripasduras, así
que Jordán tendría que intentar dispersarlo, y entonces era más probable que
los deseos inalcancables o los espasmos cautivadores entraran y que los
escupehierros no pudieran disparar.
La Guardiana tira hacia delante buscando acabar con esos cañones de las narices, sin importarle que los bárbaros vayan a morir por ella. |
En el flanco derecho, los guerreros se
retiraron (no habían venido a luchar, sino a proteger a su ama), y los bárbaros
hicieron como los tigres ogros: intentar marear al déspota y sus comehombres.
En el flanco izquierdo, las diablillas
cargaron a los tigres, y sacrifiqué a las furias poniéndolas delante de los
toros, y acercando las iniciadas para hacer una contracarga. La guardiana de
los Secretos se lanzó lo más rápido posible hasta el escupehierros.
En la fase de magia hice la jugada del
chantaje, empezando por lanzar tormento lujurioso a los gélidos con 2 dados,
pero Jordán decidió arriesgarse, y dejarlo pasar. Prefirió dispersar la Tortura
deleitable, para que el déspota (que hacía 1d3 heridas) no hiciera una
escabechina de ogros. Así que conseguí la furia asesina, y pude lanzar los dos
hechizos de “atontar escupehierros”. En uno de ellos gastó el pergamino, pero
el otro había quedado atontolado a merced de mi Guardiana, muajajaja. Los
Brujos Fuegoletal pudieron por fin lanzar un hechizo, pero creo que solo hice 3
impactos en 2d6 y solo conseguí herir a un comehombres.
En la fase de disparo, las sombras no
hicieron nada (las desplegué muy mal porque no había sitio donde dejarlas XD),
y el lanzavirotes hizo alguna herida suelta a los dientemartirio.
En combate, las diablillas hicieron huir a
los perretes y los persiguieron bien lejos, pero los gélidos, con sus 10
ataques de HA5 y F5, y 5 ataques de F4, que yo creía que destrozarían la unidad
tuvieron el síndrome de la lanza de papel y solo consiguieron hacer las 3
heridas a un ogro. En la réplica, dos gélidos murieron… pero igualmente gané el
combate por poco. Gracias al porta de batalla, se mantuvieron… pero ya no
tendría más la fuerza de la carga. El karma les había llegado.
Turno 2 ogro
El turno empezó con Jordan cargando a mis dos
“sacrificios”: las furias y los bárbaros, que aguantaron y pasaron el miedo. En
el centro reposicionó el escupehierros que no había quedado “atontado
lascivamente” para disparar a mi guardiana, y maniobró con los gnoblars y el
matarife en el centro, para ofrecer apoyos más adelante. En el flanco derecho,
avanzó con los dientemartirio, dejándolos posicionados para cargar al siguiente
turno al lanzavirotes o a los gélidos, si hacía falta.
Tras una fase de magia poco exitosa, vino la
esperada fase de disparo (y seguramente su última oportunidad de disparar a la
Guardiana), pero el cañón decidió sacar un 5 extra en distancia, quedarse a
pocos cm delante de la guardiana…y no rebotar. Ambos miramos la tirada con ojos
como platos… con pensamientos muy distintos por dentro.
En la fase de combate, en cambio, se quedó a
gusto: los dos cebos cayeron, al igual que los gélidos, que tras perder su
empuje fueron destrozados hasta el último de ellos.
Los toros están a punto de recibir muy fuerte... |
Turno 2 Elfo
Oscuro
Las furias habían estado útiles: gracias a
ellas pude cargar con las iniciadas a los toros (y recibiendo carga, no tenían
muchas opciones de supervivencia). La Guardiana cargó al Escupehierros
“atontado”, que falló el miedo y huyó, pero fue alcanzado y devorado. ¡Solo
quedaba uno!
Cargas aparte, las diablillas montadas se
hicieron un sprint para acercarse al otro Escupehierros y cargarlo el turno
siguiente, mientras los guerreros elfos siguieron retirándose, para que el
matón y los tripasduras tuvieran más difícil cargarles el próximo turno…
aunque, por si acaso, la hechicera se
largó abandonándolos a su suerte.
Lo mejor estaba por llegar. En la fase de
magia, Jordán volvió a priorizar el dispersar la Tortura Deleitable para que el
Déspota no masacrara a su unidad con el segundo pergamino (si lo tenía, que no
lo recuerdo. Sino, a dados), y debió fallar sus tiradas de dispersión, porque
el escupehierros quedó atontado, y pude lanzarle Deseos Inalcanzables a la
unidad del Déspota: el próximo turno, irían en busca del banquete perdido,
alejándose del combate.
En la fase de disparo, por fin el
lanzavirotes acabó con un dientemartirio… y Jordán falló el pánico, con lo que
dieron media vuelta y corrieron hacia donde habían empezado.
Y, como era de esperar, en la fase de combate
las Iniciadas y la Guardiana hicieron su trabajo, acabando con el
escupehierros.
Siguientes turnos…
La partida quedó decidida en ese momento: mi
flanco izquierdo había acabado su trabajo, y las tropas se acercaban a rodear a
los ogros, que habían quedado separados y poco podían hacer para evitar ser
rodeados (los comehombres perseguían gamusinos imaginarios, mientras el
escupehierros babeaba esperando ser cargado el siguiente turno. Los
dientemartirio se reagruparon, y “útiles”, solo quedaba el matón con los
tripasduras, que se dirigió hacia el centro para evitar que la guardiana les
sorprendiera por la retaguardia. El matarife y los gnoblars hicieron lo propio,
pero, sin coordinación, eran pocas unidades).
En mi turno, las diablillas cargaron al
escupehierros y lo destrozaron, mientras la Guardiana fue a por el matarife,
acabando con él también. Ni siquiera intenté cargar al flanco de los
comehombres con los guerreros, dado que estos son tozudos y podían darme una
desagradable sorpresa.
Cobardemente, preferí diezmarlos en la fase
de magia, donde Jordán, agotados ya los pergaminos, no podía detener todos mis
hechizos. Teniendo que dispersar la Tortura Deleitable sí o sí (5 ataques del
Déspota, impactando a 3+ e hiriendo a 2+ con F7, y heridas múltiples 1d3 ….
Podía reventar la unidad entera de comehombres), los Brujos Fuegoletal y los
proyectiles mágicos hicieron de las suyas, mientras dejaba atontada a la unidad
del matón. El lanzavirotes mató a otro dientemartirio, haciéndole volver a
fallar el pánico, y que huyera otra vez, esta vez fuera del tablero.
En su turno, intentó reagrupar tropas para
cargar al turno siguiente, pero finalmente, el matón y los tripasduras,
cargados por un flanco por las diablillas montadas y por el frente por la
Guardiana, sucumbieron… mientras el déspota y los comehombres caían entre
disparos y magia. En ese momento solo quedaban los gnoblars en pie y un par de
turnos aún por delante, así que ya no quedaba nada más por hacer: Jezzailado a
mi favor.
Conclusión:
Gracias gracias gracias al Dios de los dados
de rebote del cañón. Esa potra me dio la partida, porque sin la mala suerte en
los dados bipolares, seguramente la Guardiana habría caído el primer turno o el
segundo ante la excelente estimación de Jordán. Y, sin la magia de mi parte
para atontarle sus poderosas pero escasas unidades, el resultado habría sido
muy distinto. Una de esas victorias que te dejan un regusto amargo, porque
sabes que no has ganado por ser un buen general, sino por el “piedra papel
tijera” de las listas, donde la mía tenía ventaja sobre la suya en movilidad y
magia (y ante pocas unidades de muchos puntos) y pude ir “haciendo el sucio al
estilo druchii”… y por esos cañonazos erráticos. ¡Vigilad con esos cañones si
os los encontráis!
La parte buena de acabar la partida en el
turno 4 fue poder disfrutar de ver las distintas partidas con calma: los
hombres lagarto de mi hermano y los orcos salvajes de Emin dándose duro, los
Strigoi de Jordi (ver el informe de batalla de Machotez de Grimgor) pasándolas
canutas contra el mismísimo Mathy, e incluso un poco a Cordo y sus skavens
contra hombres lagarto. Ir como espectador a un torneo tiene que ser muy
interesante también.
Y hasta aquí el reporte de hoy. Siento que
haya tan pocas fotos… pero es que se me olvidó totalmente. (Las pocas que
aparecen son fotos de otras fuentes, recopiladas por whatsaap)
Gracias por la crónica. Muy interesante. Al contrario que la partida anterior, si no aseguraba el escenario el jugador ogro en 2 turnos lo tenía más difícil. La diosa fortuna es caprichosa.
ResponderEliminarNoooo, yo iba con goblins silvanos comandados por la gran shaman Gretaz Zumberg, los orcos salvajes se apuntaron a la fiesta para participar del festival 🐗😈, pero no tenian ni voz ni voto en la toma de decisiones ni podían entrar en la tienda de cuartel general http://www.leyendasenminiatura.com/2019/11/escalada-de-los-lectores-la-escalada-de_7.html?m=1
ResponderEliminar