Un poquito de historia...de los wargames (Parte 3)

Y aquí estamos una vez más, repasando el paso de la infancia a la adolescencia de los wargames, en esta serie que Peto nos anda dosificando, y en la que sin duda, trata de provocarme. Y eso sin hablar de peanas...

Buenos días a todos,

En la pasada entrada nos quedamos con la incógnita de qué empresa es Hasbro. Pues si habéis investigado un poco me imagino habréis acertado que Hasbro es un gigante estadounidense dedicado al comercio de juegos. Enhorabuena a los agraciados.

Pero, ¿qué hizo esta empresa?

Como resulta que Hasbro es una compañía dedicada a un público más generalista no editó ningún wargame “duro” pero sí que con el tiempo se hizo también con las patentes de un juego llamado Stratego que en un principio editó Jumbo y otro llamado Risk que fue comercializado por Parker. ¿Estos juegos os suenan de algo?

Nota de Cordo: ¡Los tengo!

Que sepáis que el Stratego es un juego que es más o menos una copia de otro chino. La persona que lo patentó fue una mujer parisina en 1908. Y el tablero es una cuadrícula de 10x10 que enfrenta a dos ejércitos de 40 fichas cada uno. Las fichas están ocultas para el contrincante y tienen un valor numérico del 1 al 10, a parte de otras especiales como la bandera. Como podréis imaginar la ficha de mayor valor numérico se come a las de menor valor y el objetivo del juego es conseguir la bandera del rival.

Como curiosidad os diré que el juego tiene mogollón de fans y se juega muchísimo por todo el mundo.

¿Qué decir del Risk? Pues lo primero es que probablemente sea el juego más conocido después del ajedrez, fue creado en 1950 por un director de cine francés (¿qué les pasará a estos amantes del queso y el vino con los wargames blanditos?) y como me imagino que sabréis se juega en un mapa diferente dependiendo de sus versiones y consta en conquistar las provincias de los contrincantes hasta conseguir el objetivo del juego, ya sea aniquilar a un ejército enemigo o tener ciertas regiones bajo tu control.

Nota de Cordo: ¿Cómo?¿Seguro?¿No va de cabrear a tus primos?¿O eso era el Monopoly?

Pero en 1971 hubo un punto de inflexión que poca gente conoce. Estamos hablando de un juego llamado Chainmail, un wargame medieval en el que se incluían 6 tipos de tropa: 3 de infantería, de los tipos ligera, media y pesada, y otros tres de caballería de los mismos tipos que las tropas de a pie. Se usaban varios dados de 6 caras, cuanto mejor fuera la tropa más dados se lanzaban y se usaba unas tablas para ver el resultado del combate. Tenía reglas de movimiento, de artillería, de moral, etc.

Pero este juego no quedó aquí ya que durante los años 70 hubo un  gran boom en la fantasía y empezaron a incluir en su sistema de juego dragones, magos, héroes superpoderosos y demás. Todo esto basándose en los mundos de El Señor de los Anillos, Conan, Elric… No hay que decir que la gente alucinó con esto y el juego llegó a tener hasta 3 ediciones, cada cual mejor que la anterior. Vieron que el tema fantasía tenía tanto tirón que llegaron a editar un juego de combate de fantasía llamado Dungeons & Dragons que evolucionó a los juegos de rol. Y no voy a explayarme con este tema, pero me parece super curioso.

Y es en esta época cuando surge una de las revoluciones más importantes en el mundo de los Wargames. Surge una compañía amada y odiada por igual (¿cómo por igual?) entre los jugadores de wargames de miniaturas. Esa empresa es Games Workshop. Pero tendréis que esperar a la siguiente entrada, que por hoy me he cansado de escribir.

Saludos desde la cuarentena en el Roble Eterno,

Peto