[Escalada de los lectores] La escalada de La Mesa Cuadrada: Marzo y Abril 2024

¡Buenos días para aquellos que soñáis con campañas en mesas brutales! Como viene siendo costumbre en esta escalada de los lectores, Arturo y sus secuaces los Caballeros de la Mesa Cuadrada han seguido progresando en sus proyectos, y aunque de Albión no supimos tanto como se esperaba, ahora Lustria les espera, y en esta entrada combinarán unas cuantas minis con más escenografía.

Saludos de nuevo, camaradas de pinceles.

Este mes retomamos las tareas pendientes de pintura, abrimos nuevos proyectos y progresamos adecuadamente en la vegetación para nuestra mesa selvática. Mucho que enseñar, así que sin dar más rodeos vamos a poner muñecos.

Por mi parte fue un gran progreso, porque pude pintar 500 puntos de enanos, en puro metal, que llevaban más de 20 años esperando a que alguien les metiera mano, así que me armé de valor y aquí tenéis el resultado:

El puto Thorek Cejohierro, su yunque, su guardia y su fiel ayudante Kraggi. (Lo que en conjunto posiblemente sea el personaje más roto que me encontré hasta ahora en MdN, pero había que pintarlo).

Intenté hacer el efecto de metal incandescente con escaso éxito, intentando representar en la runa de Thorek que el metal está enfriándose pintado las aristas más oscuras, mientras que en la runa que Kraggi está calentando en la forja hice lo contrario, ya que las aristas se supone que se calientan y se enfrían antes que el centro.

Con eso ya cumplí con mis 500 puntos de enanos, así que vamos a ver que más progresos pinturiles tenemos en el club.

Por un lado teníamos pendiente terminar las bases de un águila y un fénix.

El águila, al igual que la de la anterior entrada (dato que tenía pendiente aclarar a Veseso), es un modelo de Raven Twin, una marca de miniaturas española, como dejan claro poniendo el sustantivo antes que el adjetivo.

Al fénix se le añadió un jinete imantado, pero se me olvidó sacarle foto por separado.

Nota de Cordo: Me gusta mucho la pose, original.

Y ya por último y con esto sí que sí (hasta nuevo aviso) cerramos el proyecto asur con un personaje de marca alternativa estilo guardia del Fénix.

Y como está mal cerrar un proyecto sin embarcarse en otro empezamos directamente con lo próximo ya que puestos a embarcar, lo primero será conseguir un buen capitán.

Pues hasta aquí lo que a muñecos se refiere, pero antes de empezar con la escenografía voy a tomarme la libertad de hacer aquí una pausa, ya que a menudo me encuentro en las escaladas de otros compañeros fragmentos de trasfondo que dotan a sus trabajos de un nivel de profundidad mayor y además, el hecho de tener un contexto te ayuda a valorar algunos pequeños detalles que si no quizás pasarían completamente desapercibidos.

Teniendo esto en cuenta, os dejo a continuación un breve ensayo botánico sobre la flora salvaje de Lustria y las tierras del sur. Dice así:

En la profundidad de la selva existen regiones donde la luz del sol apenas llega a penetrar las densas copas de los árboles. En estás inhóspitas regiones es posible encontrar especies que han sabido encontrar fuentes de alimentos alternativas a la luz solar. 

Un buen ejemplo es la conocida como Flor de la Poronga. Un nombre que puede llevar a engaño, ya que lo que a los ojos de los primeros exploradores parecía ser una hermosa flor terminó revelándose como un potente aparato digestivo, en el que la planta introduce a los incautos que quedan atrapados en sus pegajosos tentáculos.

Existen también especies que han optado por estrategias menos agresivas, pero no por ello menos letales. Este es el caso del Koyima, que cubre su superficie con una gran cantidad de glándulas de suculenta apariencia para muchos animales selváticos. Cuando algún incauto intenta alimentarse de esta planta las glándulas se rompen, liberando potentes toxinas que fulminan al instante al agresor.

Algunos chamanes eslizón utilizan pequeñas cantidades de esta sustancia en sus rituales, ya que afirman que esto les ayuda a comprender mejor el gran plan de los ancestrales. Los Slann no aprueban estas prácticas, lo que fomenta un lucrativo mercado negro que deja grandes beneficios en las élites de la sociedad y un daño irreparable en los desafortunados eslizones que intentan recolectar esta peligrosa sustancia y sobre los que la guardia del templo civil no duda en aplicar todo el peso de la justicia.

Por si alguien tiene interés, voy a detallar brevemente la elaboración de esos ejemplares.

Para la Poronga partí de un fruto de ciprés o algo así, que cuando madura deja ver el interior y tiene un aspecto bastante orgánico. Con un spray rojo le di una buena mano y cuando estuvo seco le pinté a pincel los tonos morados sin complicarme en exceso. El resto son partes de plantas de plástico. A los tentáculos les pasé un poco el mechero para que tomasen una apariencia más orgánica.

El cogoyo del Koyima también está hecho con una planta de plástico y un mechero. Al quemarse, las púas de cardo originales tomaron forma de glándulas. Después solo tuve que pintar un poco y poner unas hojas de plantas de plástico muy apropiadas que tenía por ahí.

Por último, vamos con las peanas de selva, que ya me hice unas cuantas, pero es que en realidad la mayor parte del trabajo lo tengo adelantado, porque es hacer plantas y ya tengo un stock de unas 500 plantas de 15 especies distintas, lo que espero que me dé la variedad biológica que busco para representar la selva como Sotek manda.

Podríamos dividir las peanas de selva en varios tipos, que se entremezclan para dar un aspecto general más natural:

Troncos derribados, hechos con ramas y la inestimable ayuda de mi perro para quitar porciones al azar de corteza.

Nota de Cordo: Por algo es una escalada en equipo.

Plantas bajas de selva, manufacturadas a partir de plantas de plástico.

Palmeras tropicales del proveedor asiático repintadas a spray.

Cañaverales de bambú, también cataianos.

Árboles de alambre de bajo porte.

Árboles serios, para dotar a la jungla de un nivel arbóreo superior que unifique la mesa. De estos solo llevo hechos 9.

Y seguro que estáis deseando ver como queda todo eso en mesa, pero me lo reservo para cuando termine el portal de los ancestrales, que espero que sea en la próxima entrega de la escalada de la mesa cuadrada.

Nos vemos por aquí en dos meses.

Arturo