Buenos días y muchas fuerzas para encarar los coletazos de la semana. Aunque este mes estemos menos activos, los pintores siguen trabajando a plena capacidad, y por eso la escalada de los lectores mantiene nuestras pantallas nutridas de nuevas minis pintadas. Hoy resurgen los Barones de Pretto rematando un proyecto ampliamente visitado por aquí.
Buen día, amigos de todas las razas a uno y otro lado del Gran Charco, y bienvenidos a la escalada de los Barones de Pretto en Leyendas en Miniatura. Hoy concluimos nuestro periplo pintor por las inhóspitas tierras de Nehekhara. En breve os mostraremos los fichajes de última hora para nuestras huestes funerarias. Pero antes…
Queremos presentaros algo muy sentimental: Eliot. Es el protagonista del primer libro que escribió el Barón de Pretto, que narra las peripecias de este picarón, un anti-héroe cuyas anti-hazañas llevarán a su mundo al borde del colapso, e incluso un pasito más allá. Os dejamos aquí el enlace de Ecos de Tragicomedia, la obra de aventuras y mucho humor en un reino fantástico que protagoniza, por si os gustan este tipo de lecturas: https://www.amazon.es/dp/B00LP1SZP0/
La Baronesa le ilustró al Barón los personajes del libro en versión realista como primer regalo de cumpleaños. Años después, empezamos a trabajar juntos para hacer el cómic. Aunque hemos de darle más brío al proyecto, al menos tenemos los diseños preliminares de los protagonistas en versión dibujo. Sobre estos bocetos mandó ella diseñar en 3D un modelo de Eliot, y lo trajeron los Reyes Magos este mismo año. Ya está pintado:
Nota de Cordo: ¡Que bonito detalle!
Regreso
al mundo de Warhammer:
Empecemos
por el plato fuerte: ¡una esfinge de guerra de la casa Lost Kingdom!
Conceptualmente
es un Ammit, una aberrante deidad egipcia con cabeza de cocodrilo, cuerpo de
león y cuartos traseros de hipopótamo. El Barón de Pretto se ocupó del
bicharraco, aerografía pura y dura, y del rey en su trono; la baronesa, de sus
guardias.
Su
diseño original ha sido alterado, pues solo permitía incorporar el trono del
rey, y la tentación de sustituirla por una howdah para la guardia del sepulcro
era demasiado poderosa. Un poco de masilla por aquí, piezas sobrantes por allá,
y voilà. A propósito de los guardias… Sus peanas están imantadas para
poder descender de su montura si esta perece, o si la dejan aparcada en
vitrina, para nutrir filas de la guardia del sepulcro a pie. Sus diseños son
también de Lost Kingdom: son los jinetes de otro concepto de esfinge que se ha
popularizado en este último año, un elefante cadavérico. Creo haber visto dos,
uno de ellos pintado excelentemente con vendajes rojos por Gortein para
Khornopher. Quien quiera encontrarlo, debería bastar con consultar la
hemeroteca de este ameno sitio.
En los
rebordes de la peana de la guardia hemos pintado jeroglíficos en rosas y
blancos para hacerlos más vistosos.
¡Tachán!
¡Más sepulcrales! Nos faltaba el grupo de mando. No podíamos dejar sin
oficiales a esta excelente unidad, en especial tras haberla disfrutado en la
mesa: al mando de un Rey y con el Icono de Rakaph se convierte en una de las
mejores infanterías del juego. Hubo que encargárselos al proveedor de
estraperlo de confianza, porque son difíciles de hallar.
El portaestandarte
alberga una pequeña conversión, que todavía no sabemos cómo hemos logrado que
se tenga en pie: lleva incorporada una moneda conmemorativa con motivo de Reyes Funerarios recibida en el Torneo de
Panzerhammer 2.023. Por el dorso tiene una buena colección de jeroglíficos.
Estamos un poco peces con el idioma de la antigua Nehekhara, pero creemos que
la transcripción dice algo así: «Larga vida a Malekith, legítimo Rey Fénix».
Nota de Cordo: Esa no me la vi venir.
Los
amigos del portaestandarte. A resaltar el patrón estriado del escudo del
músico, pincelado por la Baronesa.
Aquí,
con más amiguetes. Por desgracia, una vez más la Baronesa ha demostrado sus
nulos conocimientos de táctica militar en el universo de Warhammer. ¿Qué
general inconsciente despliega a sus unidades de infantería en filas de a tres?
Ni el Icono de Rakaph puede remediar eso.
Nota de Cordo: Seguro que es precisamente para tentar al rival, y luego usarlo...todo tiene sentido.
La
siguiente miniatura también es de Lost Kingdom, pero poco tiene que ver con los
Reyes funerarios. Es una criatura sin identificar para sus Elfos silvanos.
Barón tuvo la ocurrencia de adoptarlo para sus huestes, primero como ushabti y
luego como buitre ya que, a falta de buitres de verdad —son más feos que pegar
a un padre— siempre ha empleado en mesa ushabtis alados para a representar esta
unidad. El original estaba envuelto en lianas, pero con un poco de maña el
Barón las ha intentado hacer pasar por culebras, aunque se aprecian un poco mal
en las fotos. ¡A ver si encontráis los seis ofidios!
Esta es
una sacerdotisa funeraria a caballo, también de la casa Lost Kingdom. Sus
raquíticos brazos y quebradizas armas, unido a la mayor fragilidad de la resina
en relación al plástico o al plomo legendario, auguraban numerosas fracturas. Y
así ha sido: dos veces mientras la manipulaba el Barón para montarla, y otras
dos a la Baronesa durante el pintado. Le pasa a varios de los modelos de la
gama de Reyes Funerarios, y en nuestra opinión es un error de diseño fruto de
vivirlos más en las pantallas que en las mesas de pintura/juego. Cosas del 3D.
Concluiremos
con un pequeño detalle sentimental: una esfinge hallada en el casa del difunto
abuelo del Barón, construida en sus últimos años con pulso tembloroso y
listoncillos de madera.
Enarenada en primer lugar y aerografía rápida después, dejando entrever el color de la madera para darle un toque más interesante.
Con esto terminamos nuestro ejército de Reyes funerarios. Esperamos próximamente mostraros la foto de familia, cuando podamos aprovechar alguna partida para la que sean convocados en grandes números fuera de su vitrina-sarcófago. Por fin se acabó pintar hueso y carne pútrida. A partir de la siguiente escalada, veréis escamas por doquier.
Ahora,
foto grupal y dejamos de daros la brasa:
Sin
nada más que agregar y a la espera de vuestros comentarios, se despiden de
vosotros vuestros barones favoritos.
Enhorabuena por terminar vuestros Reyes, barones! Aunque quién sabe si el sumo sacerdote Djedneferra no invocará más tropas en el futuro para manteneros esclavizados a los pinceles...
ResponderEliminarEn cuanto a lo pintado, me ha gustado especialmente la esfinge/Ammit y la reinterpretación del pájaro silvano de Lost Kingdom, que a mí me parece de todo menos silvano, me pegaría para conversiones de Tzeentch.
Buenas, y perdón por la tardanza en responder. El infame Djedneferra tiene alguna que otra idea, y si supiera que tiene a su disposición una impresora 3D arcana perteneciente a la séptima dinastía… Mejor no le demos ideas.
EliminarDe acuerdo con lo del pajarraco silvano. Al Gran Conspirador le agradaría contar con una unidad así entre sus filas.
¡Un saludo!
Barones
Muy guapo todo, pero la esfinge del abuelo de Pretto me parece un detalle precioso.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que comentas sobre la fragilidad de muchas impresiones, permíteme sugerirte una resina simil ABS, que es más flexible y así te evitas que las partes finas se rompan a la primera.
Por aquí ya hicimos unas cuantas pruebas con erótico resultado que están haciendo que me reconcilie con la impresión 3D.
Gracias por el mensaje y por el consejo. Ahora mismo me pongo a buscar información. Me interesa sobre todo saber si las impresiones siguen saliendo con la misma fiabilidad que la resina estándar, porque puedo asumir que alguna miniatura se caerá y se romperá, pero me cuesta mucho asimilar cuando la máquina del demonio le da por tropezar una y otra vez con alguna de las impresiones.
Eliminar¡Un saludo!
Barones
Ah! Y el escudo del musico me tuvo un buen rato contemplandolo. Gran trabajo.
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