sábado, 19 de octubre de 2024

[TRASFONDO] El Ritual (II Torneo Lanza de Myrmidia)

 ¡Buenos días! El jueves pasado tuvimos por aquí la escalada de los lectores de Alith Anarr, y en ella además de lo pintado nos contaba sus aventuras en el II Torneo Lanza de Myrmidia. Bueno, para dicho torneo presentó un trabajado trasfondo, en el que se ha recreado a placer, así que bien merece una entrada propia para estos seguidores de Malal.


Por fin el trabajo realizado durante casi un año iba a dar sus frutos. Llevaban casi doce meses entre Estalia, sur de Bretonia y sus alrededores cazando a todo tipo de líderes enemigos de su señor. Los supervivientes de la primera incursión que se realizó para tomar la Lanza de Myrmidia se encontraban reunidos así como nuevas incorporaciones. Todos los presentes habían trabajado duro para poder ver a su Dios una vez más. Pero sobre todo lo habían hecho por Venganza. Los movía la ira y el odio hacia todos y a todo por haberlos convertido en personas malditas, en unos condenados y exiliados. 

El comandante de esas tropas condenadas se dirigió al montículo en el que se había inscrito una enorme estrella del caos. En el final de cada flecha, así como en el centro había un poste en el que estaban atados y encadenados distintos enemigos contra los que habían luchado todo este año. Señalando los puntos cardinales de Norte, Sur, Este y Oeste estaban distintos paladines de los Dioses Oscuros. En las otras flechas, había un hombre rata, un ser completamente encapuchado que no paraba de gruñir de dolor, un enano y un elfo. En el centro, había un hombre en mal estado aunque lo extraño hubiera sido encontrarlo en perfectas condiciones. 



Nadie sabe a ciencia cierta el verdadero nombre del líder de este grupo de blasfemos y detestables seres. Actualmente, es conocido como Nodgan el Infame. Hay rumores que cuentan cómo se convirtió en un sirviente de Malal. Al parecer, perdió a su familia debido a una incursión de una banda del Caos. Cuando se enteró de lo sucedido él y los hombres que le acompañaban prepararon una emboscada suicida. El objetivo estaba claro, había que eliminar al líder de dicha banda para vengar la muerte de los suyos. En un risco cercano a un precipicio tuvo lugar el enfrentamiento. Nodgan sabía que no podía ganar esa batalla ni el duelo ante el campeón del Caos que tenía enfrente. Blasfemó y condenó a todos los dioses habidos y por haber y en una carga se abrazó a su enemigo para terminar cayendo al abismo. La caída debería de haberlo matado pero de alguna forma había sobrevivido aunque tenía un hálito de vida. En sus ojos vidriosos pudo ver una figura neblinosa con cara lobuna pero a su vez con escamas de cocodrilo y tres ojos. La imagen le empezó a hablar y le ofreció darle la fuerza necesaria para matar y asesinar a más campeones como el que yacía a su lado. A cambio sólo le pedía que luchara siempre que pudiera contra las fuerzas del Caos. Al acceder, sus heridas se fueron restaurando lentamente y se levantó como un nuevo hombre. Con el tiempo mejoraron sus habilidades y poco a poco fue reuniendo a más marginados como él reunidos por el odio hacia aquellos que les hicieron algún mal. 

Cuando Nodgan estaba subiendo, la gentuza que podía llamar sus tropas estaban gritando enloquecidamente. En lo alto de todo, frente a sus hombres, abrió los brazos y rugió de una forma en la que todo el resentimiento que tenía hacia los seres encadenados se hizo patente. De golpe, todo quedó en silencio. Todo el mundo sabía que iba a empezar el ritual. Se acercó a por el que estaba encadenado señalando hacia el norte. Era un paladín de Slaanesh, lo habían capturado entre la frontera de Bretonia y Estalia. Fue una lucha sin cuartel y costó mucho mantenerlo con vida. Su armadura era morada con rebordes dorados pero ya estaba profanada con runas a Malal. Al principio, se habían dedicado a golpearlo y a torturarlo pero el muy hijo de puta disfrutaba de lo que le hacían. Así que poco a poco, lo fueron dejando tranquilo y se dedicaban como mucho a privarlo de sus sentidos pero seguía dándolo placer. Así que cuando Nodgan fue a por él el seguidor de Slaanesh le sonreía. Nodgan habló claro y fuerte para que todo el mundo le oyera: 

- ¡Tu alma sufrirá por toda la eternidad! - Pero el campeón del dios del Vicio seguía sonriendo sabiendo que cualquier cosa que le hicieran sería aumentar el poder de su patrón. Así que Nodgan buscó la espalda del prisionero y bajó la voz para decirle algo al oído. Nadie sabe qué le dijo porque con una rapidez asombrosa había desenfundado su espada y le había cortado la cabeza a la altura de los ojos. - ¡ Disfruta de esto, cabrón! – dijo mientras escupía hacía los restos de la cabeza que había en el suelo. 

Los asistentes al espectáculo empezaron a vitorear al campeón de Malal. Cuando los vítores se estaban aplacando la risa del paladín de Khorne situado al Oeste se hizo patente. ¡Sangre para el Dios de la Sangre! gritaba enfervorecido. - Que mi Sangre sirva de humilde ofrenda a Khorne. Nodgan fue directo hacía él con la espada aún goteando sangre y restos. Tenía los ojos desencajados que reflejaban una cólera sin fin. Clavó la espada en el suelo y agarró el grueso cuello de su víctima. 

- !De ti no derramaremos ni una gota de Sangre! Luego cagaré en tu calavera para mi disfrute y el de Malal. Tu destino es el mismo que el todos aquí. Irás al Reino de Malal sólo para sufrir y hacernos reír. ¡Payaso! 

El estrangulamiento terminó con un sonoro crujido del cuello dejando la cabeza en una posición antinatural. Gritos de aprobación surgieron con esta muerte. Nodgan recuperó su espada manchada ahora de sangre que se coagulaba y tierra y señaló a la rata que estaba en el poste intermedio de los dos cadáveres. Había sido el líder de una horda de ratas que estaba atacando una población humana. No se esperaron el ataque desde la retaguardia. Sacrificó a muchas ratas para intentar salvar la vida. El skaven se mostraba muy nervioso e intenta escapar de sus ataduras. 

- A ti no te haré daño, de momento. Por cierto, ¿te gustan los chicharrones? - Mientras decía eso la punta de su espada señalaba el montón de leña que había bajo los pies de todos los cautivos. El hombre rata empezó a patalear y a chillar moviendo lo que quedaba de su cola hacia todos lados. Esto provocó la risa de todos los seguidores de Malal. 

Prosiguió su camino, hacia el elfo encadenado que solamente tenía un pantalón marrón oscuro. Tenía una palidez insana pero a pesar de no ser musculoso era todo fibra. El elfo tenía la nariz rota y magulladuras por todo su cuerpo que resaltaban su palidez. El pelo negro y lacio estaba sucio y caía hacia un lado de su cabeza. Había intentado asesinar al Nodgan hacía unos meses. Lo había salvado su armadura blanca y negra ya que el ataque fue tan rápido como el mordisco de una víbora pero el asesino no pudo parar el contraataque que siguió. 

- Este mierdecilla es un fanático del uso de los venenos y en la veneración de un dios muy parecido a Khorne. Nuestro hechicero ha preparado una pócima mágica que seguro vas a disfrutar. Es una receta de nuestro Dios. – Lentamente sacó una daga y empezó a hacer eses por el aire hasta que rápidamente se la clavó en las tripas lo que provocó un alarido espantoso de dolor. 

- Vamos, vamos. Este veneno sólo actúa en tus centros de dolor y la daga sólo te ha afectado un órgano. Tardarías horas en morirte pero seré benévolo y te mataré antes. ¡Ah! El veneno ampliará aún más el dolor del fuego que te consumirá. – La mirada del elfo fue de puro terror por el destino que le esperaba pero era incapaz de moverse por el efecto del veneno. 

Ahora tocaba el poste situado en el sur. Un paladín de Nurgle estaba completamente desnudo y su visión era lo más desagradable que habían contemplado los ojos de todos los presentes. Pústulas, úlceras, insectos, diferentes estados de putrefacción en la piel y más cosas asquerosas hacían difícil de ver a este repugnante ser. 

- Sé que eres muy resistente y tienes regeneración porque me costó muchísimo derrotarte – dijo Nodgan tranquilamente. Pero algo tendremos que hacer mientras preparamos la barbacoa. 

- Eres un bastardo hijo de… La frase fue interrumpida por un enorme golpe propiciado por la mano enguantada de metal del seguidor de Malal. El rostro había quedado desfigurado pero los labios rotos se empezaron a curar a una velocidad asombrosa. 

- No tengo tiempo que perder contigo. Que te den por culo. – Con un chasqueo de dedos unos soldados empezaron a agarrar a la víctima y empezaron a empalarlo. 

Los gritos de dolor y de furia del paladín de Nurgle no cesaban mientras Nodgan se acercaba al siguiente reo. Era un matador enano, con una enorme barba y cresta naranja. Curiosamente, el enano no mostraba señales evidentes de tortura sólo las marcas de haber intentado escapar de sus cadenas y grilletes. No había mayor daño para un guerrero que buscaba la muerte en combate que se le tratase bien. El campeón de Malal se agachó delante del matador y con la daga ensangrentada con la que había apuñalado al elfo le cortó un buen trozo de la barba y le sopló el pelo en la cara al enano. El prisionero reaccionó escupiéndole en la cara y maldiciéndole en su idioma. Nodgan sonrío y se levantó para hablarle desde una distancia prudencial. 

- Buscas una muerte heroica y morirás asado como un cerdo. El único placer que te daré antes de morir será que puedas ver a esa ratita que tienes justo enfrente chamuscada antes que tú. El odio es bueno y es sano. Es lo más natural del mundo y es el sentimiento unificador de este mundo. Todos odiamos a alguien o a algo. Ahora mismo me estás odiando con todas tus fuerzas. 

El enano estaba rojo de ira intentando liberarse de sus cadenas y sus gritos de desafío habían acallado los lamentos del paladín de Nurgle. Pero el campeón de armadura blanca y negra ya se había marchado buscando a su siguiente víctima. El paladín de Tzeentch situado en la flecha que marcaba el Este. Era un ser flacucho con un color de piel macilento y una túnica turquesa que miraba con auténtico pánico a Nodgan e intentaba retroceder pero no podía hacerlo. 

- Vamos, vamos. No voy a hacerte daño ahora. No seas rencoroso por haberte cortado la lengua y las manos. Es que con los magos nunca se sabe cuando van a intentar jugártela. Después se volvió a la multitud y empezó a vociferar: - Este mindundi es sirviente del Dios del Conocimiento pero no hay que ser muy listo para saber lo que le espera después de este espectáculo. Vamos a dejarlo tranquilo porque realmente no tiene ni idea de lo que de verdad le viene encima. 

Gritos de Malal recorrían por las tropas mientras disfrutaban de estos momentos. 

Finalmente, se acercó al ser encapuchado gimiente. - Vaya vaya, pero si es no sé quién el Señor de la Noche y le quitaba la capucha de golpe. Un alarido de profundo dolor salió de la boca del ser que había mientras su cabeza empezaba a humear mientras la luz del sol le quemaba. Después de unos segundos, volvió a ponerle la capucha mientras Nodgan sonreía. 

- No te pongas así. En cuanto se os quitan los dientes y os ponemos un poquito al sol se os bajan los humos enseguida. Te dejaremos tranquilo para que pronto puedas ser el Señor Cenizas. ¡Y se dicen a sí mismos que son inmortales! 

Con el sonido de unas sádicas y enloquecidas risas se acercó al hombre que estaba en el centro mientras daba unas palmadas y sonreía sádicamente. 

- ¡Estáis locos! ¡Estáis malditos! ¡Sois esco… Un golpe en la boca del estómago dejó sin aire al condenado y siguió un puñetazo a su amoratado e hinchado rostro. Un hilillo de saliva se quedó colgando del desdichado que se quedó con la cabeza mirando hacia abajo. 

- No nos importa. Lo sabemos y lo asumimos. Sois vosotros los que no entendéis al resto del mundo. Intentábais suprimir una revuelta en nombre del orden pero sin saber qué movía a los sublevados. Eran unos jóvenes que empezaron a protestar por su incorporación al ejército. Si tenían dinero se podían librar de servir. En cambio, las familias nobles y ricas pueden pagar el librarse o acceder a puestos de mando aunque no sepan nada de nada. Se les acusó de traidores y agitadores. Los ibais a masacrar sin piedad hasta que casualmente los encontramos justo a tiempo. Eres servidor de una diosa guerrera así que ya sabes lo que le ocurre a los perdedores. Disfruta de tu poco tiempo de vida. 

Lentamente, Nodgan fue bajando del montículo con total tranquilidad mirando fijamente a una figura que se encontraba ataviada con una armadura blanca y negra igual que él y un casco con forma lobuna así como una capa realizada con la piel de lobo. Cuando ya estaba abajo del todo le hizo un gesto de asentimiento. 

El hechicero de Malal empezó a recitar un encantamiento. Las voces todos los soldados reunidos se fueron callando y se pudo escuchar: 

- Más oscuro que la noche primigenia, más ardiente que el fuego que dio vida a todo, más antiguo que el mismísimo tiempo. En el nombre de nuestro señor Malal…¡Juro que no dejaremos con vida a ningún servidor del Caos en cualquier plano de existencia! ¡Fuego purificador de Malal!* 

Un rayo de energía azul cruzó rápidamente la distancia entre el mago y el punto central de la estrella del Caos. Esto provocó que un fuego mágico se extendiera por todas las líneas de la que se habían dibujado en el montículo. Los gritos de dolor y agonía de los que estaban vivos dentro del círculo hizo las delicias de los espectadores. Los seguidores del dios renegado empezaron a gritar: ¡Malal! ¡Malal!



El humo blanquecino se iba condensando y lentamente se fue formando un rostro de lobo que presentaba escamas y tenía tres ojos. También se formaron dos manos con seis dedos. Una voz profunda y cavernosa retumbó en aquel paraje desolado: 

- Me habéis complacido enviando estas almas a mi reino. Habéis debilitado a mis hermanos. Os daré la respuesta a la pregunta que aún no habéis formulado. Quiero que volváis al Templo de Myrmidia. Allí tendréis enemigos para que os entretengáis un buen rato. Vuestra misión es sembrar el caos y el desorden por todos los lugares que paséis como siempre habéis hecho. Si ponéis vuestras manos en la Lanza de Myrmidia usadla para empalar a algún líder del Caos. Ahora he de irme pero os dejaré un regalo. ¡Disfrutad del camino! 

La imagen del dios desapareció a la vez que el fuego mágico convocado se apagaba. De los restos del fuego surgió la figura de un demonio que se arrodilló mientras se veían otras figuras menos corpulentas a su espalda. 

La voz de Nodgan se escuchó por toda la congregación: 

- ¡Nos marchamos! ¡Ya lo habéis oído! Tenemos a muchos enemigos que quitar de en medio. Recordad que por muy grandes y fuertes que sean pueden sentir dolor y morir. 

Al unísono se escuchó el grito de guerra de estos guerreros malditos: ¡¡¡Muerte al Caos!!! 

* Nota: El Fuego Purificador de Malal se menciona en la primera edición del juego de rol de Warhammer en el suplemento “La Muerte de la Luz”. Creo que es la referencia más tardía a Malal de forma oficial (1999). También se habla de Heinrich Bors que comenzó sus estudios en Altdorf. Ansiaba saciar su apetito de conocimientos y sentía que sus profesores en Altdorf le limitaban, por lo que buscó el apoyo de un nuevo dios; Tzeentch. Comenzó a realizar estudios paralelos a los de su colegio, devorando todo aquello que le enseñaban. Por desgracia, cuando se fija en ti el Señor de la Transformación es difícil pasar inadvertido. Con la llegada de las mutaciones (otro par de ojos en la cara y que el brazo le cambiara hasta el punto de poder escupir fuego), le entró el pánico y huyó de la ciudad con el desánimo de no poder volver jamás. Cuando la desesperación era más fuerte, apareció Malal en su vida. Motivado por el deseo de venganza contra el causante de sus penurias, se arrancó el brazo para purificarse de Tzeentch. Malal aceptó ese sacrificio y detuvo el avance de sus mutaciones, a cambio de que jurara cumplir sus órdenes Le envió a los pantanos de las Tierras Desoladas a cazar inmundos Fimir, donde ha permanecido los últimos años de su vida. Bors conoce el único hechizo que hace referencia al dominio mágico de su dios, el “Fuego Purificador de Malal”. Este hechizo sólo puede ser utilizado por hechiceros de Malal, ya que se trata de un don del propio dios en forma de rayo de energía azul que surge desde las manos del hechicero. Por supuesto, resulta más efectivo contra las criaturas del Caos. 

2 comentarios:

  1. No tenía ni idea de que todavía en el 99 hubiera referencias a Malal. Todo tu proyecto de Malal está lleno de carisma, y este trasfondo no lo desmerece en absoluto. Gracias por compartirlo!

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    1. Muchas gracias! El mérito realmente no es mío ya que la información la saqué de un artículo publicado en la web de la Biblioteca del Gran Nigromante. Creía que lo había mandado en el escrito pero no es así. Así que el mérito es para ellos.

      Lo bueno de mi proyecto de Malal es que he podido darle el trasfondo que me atraía en cada momento

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