miércoles, 27 de noviembre de 2024

El taller del Gobbo. Capítulo 1: Las primicias

 ¡Buenos días y bienvenidos a nuestras primeras lecciones de hacer las cosas bien! Pero bien bien, muy bien. Tan bien que a mí casi todo me suena a chino. Nuestro compañero Veseso se había ofrecido a alternar su escalada de los lectores con unos artículos guía más profundos de cómo se curra las cosas, y hoy estrena sección con esta primera entrada sobre preparación de las miniaturas. Bienvenidos al taller del Gobbo.



¡Hola a todos, afectuosos abrazos a los compis escalistas y cordiales saludos a los visitantes del Blog!

Si recordáis el anterior artículo de mi escalada (el del lanzagoblins), ahí me comprometí a mandarle a Cordo un artículo con temas y recursos relacionados con el hobby que pensase pudiesen ser de ayuda a la comunidad cada vez que me fuese retrasando con mis paquetes de trabajo (vamos, con mi escalada), y dado que ya veo que me voy a retrasar de nuevo (a nadie le escuece más que a mí), pues aquí tenéis el primero.

En este artículo voy a tratar básicamente 2 temas que por comodidad y vinculación directa voy a aunar en un mismo escrito; por un lado ese tema del que nadie quiere hablar y que todo el mundo evita aunque todos conozcamos (el repasado de las miniaturas), y por otro lado, las herramientas que yo uso, comentando acerca de ellas, sus usos, y cuán útiles, prescindibles o imprescindibles las considero individualmente.

Por si alguien se pregunta por qué he decidido titular a este primer artículo “las primicias”, aclararé que cuando en mi adolescencia leí la obra de Heródoto, traducida y comentada por el difunto Manuel Balasch, entre otras interesantísimas cosas que conocí, está el uso original de la palabra “primicia”, que era como en la antigüedad se referían a los preparativos previos requeridos antes de llevar a cabo un rito religioso, como el esparcimiento de especias sobre un altar (aquello que ha de ir primero), y dado que el repasado de nuestras miniaturas es precisamente eso, la preparación que dará paso a todo lo demás, me pareció bastante adecuado. Y ahora, sin más, ¡Al lío!.

Bien, a modo de introducción, quisiera anunciar que sé muy bien que el repasar las miniaturas o no es una elección que depende de cada cual, pero que, no siendo imprescindible en términos de juego, (siendo estrictos, ni tan siquiera el pintado lo sería, sólo el montaje básico de las miniaturas) sí que es algo muy agradecido de ver en mesa o en exposiciones, que delata el mimo y atención (o falta de ellos) que el propietario ha puesto en sus miniaturas, y que marca la diferencia entre un buen trabajo, uno mediocre, y uno malo (os animo a ver las escaladas de Julen como ejemplo de unas miniaturas bien repasadas acompañadas de un pintado aún mejor para que veáis a lo que me refiero).

Sí, es tedioso, sí, es aburrido, sí, si nos damos una superpaliza repasando las minis, nadie nos va a felicitar por lo bien que las hemos repasado y quizá sí que lo hagan por la calidad del apartado de pintura, pero creedme si os digo que un mal repasado puede arruinar el mejor pintado de miniaturas de la historia, porque el espectador no va a poder evitar que sus ojos se paren en esa “rebabaca” sin retirar o en esa línea de molde que divide longitudinalmente la mini…. Y eso es, además de antiestético, una verdadera pena.

Por ello, a no ser que las minis os den igual y ni siquiera las pintéis o simplemente las dejéis con colores planos, en cualquier otro caso, os animaré vívidamente a que repaséis, si no totalmente, al menos sí por encima las partes más visibles y escandalosas… una vez terminéis el trabajo y lo comparéis con otras minis sin repasar, veréis que merece la pena.

Yo considero que lo primero de todo es velar por poder tener todo en orden, colocado, y accesible; ¿por qué?, pues porque si disponéis de poco tiempo como yo, si usáis la misma mesa donde repasaréis las minis para varias cosas distintas, y sobre todo, si queréis economizar tiempo durante el repasado, lo suyo es que todo esté agrupado en un mismo sitio, (ya que así, cuando toque repasar, únicamente tendremos que sacar una caja) y que dentro de ese espacio (caja, cajón, cubeta con huecos, caja de herramientas…) todo esté siempre en el mismo lugar, ya que si no, perderemos un tiempo precioso buscando el limatón que nos hace falta, el buril que necesitamos… etc

En mi caso, yo tengo casi todas estas herramientas (alguna la uso para otras cosas y no sería conveniente dejarla en esta caja) dentro de una caja de cartón, y clavadas en un taco de corcho, primero por tenerlo todo bien localizado a primera vista, (imprescindible, de nuevo, para no perder el tiempo teniendo que rebuscar en lo que de otro modo sería un revoltijo confuso y caótico montón de herramientas) y segundo, por seguridad, ya que muchas herramientas tienen punta y/ o filo.

 





 

En primer lugar, empezaré por la herramienta más barata, más segura y más práctica que jamás tendréis, y, que si no la conocíais, a partir de ahora a buen seguro os preguntaréis cómo habíais podido repasar miniatura/ bit alguno en el pasado sin ella:

 

EL RASPADOR

 



 

Técnicamente no sé cómo se llama, yo la llamo así por el procedimiento por el que se le da uso, y tampoco sé si se pueden comprar raspadores comerciales, ya que los que yo tengo, me los hice yo.

 


 

En sí no es más que una cuchilla vieja (preferiblemente) de sierra de calar a la que maté los dientes y dejé ciertos ángulos con la ayuda de una moladora, pero vaya, que seguro que con cualquier cuchillo viejo, espátula de pequeño tamaño (o readaptada por nosotros) nos vale.

 



 

En sí, lo que buscamos es que esta cuchilla sin filo tenga las aristas de sus caras a 90º y lo más vivas y limpias posible, de tal modo que para usarla, únicamente tengamos que apoyar y deslizar alguna de sus aristas por la rebaba/ línea de molde/ irregularidad que queramos eliminar, y a fe que funciona de maravilla, tanto en el plástico como en el metal blanco, siendo más precisa y dejando una superficie bastante más lisa que la que dejaría una lima, especialmente idónea para las rebabas en los astiles de las lanzas, bordes de capas y cosas así, (aunque yo la uso para todo) por lo que ni tan siquiera aquellos que quieran tener un ejército listo en poco tiempo tendrán excusa para no quitar las rebabas más evidentes de las minis; en serio, no voy a decir que haga el trabajo sola, pero os sorprenderá. Para mí, un imprescindible. 10/10.

 

LOS LIMATONES

En realidad, estas limas de pequeño formato reciben varios nombres según la zona, pero yo siempre los he conocido por este nombre, y las más afamadas son las de VALLORBE (suizas).

 



 

Obviamente no voy a comentar en detalle cómo usarlas o para qué son más adecuadas, ya que es algo bastante intuitivo y conocido, pero sí que me gustaría deciros cuáles me parecen más útiles para el uso que les vamos a dar:

-De media caña- Este limatón es muy polivalente, ya que presenta un lado plano y uno curvo, por lo que en muchas ocasiones os valdrá con este sin necesidad de estar cambiando del cola de ratón al de mesa… aunque hay algunas cosas para las que el de cola de ratón es imprescindible y este inútil (como repasar el interior de un taladro de pequeño diámetro). 7/10.

 



 

-De cola de ratón- Este limatón es algo más especializado pero muy útil por lo fino que es en la punta, ya que os permitirá repasar casi cualquier cosa (cuidado con que se os caiga de punta o forzarlo, que el acero es bueno pero es fácil quebrarlo si no se usa con gentileza). 8/10.

 



 

-De mesa o tabla- Este limatón es en sí útil, no me malinterpretéis, pero sinceramente, si ya tenéis el media caña y una lima de 4 pulgadas, es bastante prescindible… pero no inútil. 4/10.

 



 

-De triangulillo- El uso de este en nuestro mundillo ya es muy especializado… si lo tenéis, podréis usarlo como un tabla con la punta ahusada (y por tanto podréis usarlo en lugares de difícil acceso), pero la verdad es que en el repasado de miniaturas yo lo he usado muy poco. 2/10.

 


 

-De cuadradillo- Reconozco que este depende un poco de la persona, pero adecuadamente adaptado, este limatón es muy útil. Yo el mío lo tengo adaptado de tal forma que le “maté” uno de sus 4 lados ¡¡¿ por qué?!! (se preguntará alguien); porque así, puedo repasar muy minuciosamente las aristas interiores de los objetos e incluso redefinirlos, ya que de este modo puedo apoyar el lado muerto sobre la superficie que no quiero herir mientras deslizo la parte hiriente sobre la superficie que sí quiero atacar. Le maté uno de los lados con la moladora, pero vaya, que seguro que con un pliego de lija apoyado sobre una superficie plana y dura, deslizando con la mayor estabilidad y regularidad que podamos el limatón sobre la lija podremos lograrlo. 8/10.

 



 

EL ESCARIADOR

El escariador es básicamente un mandril de mano al que podemos fijar puntas de acero, brocas o fresas.

 


 

La punta de acero nos vendrá muy bien para múltiples propósitos, como marcar el punto donde queremos hacer un taladro para que la broca no se mueva al inicio, marcar las zonas interiores de un relieve con mayor intensidad y definición, reparar y redefinir las anillas de una cota de malla, o incluso hacer un grabado por presión simple en una superficie (una cenefa en una capa o un dibujo en un escudo). La propia punta de acero nos la podemos hacer aprovechando el vástago de una fresa de acero antigua afilándole la punta.

La broca tiene un uso de lo más intuitivo… si lo que tienes que perforar es muy fino y delicado, pues ahí está la opción.

La fresas tienen el mismo uso que la broca; si por lo que sea no te fías de tu tacto con el motor de banco/ dremel, pues aquí tienes una buena opción.

8/10.

 

LOS BURILES

No os mentiré, los buriles son herramientas especializadas, (y por tanto, no baratos) y para tenerlos “en condiciones” necesitaréis, además, una piedra de Arkansas y parafina para afilarlos cuando toque (que si sólo los vais a usar para el Hobby, será de uvas a peras).

 


 

Como nota definitoria y ventajosa frente a los limatones, diré que dado que la única zona hiriente es el filo de la punta, puedes tocar e incluso deslizar (siempre con cuidado) el resto del cuerpo del buril por otras zonas de la miniatura sin dañarla, cosa que nunca podrías hacer con una lima.

-El Chaple- Este es un buril de sección rectangular o trapezoidal, cuya misión es, bien la de corregir irregularidades en superficies que deberían de ser lisas (superficie de una armadura, escudo, arrugas exteriores de una capa…) o bien la de practicar surcos en una superficie jugando con sus esquinas y la inclinación que le vayamos dando.

 


 

Yo lo considero imprescindible, como el raspador, ya que con él puedo hacer de todo, salvo repasar superficies con textura; aquí un ejemplo:

Como ya sabréis los que hayáis pintado estas aburridísimas miniaturas de los guerreros de Minas Tirith, estas tienen modelado sobre el yelmo sus características alas que los hacen tan chulos e inconfundibles. Claro, el tema es que en la mayoría de estos yelmos, debido a las características de los moldes rígidos o semirígidos, muchas de estas alas se pierden o están deformadas, y como yo soy un mimimimi, pues no pude evitar el tener que recuperarlas pluma a pluma, (porque claro, ¿qué sentido tenía pintarlas si no?, ¿no esperaríais que me diese la paliza pintándolas para que luego, al mirarlas, viese que algunas alitas estaban incompletas?, ¿verdad?, ¿VERDAD?) total, que Chaple en mano, les retallé las plumas que les faltaban a los 24 yelmos.

 




 

10/10

 

-Los Media Caña- Como veis, los tengo en varias medidas, y ello se debe a que tristemente, a diferencia del Chaple, con un solo tamaño de media caña no nos dará para todo… como os podréis imaginar, su uso principal es el de repasar el interior de relieves (como los pliegues de la ropa) o masas orgánicas sin planos, además de permitirnos tallar mediante surcos. No sé si se verá bien, pero las arrugas de la túnica que le hice a este Faramir (que es un proyecto para reconvertirlo en Anärion) las hice con estos buriles, además de permitirme hacer y repasar las betas en la madera de, por ejemplo, un lanzagoblins o carro y de poder grabar dibujos de todo tipo en cualquier superficie (como cualquier buril, vaya) 8/10.

 






-De Cuchillo- Este tiene un uso puro de abrir surcos finos… realmente lo usaréis poco en repasado, pero yo lo uso de tanto en tanto, y para definir formas va bien. El perfilado de los cascos de estos guerreros de Gondor/ Númenor lo hice con este buril. 5/10.

 





 

-El Punta de Pico de Gorrión- Este tiene los mismos usos que el de Cuchillo, pero además permite “rebañar” bastante bien con las aristas curvas que convergen en su punta. 4/10

 



 

-PINZAS DE PUNTA FINA Y PAPEL DE LIJA

En ocasiones habrá que suavizar la acción de los limatones o eliminar alguna pequeña marca de los buriles si no hemos sido todo lo cuidadosos que debíamos, y para ello necesitaremos el papel de lija. Yo considero que con un gramaje de 320 ya va bien; una lija más fina no nos mejorará el resultado final, ya que la propia imprimación tapará los defectos, y una más gruesa puede dejarnos alguna marca.

 



 

Las pinzas son para poder manejar en cualquier zona de la miniatura los pequeños parches de papel de lija que rasguemos… yo no le veo otro uso a la pinza (de ahí que haya agrupado ambos en el mismo título) 8/10.

 

OTRAS HERRAMIENTAS

Aquí meteré otras herramientas conocidísimas y súper útiles para el hobbie que por conocidas, sólo mencionaré:

Segueta/ Cúter/ Tenaza de corte/ Tenaza chata ancha (recomiendo practicarle sendos surcos enfrentados con el limatón de cola de ratón en el interior de las dos muelas a fin de poder morder bien pero sin deformar los alambres con los que estemos trabajando)/ Tenaza chata fina/ Tenaza de punta redonda/ Entenallas de madera (es una especie de mordaza con tornillo que nos permitirá coger piezas con firmeza, pero sin marcarlas ni romperlas [MUY ÚTIL])/ Lima de media caña de 4 pulgadas.

Bueno, hasta aquí mi chapa de contribución al hobby, a la comunidad, al blog y a mi mala conciencia por no tener las cosas a tiempo, sin más, yo me despido, que hay una vitrina y unos lanzapinchos que no van a hacerse solos…

 

Veseso, “el Gobbo errante”, en Cuenca, a 14/11/2.024

2 comentarios:

  1. Que despliegue de herramental. Tendré que hacerme algunas para completar mi micro taller, empezando por las entenallas.

    Si se aceptan peticiones de los fans, ardo en deseos de un artículo sobre la constitución de esa vitrina.

    Un artículo muy educativo.

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    1. ¡Saludos, Óh, Arturo!

      Tranqui, tendrás tú artículo de la vitrina pormenorizadísimo, desde hace semanas ando más liado de lo normal, y por si fuese poco, tras mucho luchar, se me ha ido uno de mis queridos garrapatos, así que los ánimos no van muy boyantes tampoco, pero descuida, que tendrás tu artículo, e incluso varios diseños alternativos de vitrina para aportar cuantas más ideas, mejor.

      ¡Un saludo!

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