Parece que nunca se acaban los enemigos (o los rivales) en este mundo de Warhammer Fantasy, y claro, es normal si te vas de torneo (o justa). En este caso los caballeros bretonianos de Anárkiko nos traen su trasfondo del VI Torneo Leyendas en Miniatura.
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labrario 1544 - Batallas sin fin
La
guerra sigue llamándonos, como el canto de una sirena macabra. Anoche
enfrentamos a una fuerza compuesta por vampiros y sus huestes esqueléticas. Fue
una visión sacada de las peores pesadillas. La lucha fue feroz, y casi
sucumbimos de no ser por la determinación de los jóvenes caballeros que
enfrentaron a las criaturas con un coraje que les habría valido la bendición de
la Dama si no estuviera tan ocupada observando nuestras penurias.
Al
amanecer, los orcos y goblins emboscaron nuestro campamento. Conseguimos
rechazarles, pero no sin grandes pérdidas.
Por
último, esta misma tarde, un destacamento de elfos oscuros con lanzavirotes
casi termina lo que los demás no pudieron. Fue una derrota humillante; apenas
unos pocos caballeros lograron salir con vida, y yo cuento a Jules entre los
supervivientes solo porque corrió más rápido que cualquier hombre o caballo que
haya visto.
[...]
23
labrario 1544 - Bajo el estandarte de la Dama, pero lejos de sus tierras
A
estas alturas, me pregunto si seguimos en el mundo conocido o si alguna
caprichosa hechicería nos ha llevado al reino de los sueños (o las pesadillas,
según el día). Desde aquel extraño bosque en el que parecíamos avanzar sin
movernos, hemos emergido en lugares que desafían toda lógica. Lo único
constante es la amenaza. Anoche luchamos contra una hueste de hombres bestia
tan grotescos que hasta Jules, nuestro bufón, se quedó sin palabras... por unos
momentos, al menos. Luego sugirió que su hedor podría ser utilizado como arma
en futuras batallas.
Es
difícil seguir liderando cuando aquellos que ayer luchaban junto a ti hoy son
solo nombres que recordarás en tus oraciones. Sin embargo, no todo es sombrío.
El encuentro con unos Caballeros del Grial que escoltaban a un par de damiselas
de la Dama ha renovado el espíritu de las tropas. Uno no puede evitar sentir
que está más cerca del cielo cuando ve a esos caballeros combatir.
Jules
dice que la Dama debe de tenernos especial afecto, pues no solo nos envía ayuda
divina, sino también un ejército que parece crecer como si fuera alimentado por
el suelo mismo. Dice que pronto tendremos que inventar títulos para todas las
tropas que se nos unan: "Caballeros del Grial Perdido", "Húsares
de los Viñedos", y su favorito, "Los Trotamontes del Bosque
Eterno".
[...]
1
veranal 1544 - Un bucle eterno, o eso parece
Hoy
hemos vuelto al bosque. Ese maldito bosque. Reconozco las raíces de los árboles
y los mismos claros que ya hemos cruzado incontables veces. ¡Por la Dama, si
hasta creo que un cuervo se burla de nosotros con su graznido, tan familiar
como la voz de un vecino impertinente!
Las
tropas no dicen nada, pero sé que están tan desconcertadas como yo. Solo Jules
parece llevarlo bien. Esta tarde se ha subido a un tocón y ha proclamado:
"¡Viajamos en círculos, sí, pero con estilo! ¡Somos los Caballeros del
Giro, campeones de la espiral, los favoritos de los árboles que no quieren
dejarnos ir!"
Pese
a todo, seguimos adelante. O atrás. O en algún lugar.
[...]
29
antemisterio 1544 - Sombras en la oscuridad
El
bosque, siempre el bosque. Pero esta vez no salimos a un desierto, ni a
viñedos, ni a campos nevados; no, esta vez emergimos en una colina yerma,
apenas salpicada por matojos retorcidos. Apenas habíamos avanzado unas millas
cuando nos emboscaron los pielesverdes.
Orcos
y goblins, los de siempre, pero esta vez más astutos de lo habitual, si tal
cosa es posible. Un enjambre de lobos con goblins sobre ellos salió de entre
los arbustos, y antes de que pudiéramos reagruparnos, los orcos aparecieron desde
una elevación cercana. La batalla fue feroz. Los jóvenes caballeros, que aún
parecen conservar una chispa de optimismo, lideraron la carga y consiguieron
romper las filas de los goblins. Sin embargo, la lucha contra los orcos fue
otra cosa; no hay nada más testarudo que un orco decidido, salvo quizás Jules
intentando convencer a un caballo de que lo lleve.
Al
atardecer, pareció que ambos bandos habíamos tenido suficiente, y los restos de
ambos ejércitos mantuvimos las distancias, para finalmente, retirarnos. Después
de una hora de marcha, hemos encontrado un claro, y por un breve momento creí
que quizá habíamos escapado del maldito bosque. Qué ingenuo fui. Apenas
habíamos desmontado para descansar cuando las sombras empezaron a moverse de
forma antinatural.
Eran
unas ratas pestilentes que ni siquiera la Dama puede haber creado con intención
divina. Surgieron por decenas, portando espadas oxidadas y lanzas que parecían
más peligrosas para ellos que para nosotros. Pero lo peor llegó después: una
rueda infernal que disparaba rayos verdes y chisporroteantes. Por la Dama, el
ejército, maltrecho de todo el día batallando poco pudo hacer ante aquello y a
dura penas conseguimos salir con vida. Sin embargo, lo peor no fue la derrota,
sino el hecho de que esa "Gran Rueda" que nos destrozó, por algún
extraño motivo, parecía una metáfora de nuestro interminable viaje.
[...]
01
destilario 1544 - Batalla con nuestros viejos amigos
Hoy,
mis manos tiemblan al escribir. No de miedo, sino de tristeza. Nos encontramos
con un grupo de enanos, y, como antaño, pensé que podríamos entablar
conversación, quizá compartir cerveza, o al menos intercambiar información. Qué
equivocado estaba.
Apenas
nos vieron, empezaron a gritar acusaciones incomprensibles, hablando de
traiciones y deudas inventadas. Antes de que pudiéramos responder, ¡cargaron
contra nosotros con la fuerza de una avalancha! Las filas de martilleros
rompieron nuestras defensas, y sus cañones comenzaron a hacer estragos en
nuestra retaguardia.
Por
la Dama, ¿qué les ha pasado? Siempre habíamos tenido buena relación con los
hijos de Grungni, pero estos parecían consumidos por una rabia ciega. Jules,
por supuesto, no podía quedarse callado. Mientras esquivaba una roca lanzada
por una catapulta enana, gritó: "¡Yo siempre dije que estos tipos eran
cabezotas, pero esto es ridículo!"
La
batalla fue brutal y desesperada. Sólo la intervención de los Caballeros del
Grial nos permitió sobrevivir. Pero incluso entonces, los enanos no se
retiraron. Se atrincheraron en una colina cercana, y sus gritos nos
persiguieron mientras nos alejábamos.
Algo
está profundamente mal en estas tierras, y cada vez estoy más convencido de que
nuestra presencia aquí, este interminable bucle de batallas, está afectando a
todos los que nos rodean.
[...]
5
gelidario 1544 - El regreso al inicio
De
nuevo el bosque. Este bosque. Estoy seguro de que los árboles nos miran y se
ríen. A veces creo que Jules tiene razón, y somos peones en un extraño juego
entre la Dama y alguna otra fuerza caprichosa. Si así fuera, le pediría a la
Dama que cambiase las reglas o al menos el tablero.
Y,
sin embargo, seguimos adelante. ¿Qué otra cosa podemos hacer? Las tropas están
cansadas, pero mantienen su fe, sobre todo gracias a los Caballeros del Grial y
las damiselas. Sus palabras son un bálsamo para el alma, aunque admito que en
ocasiones sus sermones me suenan tan lejanos como los cuentos que solían
contarme de niño.
¿Algún
día veremos de nuevo las verdes colinas de Bretonia? No lo sé. Pero mientras
tenga un estandarte que alzar y una espada que blandir, seguiré adelante,
aunque sea solo para escuchar el próximo chiste de Jules.
[...]
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ulricario 1544 - La duda crece
La
Dama es mi guía, y siempre lo será. Pero hoy, al mirar las caras cansadas de
mis hombres, las cicatrices de los jóvenes caballeros, y los intentos de Jules
por animarnos con historias cada vez más absurdas, me pregunto si incluso Ella
puede escucharnos aquí. El objetivo principal de nuestra misión, ir en ayuda de
Sir Roderick, ya apenas es un leve eco en nuestra memoria, solo espero que
Folgar tuviera éxito donde nosotros no hemos podido.
Jules
me ha dicho esta noche que, tal vez, deberíamos intentar algo diferente.
"Quizá", dijo mientras afilaba una espada que claramente no sabe
usar, "debemos parar de buscar el camino de salida. ¿Qué pasa si el truco
está en quedarnos quietos?"
Una
idea tan ridícula sólo podría venir de un bufón. Pero, ¿y si tiene razón? ¿Y si
el bosque no nos deja ir porque seguimos intentando escapar?
Mañana
hablaremos con las damiselas. Tal vez ellas tengan una respuesta. Porque, por
la Dama, no sé cuánto más podremos resistir estas batallas sin fin...
- Señor bretoniano en caballo de guerra con barda, con Voto del Caballero, escudo, Virtud de la Confianza, Mangual de Fracasse y Gran Yelmo de Gromril
- Paladín portaestandarte de batalla en caballo de guerra con barda, con Voto del Grial, Virtud de la Heroicidad y Pabellón de la Dama del Lago
- Paladín bretoniano en caballo de guerra con barda, con lanza de caballería, escudo, Voto del Caballero y Virtud del Deber
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