domingo, 16 de marzo de 2025

[Trasfondo] Diario de Tristán

Parece que nunca se acaban los enemigos (o los rivales) en este mundo de Warhammer Fantasy, y claro, es normal si te vas de torneo (o justa). En este caso los caballeros bretonianos de Anárkiko nos traen su trasfondo del VI Torneo Leyendas en Miniatura.




16 labrario 1544 - Batallas sin fin

La guerra sigue llamándonos, como el canto de una sirena macabra. Anoche enfrentamos a una fuerza compuesta por vampiros y sus huestes esqueléticas. Fue una visión sacada de las peores pesadillas. La lucha fue feroz, y casi sucumbimos de no ser por la determinación de los jóvenes caballeros que enfrentaron a las criaturas con un coraje que les habría valido la bendición de la Dama si no estuviera tan ocupada observando nuestras penurias.

Al amanecer, los orcos y goblins emboscaron nuestro campamento. Conseguimos rechazarles, pero no sin grandes pérdidas.

Por último, esta misma tarde, un destacamento de elfos oscuros con lanzavirotes casi termina lo que los demás no pudieron. Fue una derrota humillante; apenas unos pocos caballeros lograron salir con vida, y yo cuento a Jules entre los supervivientes solo porque corrió más rápido que cualquier hombre o caballo que haya visto.

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23 labrario 1544 - Bajo el estandarte de la Dama, pero lejos de sus tierras

A estas alturas, me pregunto si seguimos en el mundo conocido o si alguna caprichosa hechicería nos ha llevado al reino de los sueños (o las pesadillas, según el día). Desde aquel extraño bosque en el que parecíamos avanzar sin movernos, hemos emergido en lugares que desafían toda lógica. Lo único constante es la amenaza. Anoche luchamos contra una hueste de hombres bestia tan grotescos que hasta Jules, nuestro bufón, se quedó sin palabras... por unos momentos, al menos. Luego sugirió que su hedor podría ser utilizado como arma en futuras batallas.

Es difícil seguir liderando cuando aquellos que ayer luchaban junto a ti hoy son solo nombres que recordarás en tus oraciones. Sin embargo, no todo es sombrío. El encuentro con unos Caballeros del Grial que escoltaban a un par de damiselas de la Dama ha renovado el espíritu de las tropas. Uno no puede evitar sentir que está más cerca del cielo cuando ve a esos caballeros combatir.

Jules dice que la Dama debe de tenernos especial afecto, pues no solo nos envía ayuda divina, sino también un ejército que parece crecer como si fuera alimentado por el suelo mismo. Dice que pronto tendremos que inventar títulos para todas las tropas que se nos unan: "Caballeros del Grial Perdido", "Húsares de los Viñedos", y su favorito, "Los Trotamontes del Bosque Eterno".

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1 veranal 1544 - Un bucle eterno, o eso parece

Hoy hemos vuelto al bosque. Ese maldito bosque. Reconozco las raíces de los árboles y los mismos claros que ya hemos cruzado incontables veces. ¡Por la Dama, si hasta creo que un cuervo se burla de nosotros con su graznido, tan familiar como la voz de un vecino impertinente!

Las tropas no dicen nada, pero sé que están tan desconcertadas como yo. Solo Jules parece llevarlo bien. Esta tarde se ha subido a un tocón y ha proclamado: "¡Viajamos en círculos, sí, pero con estilo! ¡Somos los Caballeros del Giro, campeones de la espiral, los favoritos de los árboles que no quieren dejarnos ir!"

Pese a todo, seguimos adelante. O atrás. O en algún lugar.

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29 antemisterio 1544 - Sombras en la oscuridad

El bosque, siempre el bosque. Pero esta vez no salimos a un desierto, ni a viñedos, ni a campos nevados; no, esta vez emergimos en una colina yerma, apenas salpicada por matojos retorcidos. Apenas habíamos avanzado unas millas cuando nos emboscaron los pielesverdes.

Orcos y goblins, los de siempre, pero esta vez más astutos de lo habitual, si tal cosa es posible. Un enjambre de lobos con goblins sobre ellos salió de entre los arbustos, y antes de que pudiéramos reagruparnos, los orcos aparecieron desde una elevación cercana. La batalla fue feroz. Los jóvenes caballeros, que aún parecen conservar una chispa de optimismo, lideraron la carga y consiguieron romper las filas de los goblins. Sin embargo, la lucha contra los orcos fue otra cosa; no hay nada más testarudo que un orco decidido, salvo quizás Jules intentando convencer a un caballo de que lo lleve.

Al atardecer, pareció que ambos bandos habíamos tenido suficiente, y los restos de ambos ejércitos mantuvimos las distancias, para finalmente, retirarnos. Después de una hora de marcha, hemos encontrado un claro, y por un breve momento creí que quizá habíamos escapado del maldito bosque. Qué ingenuo fui. Apenas habíamos desmontado para descansar cuando las sombras empezaron a moverse de forma antinatural.

Eran unas ratas pestilentes que ni siquiera la Dama puede haber creado con intención divina. Surgieron por decenas, portando espadas oxidadas y lanzas que parecían más peligrosas para ellos que para nosotros. Pero lo peor llegó después: una rueda infernal que disparaba rayos verdes y chisporroteantes. Por la Dama, el ejército, maltrecho de todo el día batallando poco pudo hacer ante aquello y a dura penas conseguimos salir con vida. Sin embargo, lo peor no fue la derrota, sino el hecho de que esa "Gran Rueda" que nos destrozó, por algún extraño motivo, parecía una metáfora de nuestro interminable viaje.

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01 destilario 1544 - Batalla con nuestros viejos amigos

Hoy, mis manos tiemblan al escribir. No de miedo, sino de tristeza. Nos encontramos con un grupo de enanos, y, como antaño, pensé que podríamos entablar conversación, quizá compartir cerveza, o al menos intercambiar información. Qué equivocado estaba.

Apenas nos vieron, empezaron a gritar acusaciones incomprensibles, hablando de traiciones y deudas inventadas. Antes de que pudiéramos responder, ¡cargaron contra nosotros con la fuerza de una avalancha! Las filas de martilleros rompieron nuestras defensas, y sus cañones comenzaron a hacer estragos en nuestra retaguardia.

Por la Dama, ¿qué les ha pasado? Siempre habíamos tenido buena relación con los hijos de Grungni, pero estos parecían consumidos por una rabia ciega. Jules, por supuesto, no podía quedarse callado. Mientras esquivaba una roca lanzada por una catapulta enana, gritó: "¡Yo siempre dije que estos tipos eran cabezotas, pero esto es ridículo!"

La batalla fue brutal y desesperada. Sólo la intervención de los Caballeros del Grial nos permitió sobrevivir. Pero incluso entonces, los enanos no se retiraron. Se atrincheraron en una colina cercana, y sus gritos nos persiguieron mientras nos alejábamos.

Algo está profundamente mal en estas tierras, y cada vez estoy más convencido de que nuestra presencia aquí, este interminable bucle de batallas, está afectando a todos los que nos rodean.

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5 gelidario 1544 - El regreso al inicio

De nuevo el bosque. Este bosque. Estoy seguro de que los árboles nos miran y se ríen. A veces creo que Jules tiene razón, y somos peones en un extraño juego entre la Dama y alguna otra fuerza caprichosa. Si así fuera, le pediría a la Dama que cambiase las reglas o al menos el tablero.

Y, sin embargo, seguimos adelante. ¿Qué otra cosa podemos hacer? Las tropas están cansadas, pero mantienen su fe, sobre todo gracias a los Caballeros del Grial y las damiselas. Sus palabras son un bálsamo para el alma, aunque admito que en ocasiones sus sermones me suenan tan lejanos como los cuentos que solían contarme de niño.

¿Algún día veremos de nuevo las verdes colinas de Bretonia? No lo sé. Pero mientras tenga un estandarte que alzar y una espada que blandir, seguiré adelante, aunque sea solo para escuchar el próximo chiste de Jules.

[...]

29 ulricario 1544 - La duda crece

La Dama es mi guía, y siempre lo será. Pero hoy, al mirar las caras cansadas de mis hombres, las cicatrices de los jóvenes caballeros, y los intentos de Jules por animarnos con historias cada vez más absurdas, me pregunto si incluso Ella puede escucharnos aquí. El objetivo principal de nuestra misión, ir en ayuda de Sir Roderick, ya apenas es un leve eco en nuestra memoria, solo espero que Folgar tuviera éxito donde nosotros no hemos podido.

Jules me ha dicho esta noche que, tal vez, deberíamos intentar algo diferente. "Quizá", dijo mientras afilaba una espada que claramente no sabe usar, "debemos parar de buscar el camino de salida. ¿Qué pasa si el truco está en quedarnos quietos?"

Una idea tan ridícula sólo podría venir de un bufón. Pero, ¿y si tiene razón? ¿Y si el bosque no nos deja ir porque seguimos intentando escapar?

Mañana hablaremos con las damiselas. Tal vez ellas tengan una respuesta. Porque, por la Dama, no sé cuánto más podremos resistir estas batallas sin fin...








  • Señor bretoniano en caballo de guerra con barda, con Voto del Caballero, escudo, Virtud de la Confianza, Mangual de Fracasse y Gran Yelmo de Gromril

  • Paladín portaestandarte de batalla en caballo de guerra con barda, con Voto del Grial, Virtud de la Heroicidad y Pabellón de la Dama del Lago
  • Paladín bretoniano en caballo de guerra con barda, con lanza de caballería, escudo, Voto del Caballero y Virtud del Deber
  • Doncella de la Dama de nivel 2 con 2 Pergaminos de Dispersión
  • Doncella de la Dama en caballo de guerra, de nivel 1

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  • 5 caballeros noveles con grupo de mando y Estandarte de los Noveles

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