sábado, 8 de marzo de 2025

[Trasfondo] Morko proveerá

  ¡Buenos días os den los dioses verdes! Siempre hace falta un poquito de humor en el Viejo Mundo, y de eso los orcos y goblins aportan de sobra. Hoy compartiremos más trasfondo del VI Torneo Leyendas en Miniatura de la mano de Duffman, que dice que vienen fuertes.




El dedo huesudo del Ugnuz ejerció presión sobre el gusano aplastándolo contra el cuenco. Un líquido viscoso de color azul embadurnó la mano del chamán orco. Este la alzó, y se la pasó por la cara al salvaje que tenía enfrente, dejándola marcada. 

Los tambores empezaron a sonar en el campamento de manera atronadora. 

Un gran grupo de orcos salvajes bailaban y gritaban al ritmo de la música. Los goblins silvanos libraban una guerra de bolas de heces de gigante tirándoselas unos a otros, mientras sus enorme arañas, cobijadas en el límite entre la luz que arrojaban las antorchas y la oscuridad, acechaban con hambrientas intenciones a un par de goblins nocturnos despistados. 

Los lobos gruñían y mostraban sus dientes mientras forcejeaban por algunos trozos de carne. 

Otro grupo de orcos, había atado a dos goblins en sendos jabalíes a los que azuzaban librando una carrera entre las hogueras. Uno de ellos cayó al suelo y fue empalado por su montura llena de rabia. Las risas de los espectadores se entremezclaban con los gritos de súplica del goblin que había sido designado para ser el sustituto del fallecido jinete. 

A pesar del jolgorio, Ugnuz estaba preocupado. El viaje había sido largo, y los chicoz estaban ávidos de combate. Las tensiones entre las distintas peñaz de pielesverdes de la tribu eran cada vez más evidentes.

En ese momento el gran jefe Gaghog salió de su tienda. 

La presencia intimidante del gran orco negro, si bien estaba lejos de conseguir algo parecido a una disciplina marcial había sido capaz de conducir a las peñas de salvajez al combate y de imponer algo remotamente parecido al orden. Al menos, hasta ahora. 

Ugnuz conocía a Gaghog desde que tenía consciencia. Si bien hablar de lazos familiares de hermandad no tenía sentido en la sociedad orca, sí que se podía decía asemejar a una relación simbiótica. Ambos se complementaban. Uno recibía las visiones de Morko y el otro se encargaba de que la horda las cumpliese. 

Los pielesverdes se apartaban al paso de Gaghog que lo miraban con una mezcla de miedo y en algunos casos con odio. Muchos salvajes, sobre todo los más grandes cada vez aceptaban menos su liderazgo. Se podía cortar la tensión en el ambiente. Ugnuz temía que en cualquier momento se iniciase una trifulca que diese al traste con sus planes definitivamente. 

El waaagh se disolvería antes de empezar. 

Varios orcos primitivos portando armas de hueso y piedra se aproximaron al gran jefe. Un silencio sepulcral se adueñó del lugar. Los impresionantes músculos del gran jefe empezaron a hincharse y su respiración notaba incluso debajo de su armadura. 

Ugnuz imploró ayuda a Morko. 

Y fue en ese momento cuando, una bola de heces del gigante impactó en la cara del orco negro. Los goblins silvanos, ajenos a todo lo que estaba ocurriendo habían seguido jugando con ellas. En un despiste, un lanzamiento desafortunado se desvió de su objetivo y había acertado en el lugar menos indicado. 

Las venas del rostro de Gaghog se hincharon hasta parecer a punto de explotar. Agarró al goblin Silvano más próximo y le arreó un puntapié lanzándolo con tal fuerza que impactó contra una mesa cercana en la que reposaban los cuencos con los ungüentos para los tatuajes. 

La virulencia del golpe, ejerció un efecto de catapulta que lanzó los recipientes de vuelta contra Gaghog, impactando de nuevo varios de ellos en la enorme criatura y tiñendo gran parte de su piel y armadura de rojo y azul. 

Tras unos interminables segundos de silencio, las carcajadas resonaron en todo el lugar a la vez que varios de los orcos salvajes empezaban a gritar el nombre de Gaghog. Finalmente, todo el campamento alzaba su voz al unísono. 

Estaba claro de, a la vista de los salvajes, el orco negro estaba bendecido y debían seguirlo a la batalla. 

El chamán Ugnuz alzó la mirada a la luna agradeciendo a Morko su ayuda. El waaagh seguiría adelante.




  • Gran chamán orco de nivel 4, con Baztón Rugozo de Buzgob

  • Gran jefe orco negro con dos armas de mano y Koraza Dura de Pelar de Drog
  • Chamán goblin de nivel 2 con Ditto Dize Doz
  • Chamán goblin de nivel 2 con Aro Pegapiñoz de Nibbla y Pergamino de Dispersión

  • 5 jinetes de araña con lanza y músico
  • 5 jinetes de lobo con lanza y músico
  • 5 jinetes de lobo con lanza y músico
  • 18 orcos salvajes con dos rebanadoras y grupo de mando
  • 18 orcos salvajes grandotes con dos rebanadoras, grupo de mando y Eztandarte del Beztia de Nogg
  • 21 goblins nocturnos con escudo, músico y 2 fanáticos

  • 2 karros de lobos
  • 2 lanzapinchoz
  • Karro de jabalíes
  • 5 jinetes salvajes de jabalí con lanza, escudo y campeón

  • Gigante
  • Katapulta lanzagoblinz

1 comentario:

  1. ¡Hola Duffman!

    Comenzando por el final, quisiera resaltar varias cuestiones:
    1- Aunque mola que el Gran chamán no sea el sempiterno Gran chamán Goblin nocturno por el tema de las setas, sí que es cierto que se hace un poco raro que sea el único orco común de la lista junto con el carro de jabalíes; con esa abundancia de orcos salvajes, uno se esperaría que al menos uno de los personajes también lo fuese. Esto lo digo porque para mí el trasfondo pesa más que la optimización de la lista, quiero decir, que es cuestión de opiniones y estilos, sólo eso... De hecho si yo quisiese jugar una lista así, probablemente el Gran chamán sería goblin común, el gran jefe sería salvaje y de los otros huecos, pues según me diese, pero entiendo naturalmente que buscas una lista optimizada pero sin abusar (a mí no me parece abusiva en ningún término, vaya eso por delante).

    2- me resulta curioso que a los carros de lobos no les hayas pagado el goblin adicional y las lanzas; por +7 puntos por carro, los ataques de los Goblins pasan de ser 3 ataques de F3 a 4 de F4, lo que es un cambio de capacidades muy grande habida cuenta lo barata que es la mejora, (áh, sí, y puedes disparar una vez más por turno 🥳).

    3- el relato en sí está muy chulo, sobre todo por el espacio que dedicas a describir la ambientación general de la escena, ya que de ese modo no resulta esforzado imaginarse el clima de suciedad y anarquía que tanto caracteriza a los pieles verdes; ayuda mucho al lector para meterse en situación.

    4- Aún entendiendo que pretendías que el resultado del mismo fuese continuista, no puedo por más que decir que en cuanto ese par de salvajes se acercaron al gran jefe, pensé que le desafiarían y que el clan pasaría a estar liderado por un salvaje ( lo que he de reconocer, me parece más natural, por la abundancia de ellos que hay en la lista), pero bueno, la verdad es que al final todo acaba de una forma muy pielverde: fiesta, diversión y cacas por doquier.

    ¡Un abrazo mú grande Duffman!

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