[CAMPAÑA] Los muertos no cuentan cuentos...(Relevo 3)

¿Qué hay generales? Habréis notado que pese a tener los resultados de la ronda 3, el escenario 4 está tardando. Algún jugador anda con problemas de agenda y estamos viendo que hacer. En esta entrada corta de la campaña, a modo de actualización tras el escenario 3, uno de estos jugadores ha abandonado la campaña. Por suerte otro de los jugadores de Madrid se ha animado y aquí os dejo su pedacito de historia (encajada con la desaparición del héroe anterior) en el interior.

Publicaciones hasta ahora:

Presentación de la campaña
Presentando al grupo 1
Presentando al grupo 2
Escenario 1 y emparejamientos
Relato R1 Krag vs Fluxus
Desenlace R1 Grupo 1
Deselance R1 Grupo 2
Escenario 2 y emparejamientos
Relevo

Relevo 2
Desenlace R2 Grupo 1
Desenlace R2 Grupo 2
Escenario 3 y emparejamientos
Relato R2 Krag vs Björn
Desenlace R3 Grupo 1
Desenlace R3 Grupo 2

Lo ya mencionado, lamentablemente Dani causa baja, con su lista de hombres lagarto, y ya no queda ninguno de los dos jugadores lagartos que empezaron. Mientras tanto, Julio ha decidido participar en la segunda mitad de la campaña a los mandos de Hogthor. Su regla única será la siguiente:

Hogthor es un minotauro, pero a diferencia de la mayoría de estos brutos, su lugar en la manada no es el de obediente saco de músculos, ya que ha sido bendecido por los Dioses con una inteligencia superior a lo habitual. Hoghtor tiene la regla emboscada. Las únicas unidades con emboscada serán Manadas de Bestias o Cazadores Ungors (no mastines) pero podrán emboscar siempre, no aplica la regla de que debe haber la mitad sin emboscar.

Os dejo con la historia.

Xa Hex estaba confiado, en las últimas jornadas sus huestes se habían deshecho del acoso de los humanos y su ejército avanzaba sin oposición. Preocupado porque aquellas escaramuzas y la batalla posterior hubieran retrasado a su ejército respecto a las razas inferiores, Xa Hex se había visto obligado a dirigirse al centro de la isla directamente, a través del bosque sombrío, una fronda oscura de vegetación en que la luz escaseaba, los sonidos típicos de la vida se amortiguaban y el terreno parecía conspirar contra aquellos que lo hollaban. Xa Hex había percibido que había algo más. Sabía que la isla albergaba la corrupción del mal, y que su misión era ponerle fin, y para ello debía aprestarse, pero en el bosque la impronta era mayor. Los árboles retorcidos de manera antinatural y los restos de animales brutalmente mutilados le preocupaban, y sabiendo que sus perseguidores ya no serían un problema, desplegó a sus exploradores eslizones como avanzadilla, tratando de establecer un perímetro para sus tropas menos móviles, entorpecidas por la maleza, no sufrieran ningún contratiempo.

Al caer la noche, el cambio de temperatura y una extraña intensificación de los sonidos alertaron al saurio, que convocó a los exploradores. Rápidamente se dio cuenta de que del flanco derecho no habían regresado ni la mitad, cuando se oyó precisamente en aquella zona una sucesión de golpes secos y sonidos ahogados. Xa Hex ordenó a los exploradores que le rodeaban que se lanzaran en aquella dirección, y formó a los saurios entre los árboles, estableciendo un muro ante lo que pudiera aparecer. Repentinamente, el suelo empezó a retumbar, oyeron el sonido de árboles quebrados, y una enorme bestia surgió a la carga desde las profundidades de la maleza. Los saurios pudieron detenerla, y la hostigaban con sus lanzas, cuando a la espalda de estos, que se afanaban con la criatura, empezaron a oírse estridentes gritos de guerra, y saetas se clavaron en sus desprotegidas espaldas. Xa Hex trataba de ordenar a sus tropas, hacer frente a los enemigos desconocidos, cuando algo bramó a su espalda. Xa Hex se giró cuando un enorme hombre toro, cubierto de metal y con la marca del Caos evidente en el lado derecho de su grotesca cara le miró fijamente y le embistió. El saurio era un experto luchador, pero había sido pillado en una situación delicada, no contaba con el soporte de su escolta ni con el tamaño de su agresor, y fue derribado al suelo. Hogthor blandió su enorme arma para aplastar la defensa del hombre lagarto, y el escudo se quebró, mientras las esperanzas se desvanecían para el saurio que sintió como su hombro sufría toda la fuerza de aquel golpe. Aún capaz de morir luchando, Xa Hex clavó su espada jaguar, otorgada por el Mago-Sacerote, en la pierna desprotegida del enorme minotauro, pero Hogthor pareció no inmutarse. Colocó esa misma pierna sobre la caja torácica del saurio, y mientras lo retenía, asestó el letal golpe sobre la cabeza de Xa Hex. En aquel momento se hizo el silencio, y los ungor y los gors empezaron a aclamar a su campeón, que había otorgado una nueva victoria a los Dioses. Los lagartos que aún se encontraban en condiciones rompieron la formación y huyeron en todas direcciones, llevados por el pánico, cuando Hogthor volvió a bramar. Su orden era clara, ningún enemigo saldría del bosque con vida ese día, y el destino de los lagartos sería el que seguirían el resto de los presentes en la isla. Los Dioses le habían otorgado una misión a Hogthor, y con su protección, conseguiría reclamar la isla para ellos.

A modo informativo, y dado que con el resto de personajes ya he llegado a ese punto, las restricciones de la lista de Bestias del Caos son las siguientes:

-Sólo se usarán unidades del libro Bestias del Caos.

-Es obligatorio llevar una unidad de Manada de Bestias y una unidad de Minotauros, ambas sin Marca del Caos (más allá de Caos Absoluto).

-Máximo puede haber 2 carros de tuskgor o 1 carro de garragor.

-La cocatriz, el shaggoth, el ettin maldito, el escuerzo alado y el galimatazo no están permitidos.

Además, entre los dos personajes ofrecidos para acompañar a Hogthor, Julio ha elegido al chamán del rebaño frente a un beligor.

Hogthor es un minotauro especialmente fornido, así que dado que Julio no ha jugado el escenario 3, he optado por asignarle 1 punto de Fuerza en vez de dejarle elegir F o R.