Buenos días, ya casi debe ser una sorpresa que vuelva cada varios meses con el tema, pero mala hierba nunca muere. Finalmente hemos cerrado la quinta jornada de la campaña de Warhammer Fantasy. Siguiendo en la línea de siempre, os resumo en dos artículos gemelos lo que ha pasado en cada grupo (en esta entrada el grupo 1). ¿Quién ha tomado la delantera por el paso a la montaña?
Como siempre, al empezar, enlaces a lo publicado hasta hoy.
Presentación de la campaña
Presentando al grupo 1
Presentando al grupo 2
Escenario 1 y emparejamientos
Relato R1 Krag vs Fluxus
Desenlace R1 Grupo 1
Deselance R1 Grupo 2
Escenario 2 y emparejamientos
Relevo
Relevo 2
Desenlace R2 Grupo 1
Desenlace R2 Grupo 2
Escenario 3 y emparejamientos
Relato R2 Krag vs Björn
Desenlace R3 Grupo 1
Desenlace R3 Grupo 2
Relevo 3
Escenario 4 y emparejamientos
Desenlace R4 Grupo 1
Desenlace R4 Grupo 2
Relato R4 Brogg vs Fluxus
Escenario 5 y emparejamientos
Presentando al grupo 1
Presentando al grupo 2
Escenario 1 y emparejamientos
Relato R1 Krag vs Fluxus
Desenlace R1 Grupo 1
Deselance R1 Grupo 2
Escenario 2 y emparejamientos
Relevo
Relevo 2
Desenlace R2 Grupo 1
Desenlace R2 Grupo 2
Escenario 3 y emparejamientos
Relato R2 Krag vs Björn
Desenlace R3 Grupo 1
Desenlace R3 Grupo 2
Relevo 3
Escenario 4 y emparejamientos
Desenlace R4 Grupo 1
Desenlace R4 Grupo 2
Relato R4 Brogg vs Fluxus
Escenario 5 y emparejamientos
En este artículo, que empieza ya, os voy a contar los resultados de las partidas, qué ha obtenido cada bando por lograr (o no lograr) el objetivo, como se desarrolla la historia de los protagonistas, y algo más...
En este quinto escenario, cuando los ejércitos vislumbraban el final del camino, se encontraban con un enemigo más. En la distancia se encontraba el paso que conducía a la cueva bajo la montaña, pero no estaban solos, y debían tratar de acabar con el ejército que disputaba la entrada...o dejarlo atrás y tomar el paso primero. Una vez más, las zonas de despliegue estaban más cerca de lo normal, para complicar las marchas, y el aspecto táctico se basaba en golpear, correr o aprovechar las colinas.
-Para los que han conseguido cumplir el objetivo principal: No solo has logrado la victoria sino que tu pericia en el fragor de la batalla merece ser recordada. Tus hombres han modificado la enseña de armas para representarlo. Obtienes un Estandarte de Guerra (+1 a la resolución de combate) gratuito. Puedes asignárselo a cualquier unidad que pueda llevar portaestandarte (que tendrías que pagar) o al portaestandarte de batalla de tenerlo. Además, tu maniobra te ha permitido acceder a la montaña antes que tus perseguidores, y trazar una estrategia. De forma adicional, durante la siguiente batalla, tu bando podrá repetir la tirada de un único dado D6. Usadla sabiamente.
-Para los que no han conseguido cumplir el objetivo principal: Tamaña afrenta no tiene perdón, no has recorrido todo este camino para rendirte ahora. En la siguiente batalla, la primera unidad con la que cargues tendrá odio ese turno (en caso de cargar con más de una unidad en ese turno, elige cuál gana odio antes de resolver los combates).
-Para los que no han conseguido cumplir el objetivo principal: Tamaña afrenta no tiene perdón, no has recorrido todo este camino para rendirte ahora. En la siguiente batalla, la primera unidad con la que cargues tendrá odio ese turno (en caso de cargar con más de una unidad en ese turno, elige cuál gana odio antes de resolver los combates).
En el grupo 1 los enfrentamientos eran:
Javi (Reinos Ogros) vs David (Bretonia)
Manu (Reyes Funerarios) vs Álvaro (Guerreros del Caos)
Alex (Imperio) vs Robin (Altos Elfos)
Manu (Reyes Funerarios) vs Álvaro (Guerreros del Caos)
Alex (Imperio) vs Robin (Altos Elfos)
Vamos a repasarlos uno a uno...
Javi (Reinos Ogros) vs David (Bretonia)
La doncella observaba a Jules
preocupada. La batalla había rápida y sangrienta, y el paladín de la Dama se
encontraba cubierto de sangre ajena. Eso no tenía nada extraño, las huestes
bretonianas eran conocidas en el Viejo Mundo por sus letales cargas y funestas
consecuencias para el enemigo. Pero algo era diferente. Cuando Jules y sus
caballeros habían visto las tropas ogras encaminándose a la entrada bajo la
montaña, no habían dudado en arremeter contra ellas, en perfecta formación de
lanza, y hendido la masa de desorganizados ogros como mantequilla, mientras los
campesinos eran enviados a distraer a aquella gigante aberración de la
naturaleza.
Lo que le preocupaba a la
doncella era la furia demostrada, el ansia de sangre y la lucha sin cuartel
incluso cuando las criaturas huían. Aquello no era honorable, y le había
recordado su breve viaje por Mousillon, donde el honor hacía tiempo que había
sucumbido ante emociones más mundanas.
La batalla había acabado, pero
Jules seguía gritando órdenes y aprestando a los caballeros como si hubiera
algún enemigo invisible que lo acosara. Ese semblante de ira escondía algo. La
doncella dirigió su caballo hacia la cueva tras el resto de la tropa, cavilando
para sí.
Groth no había visto semejante
furia en un humano jamás, ni siquiera en sus encontronazos con los elegidos del
Caos. Al salir a descubierto habían encontrado una ordenada formación de
caballeros bien pertrechados, y Groth había pensado que esas armaduras serían
un buen saqueo. Los caballeros habían virado y se habían lanzado a la carga, y
Groth se encontraba confiado de aplastar unos cuántos cráneos. Pero las cosas
no habían salido como esperaba, y los gruñidos y bramidos rápidamente se habían
tornado en alaridos de dolor. Groth había machacado, pero no bastó. Antes de
poder aprovechar el tener a los caballeros parados al alcance de sus mazas, la
mayoría de los ogros estaban heridos o directamente mutilados, y el pánico
había cundido. Groth había salvado el pellejo por los pelos, pero su guardia
había quedado muy mermada. Lo más sorprendente de todo es que mientras huía
algo le había impelido a volver. En condiciones normales Groth habría tenido
que hacer serios esfuerzos (es decir, apalear a algunos desgraciados) para
reagrupar y organizar a la partida de guerra. Pero el resto de ogros y gnoblars
parecían tener la misma necesidad de volver a la cueva…incluso el herido
gigante se había levantado y bramado con fuerza. Parecía que los ogros de Groth
Tripadeoro lucharían otra vez aquel día.
En esta partida, David utilizó la capacidad de carga de Bretonia con todo su potencial, y se lanzó al combate de cabeza, mientras entretenía al gigante. Las bajas causadas pusieron en fuga a los ogros pese a devolver algunas heridas, y David pudo cazar los restos del ejército mientras se escabullía hacia el paso. No hay recuento de puntos por estar claramente definida la victoria. Ambos jugadores tenían los personajes al máximo de experiencia, por lo que no ganan más habilidades.
Manu (Reyes Funerarios) vs Álvaro (Guerreros del Caos)
Este duelo entre dos de los jugadores incorporados a la campaña a posteriori ha sido muy disputado, con los guerreros del Caos haciendo trizas la oposición, mientras los demonios se desvanecían una vez más tontamente. La hierofante cayó pero el ejército funerario aguantó el tipo, y logró causar algunas bajas para llevarse una ajustada victoria por 7 puntos a 5, aunque cierto enjambre funerario salió donde no debía. Los 2 puntos de experiencia para Kishena (pasando a 12) y los 3 de Flogus (pasando a 9) no les permiten alcanzar otro nivel para obtener una nueva habilidad.
Manu (Reyes Funerarios) vs Álvaro (Guerreros del Caos)
La frustración hubiera sido la
reacción normal en Flogus. Aquellos enemigos no recibían el regalo de Nurgle.
Pero Flogus no estaba frustrado, estaba inspirado. Los demonios le habían
vuelto a fallar, pensaba mientras invocaba a las criaturas del Caos. Pero no lo
volverían a hacer. Tenía fe en los regalos del Dios. La jornada había sido
atípica. A punto de alcanzar la montaña, una hueste de no muertos había
aparecido en las cercanías. Flogus se había planteado ignorarla y marchar hacia
la cueva, pero como Elegido no podía rechazar un combate para la gloria de su
señor. El combate había sido duro, ante aquellos seres animados, pero sus
hachas gemelas habían dado cuenta de cada enemigo. La victoria estaba a su
alcance, pero su flanco había quedado expuesto ante el desvanecimiento de los
demonios, haciéndole perder el momento de la batalla, de manera que las tropas
de Khemri se habían logrado escabullir por el paso. Pero Flogus confiaba.
Completó la invocación, amenazó al hechicero con terribles agonías si permitía
que la invocación se disipara de nuevo y dirigió a los guerreros tras los pasos
del enemigo. La gloria esperaba.
En su otra vida, Kishena había
conocido la corrupción del Caos. Había luchado contra ella. Y también conocía
la mayor debilidad de los elegidos de los Dioses Oscuros…su vanidad siempre les
costaba caro. Cuando, lista para tomar el centro de la isla, había detectado la
putrefacción, había preparado la trampa. Y había funcionado. Sus
indesmoralizables tropas habían trabado el combate con los hábiles guerreros,
mientras a su alrededor la trampa se cerraba. Constructos y enjambres habían
aniquilado a las móviles tropas que siempre acompañan a los pesados guerreros
del Mal, y el coloso estaba listo para decantar la balanza. Pero no contaba con
que los descerebrados sirvientes de Nurgle dirigieran sus ataques directamente
hacia ella. Herida, se había visto obligada a dirigirse al paso sin acabar con
el ejército caótico que dejaba detrás. Y era consciente de que no se quedaría
allí.
Alex (Imperio) vs Robin (Altos Elfos)
Anurian podía sentir que su
momento había llegado. Se sentía confiado y poderoso. Normalmente hubiera
evitado el enfrentamiento con los humanos, pero era consciente de que no podía
dejar un ejército con dudosas intenciones a sus espaldas. Por otro lado tenía
que reconocer que había disfrutado contemplando como su entrenada expedición
ponía en práctica el depurado arte de la guerra de Ulthuan. Los imperiales
habían ido siempre a remolque, atraídos hacia donde quería mientras las móviles
tropas élficas golpeaban. Durante un instante había temido al ver la asombrosa
velocidad que la caballería imperial había adquirido a la carga…pero era una
suerte que sus máquinas de guerra hubiera estado especialmente precisas para
acabar con la amenaza. Algunos regimientos imperiales se le habían adelantado
entrando a la cueva, aunque poco podrían hacer por si solos. No iba a poder
permitir que un humano contemplara su momento, ellos se lo habían buscado.
Alec maldecía a voz en grito
mientras cruzaba el paso. Su caballería hecha trizas. Sus máquinas de guerra
dejadas atrás. Esos condenados elfos le habían atacado sin mediar palabra, pese
a las buenas relaciones diplomáticas de sus respectivas naciones. La batalla
había sido disputada, y muchas vidas se habían perdido innecesariamente, pero
Alec había identificado al ver su caballería ensartada que no podía mantenerse
al alcance de los lanzavirotes. Reuniendo a los hombres de sus alrededores
había marchado hacia el paso. No sabía que encontraría en la cueva, pero
esperaba poder utilizarlo para vengarse de esos elfos traidores. Podía ver su
misma determinación en los ojos de los hombres que capitaneaba, y junto se
adentraron en la montaña.
En la última partida del grupo las cosas también estuvieron muy disputadas, gracias al gran aguante de los tozudos imperiales, obligando a los asur a desatascar la situación con cargas múltiples. Además, la caballería imperial se ocupó de llevarse el protagonismo con cargas kilométricas, aunque un virote bien lanzado les amargó el día, y la victoria fuera 7 a 6 para Robin. Alec obtuvo 2 puntos de experiencia, y al llegar a 11 ha obtenido Destreza Marcial (+1HA/+1HP), mientras que Anurian no ha logrado avanzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario