Buenas, malas y regulares. Un día más comienza, y una nueva entrada ve la luz. Que manera más vendehumos de empezar la introducción, ¿no? Hoy toca una entrada invitada, y es que como sabéis, el pasado 12 de Octubre se celebró en Madrid el I Torneo Panzerhammer (Warhammer Fantasy 6ª MDNR). Pudisteis leer las bases en este blog, y también saber la experiencia de Rass como jugador, pero hoy Álvaro nos completa la visión como organizador del mismo. Que la mayoría no tenéis ni idea del currazo que llevan estas cosas, malditos snotlings...
Muy buenas a todos y gracias a los chicos de leyendas y en
especial a Cordo por acogernos en su blog.
Nota de Cordo: El blog es de todos, como Hacienda, y la pasta no la vemos ninguno, como Hacienda también.
Me llamo Álvaro y vengo a hablaros de mi libro el
torneo que organizamos desde el club Panzerhammer el pasado sábado 12 de
octubre. Como seguro habéis adivinado fue un torneo de Fantasy 6a edición con
los manuscritos de Nuth que se celebró en la tienda Goblintrader Norte de
Madrid. A grandes rasgos se jugaron 3 partidas a 2000 puntos a lo largo del día
con dos escenarios personalizados y un mata mata para acabar. Si queréis saber
más detalles sobre las bases las podéis consultar aquí.
Os voy a hablar sobretodo de mi experiencia personal como
organizador ya que este no sólo era el primer torneo que organizaba, ¡sino que
también era el primer torneo de Fantasy al que iba! El objetivo, aparte de
pasarlo bien, era fomentar la comunidad de manuscritos en Madrid así que
queríamos que reinara un ambiente amistoso y relajado y por eso no había ningún
aliciente real para ganar el torneo más allá de un pequeño detalle y la gloria
de la victoria. Sin embargo, sí que había premios exclusivos para los ejércitos
totalmente pintados, poniendo así nuestro granito de arena en la lucha contra
la marea gris así como sorteos generales. ¡Absolutamente nadie se fue a casa con
las manos vacías! Como ya he dicho, este es un reporte desde mi punto de vista,
el organizador, y como tal y teniendo en cuenta que no jugué ninguna partida no
puedo dejar mi visión de las mismas ni un análisis de lo que jugué. Para eso
podéis leer el reporte de Rass aquí.
Pues bien, la historia empezó hacia mediados de agosto
cuando un día me dio un venazo y me dije “¡Voy a organizar un torneo!” y así,
en los ratos libres que me dejaban la familia, la fiesta y la playa me puse a
escribir las bases. Otra razón por la que me animé a hacer esto es el hecho de
que casi todos (o todos) los torneos de manuscritos en la capital los ha estado
organizando el blog de Leyendas y ya era hora de que la responsabilidad
recayera en otros. Como ya he dicho, era un novato en estas lides así que para
las bases y horarios cogí de ejemplo tanto el último torneo de Leyendas como el
de Corredores del año pasado adaptándolos al horario de la tienda (que en un
principio iba a ser la tristemente difunta Quimera) y a los escenarios que
quería introducir. Una vez hecho un borrador avanzado me puse a buscar un
patrocinador, ya que la intención era enterrar en premios a los participantes,
y fue Impriwars que cedió varios packs de bandejas de movimiento totalmente
imantadas y una bandeja individual al resto asi como descuentos para todos. Por
si no les conocéis, Impriwars es una empresa madrileña dedicada a la fabricación,
venta y distribución de productos relacionados con el mundo del de los
wargames. Tienen maletines de transporte, bandejas de movimiento, peanas,
accesorios, adaptadores, escenografía…
Ufff bueno: bases, sitio y patrocinador, ya está, no? Ay
amigo, la ignorancia. Y es que con la publicación de las bases empezó el goteo
de mails de inscripción, gestión de pagos, compra de premios, revisión de
listas… pero sarna con gusto no pica, que dicen. Y antes de lo que esperaba
llegó la bandera a cuadros, el orgasmo, los fuegos artificiales, la culminación
de toda la preparación previa: el día del torneo.
Llegué a la tienda algo antes de la apertura con mi pase vip
y con mucha ilusión por que todo saliera bien aunque lo primero que tuve que
hacer fue arreglar la escenografía de las mesas a todo correr ya que parecía
que habían cogido la caja y la habían vaciado tal cual cayera. Superado ese
primer problema comenzamos a anunciar los primeros emparejamientos a grito
pelado y empezaron a rodar los primeros dados del día. En este punto tengo que
romper una lanza en favor de varios compañeros del club que se acercaron a
primera hora y ayudaron a organizar la primera partida y aportaron algo de
escenografía. Aunque después de comer me dejaron solo ante el peligro, sin
ellos el comienzo del torneo se me habría hecho bastante cuesta arriba.
Después de la primera ronda tocaba papeo y ya con fuerzas
renovadas encaramos la segunda partida no sin antes realizar la votación
popular del concurso de pintura que dio como vencedor por un voto a Pablo el
segoviano y sus lagartos seguido de Raúl (Rass para los asiduos del blog) con
Bretonia. Y así, entre resolución de dudas, manos inocentes y muchos unos nos
plantamos en la tercera y última partida que decidiría el ganador en una
batalla campal tradicional.
Finalmente llegó el momento del saqueo y como lo prometido
es deuda todos se llevaron parte del botín ya fueran miniaturas de personajes,
bandejas de movimiento, artículos de pintura o vales de tienda o… ¡todo a la
vez! ya que los sorteos exclusivos para el que llevara todo el ejército pintado
no impedían que te llevaras algo en los generales.
¡Victoria para las Bestias del Caos! |
La cuchara de palo. Sí, es un stormcast. ¡Eso es estilo! |
¡El primer premio de pintura! |
Pero aún quedaba lo mejor. Sí sí, has leído bien, porque no
hay mejor forma de acabar una jornada así que con un par de birras que nos
fuimos a tomar un servidor y 5 de los generales participantes (incluidos los
dos valientes pontevedreses, ole sus huevos). Después de un rato de alcohol, desenfreno
y conversaciones sobre miniaturas, reglas y demás acabó el día y mi “participación”
en el torneo.
Leyendas en Miniatura recomienda un consumo responsable de todo lo que no sean setas. Incluido miniaturas. |
Las sensaciones del torneo fueron en general muy positivas.
Me hizo bastante ilusión poder llenar todas las plazas la primera vez que
organizaba algo así y ver que todo salió bien fue muy satisfactorio. Por
supuesto no todo estuvo bien hecho ya que teniendo despliegues y objetivos
personalizados en 2 de las 3 partidas, improvisé y eliminé unos secundarios que
no habrían aportado mucho y sin embargo añadían una capa más de complejidad que
temía que fuera demasiado para los jugadores menos rodados. También el hecho de
no llevar preparada una forma informatizada para gestionar los puntos y
clasificaciones podría haber convertido cada cambio de ronda en un infierno
(para mí) pero por suerte un compañero del club resolvió el problema en un
minuto con Excel. Por último debería haber tenido mano dura con los jugadores
más lentos ya que alguna partida no se finalizó como debería o se pasó del
tiempo asignado a la ronda. En definitiva acabé muy contento con la experiencia
así que dad por hecho que más pronto que tarde volveré a la carga.
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