[OPINIÓN/UNBOXING] Reseña de Durgin Paint Forge

Hola, hola, compradores compulsivos. Nuestro buen Narbek le está cogiendo gusto a aparecer en estas páginas, y nos ha mandado un artículo nuevo para vosotros. En su ansia de acumular miniaturas y facciones, ha probado una marca más, Durgin Paint Forge, y nos lo cuenta y muestra. A mí me han encantado las minis, y eso que soy goblin nocturno...

¡Muy buenas, pintores, coleccionistas y otros seres con Diógenes!

Hoy os traigo una pequeña reseña de un par de miniaturas que me he agenciado (¡nunca son suficientes!), de Durgin Paint Forge.

Para los que no conozcáis la marca, se trata de una pequeña compañía italiana, relativamente novata en este mundillo. Recomiendo encarecidamente su web, ya que además de la tienda, tiene un blog en el que cuelga nuevos diseños, tutoriales de pintura (antes de aventurarse a crear su propia línea de minis, se dedicaba al pintado) y pajas mentales varias. Personalmente, lo encuentro muy entretenido, con un estilo de escritura muy ameno; eso sí, en inglés todo.

En 2017 lanzó su primer Kickstarter, con el cual se financió su actual catálogo; y el año pasado, lanzó el segundo (de pronta distribución, si todo va bien). En ambos casos yo me quedé fuera por motivos económicos, pero sí pude hacer un prepedido posteriormente de algunas cosas del segundo, así que, si interesa, ya haré su correspondiente reseña.

Pero volvamos al tema, que me desvío.

Estas dos minis cayeron como “autoregalos” navideños el día 28 diciembre; me dieron de plazo de entrega para el día 14 de enero, llegando un día antes de lo previsto.

Al abrir la caja, me llevé la primera sorpresa.

Pues sí, el pedido venía envuelto como un verdadero regalo navideño, acompañado de una tarjeta (“Bienvenido a la familia, Jorge”, para aquellos que no dominen la lengua de los piratas de Albión); solo esto ya me pareció todo un detalle, pero, además, al abrir el “regalo” descubrí una bolsita ajena a mi pedido, con dos peanas escénicas.

Lo dicho, todo un detalle.

Las minis vienen cada una en una bolsita individual, con todas sus piezas (que tampoco son muchas, por otra parte).

El despiece es sencillo: el cuerpo entero por un lado y las piezas adicionales (brazos, libros…) por otro.

Nota de Cordo: Me superencanta la gnoma-enana ingeniera.

Las minis son de resina, pero resina de buena calidad. Mi contacto previo con dicho material (la del Kickstarter de Círculo de Sangre, minis de Carnevale y algo de finecast de GW) me había hecho aborrecerlo en general, pero he de reconocer que, si bien el plástico me sigue pareciendo más fácil de “trabajar” (cortar, quitar rebabas y esas cosas), la resina de estas minis no tiene nada que envidiarle.

Las líneas de molde y rebabas son prácticamente inexistentes, contando con un nivel de detalle elaborado sin llegar a ser recargado (tal vez otras minis de la marca sean más “barrocas”, estas en concreto no).

Especial mención para el engranaje de la escopeta de la inventora, tanto por su diminuto tamaño como por el hecho de que no se haya quebrado siendo tan fino. Aquí lo tenéis junto a un dado de los que venían en la colección de Aos, para que os hagáis una idea:

¡Jodidamente pequeño!

El montaje no requirió mucha preparación por la mencionada escasez de líneas de molde (¡Y porque son cuatro piezas, vaya!)

Aquí tenéis a la Inventora:

¡Me encanta ese martillito!

Y al Guardián de la Senda, con cierto parecido a nuestro estimado Señor Enano, dispuesto a debatir sobre las bondades de reglamentos y ediciones anteriores:

¿Que cómo quedan respecto a otras marcas, preguntáis? Muy buena pregunta. Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis:

De izquierda a derecha, enano de Scibor, enanos de Durgin, enano de GW

Como podéis ver, tienen una altura similar, pero son más corpulentos y cabezones, destacando bastante al ponerlos juntos, por lo que no son especialmente recomendables para usar en Warhammer. Una pena…

Así pues, a favor de ellos:

·        Buena calidad de material.

·        Buen nivel de detalle.

En contra:

·        Poco uso fuera del coleccionismo puro, al menos hasta que saque su propio juego (actualmente en proceso de desarrollo).

·        Relativamente caros. Cada enano son 12€, más 6€ de gastos de envío.

Personalmente, me parecen recomendables, unos diseños interesantes y con una relación calidad-precio adecuada, pero entiendo que no todo el mundo esté dispuesto a pagar ese dinero por unas minis sin una “utilidad” clara, más allá del placer de pintarlas.

Pues hasta aquí la reseña. Espero que la hayáis encontrado útil y, si no es así, comentad vuestras sugerencias para mejorar.

Próximamente, fotos del Guardián de la Senda pintado en el post de Escalada de enero. ¡Spoilers! (o no, vete a saber cuándo me publican cada artículo xD)

¡Un saludo y a borrar agravios!

Narbek