miércoles, 26 de febrero de 2020

Un poquito de historia...de los wargames (Parte 1)

Muy buenas generales. Nuestro colaborador Peto se ha animado a preparar una serie de artículos sobre el origen e historia de los wargames, y me ha parecido un tema diferente e interesante que sin duda merecía su sitio en el blog. Por eso, hoy va a empezar por el principio con la clase de historia.



Buenos días a todos.

¿Alguna vez os habéis preguntado gracias a quién o quiénes podemos disfrutar del hobby que tenemos? ¿Dónde nació la idea de batirse el cobre sobre un tablero? ¿Cuáles eran los usos iniciales que se dio a lo que hoy es un hobby? ¿Y la de usar miniaturas? Pues bien, aquí vamos con una serie de artículos en los que pretendo explicar la historia de los wargames.

Nota: Antes de continuar sólo quiero aclarar que la guerra real no es ningún juego y no pretendo hacer apología de la guerra ni del sufrimiento que crean. Es más, compartiendo las palabras de Juan Carlos Herreros Lucas, creador del juego de rol “Comandos de Guerra”, las guerras sólo deberían existir moviendo figuras de plomo, plástico o cartón.

Antes de todo permitidme sacar la definición de wargame o juego de guerra que nos da Wikipedia: “Un juego de guerra (del inglés wargame y este, a su vez, del alemán Kriegspiel) es aquel que recrea un enfrentamiento armado de cualquier escala (de escaramuza, táctico, operacional, estratégico o global) con reglas que implementan cierta simulación de la tecnología, estrategia y organización militar usada en cualquier entorno histórico, hipotético o fantástico.”

Esto ya nos da una definición explícita del ámbito en el que nos movemos. Cabría añadir que hoy en día los wargames más extendidos se juegan sobre un tablero predefinido, con miniaturas y escenografía o en videojuegos.

Vamos a ver los primeros wargames que existieron, los prototipos con los que se empezó, en primer lugar tenemos al Chaturanga, que es el primer ajedrez del mundo, del que derivan todos los demás y es originario de la India; y para ser más explícitos los primeros textos que hablan del Chaturanga se remontan al siglo III a.c. Este jueguecito se expandió por todo el continente euroasiático y tiene muchísimas “versiones” como el shogi, el makruk o el xiangqi; aunque el más conocido en el mundo es el ajedrez de toda la vida.


Otro de los primeros wargames que existió es el Go. No sé si habréis visto alguna vez este juego pero se juega con piedras blancas y negras sobre un tablero en el que se cruzan líneas rectas. La finalidad del juego es ganar por puntos, que se consiguen o rodeando fichas (más bien grupos de fichas) enemigas o manteniendo zonas libres de ellas. El juego es originario de China, los primeros textos que hablan de él son del siglo IV a.c. Aunque principalmente sólo se expandió por Korea y Japón, a partir del siglo XIX empezó su andadura por todo el mundo.


En realidad estos dos juegos de los que he hablado, aunque representan enfrentamientos, se podrían considerar realmente abstractos ya que no hay un tema o ambientación asociados, es decir no se representa comportamientos de seres reales o imaginarios. Para que os quede claro de una manera muy burda, la función de una piedra blanca no es rodear a una negra y un caballo real no se mueve en “L”.

La siguiente etapa en la creación en esto de los juegos de guerra no llega hasta finales del siglo XVIII, donde dos alemanes, un tal Helwig, perteneciente al ducado de Brunswick, y más tarde Georg Vinturinus, de Scheswing, crearon un tablero que se dividía en 1666 cuadrículas donde cada color representaba un tipo de terreno y usaban distintos tipos de piezas que representaban unidades de varios tipos y que tenían distintas capacidades de movimiento expresadas en cuadrículas por turno. Pero al fin y al cabo las piezas de este juego eran como piezas de ajedrez que mataban piezas enemigas independientemente de si la ficha representaba un soldado o una compañía.

Pero ay chicos, ya sabemos cómo son alemanes, no pueden dejar nada a medias y tienen que perfeccionarlo hasta la extenuidad; por lo que en 1812, un noble prusiano amante de los wargames llamado George Leopold von Reisswitz y posteriormente, en 1824, su hijo Georg Heinrich Rudolf Johann von Reisswitz (estos nombrecitos prusianos de alta alcurnia…), que además era teniente del ejército prusiano crearon un juego al que llamaron Kriegspiel, cuya traducción literal es “juego de guerra”.




Tengamos en cuenta que empiezan a usar mapas reales de la época en escala 1:8000 que usaba el ejército prusiano de la época, fichas representando tropas bien diferenciadas y dados de seis caras especiales que, junto con unas tablas, recreaban lo que acontecía en el imaginario campo de batalla. Pero lo más curioso es que el juego tenía un árbitro y no se enfrentaban dos jugadores, sino dos grupos de jugadores que daban las órdenes de acción a las tropas entregándole un papel al árbitro. Y el árbitro, interpretando las órdenes que le habían llegado en el papel, actuaba con las tropas según lo que él había entendido.




Siguiendo con la propia historia el juego de los Reisswitz se siguió jugando y perfeccionando a los largo de todo el siglo XIX en Prusia y aunque en la primera mitad del siglo no fue muy usado por militares debido a la caída en desgracia de Reisswitz Jr fueron las asociaciones de Kriegspiel esparcidas por el territorio prusiano los que fueron mejorando poco a poco las reglas. Pero en la segunda mitad del siglo el propio ejército prusiano encontró un fin militar para el propio juego y sus mandos lo jugaban con asiduidad para entrenarse para futuros enfrentamientos. Es más, este juego fue en gran medida responsable de la humillante derrota sufrida por los franceses en la guerra franco-prusiana de 1870, por lo que, en el último cuarto de siglo, ejércitos del mundo entero, empezaron a usar el Kriegspiel en sus escuelas de mando.

Tanta aceptación tuvo el juego que en 1873 un grupo de estudiantes y profesores de la universidad de Oxford crean el University Kriegspiel Club, primer club de mundo de recreación de wargames.

Prometo en el siguiente capítulo de la entrega no meter tanta chapa y centrarme más en los propios juegos y hablar del primer juego de miniaturas en sí.

Saludos desde el Roble eterno


Peto

2 comentarios:

  1. Muy interesante el artículo. Felicidades

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  2. Buen artículo, muy interesante. No creo que hayas soltado ninguna chapa, me pareció muy entretenido.
    El Kriegspiel ése parece interesante ��

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