[OPINIÓN] Nos comen los catayanos

Buenos días pobres incautos que os dejáis liar ante cualquier nuevo moñeco. Parece ser que nuestro colaborador Ángel ha decidido que hace demasiado tiempo que en Leyendas en Miniatura no nos metemos en follones, así que nos ha preparado un artículo de opinión sobre la tendencia imperante a incorporar a toda edición fanmade de Fantasy suplementos de facciones que nunca se desarrollaron demasiado. Yo creo que es porque la gente necesita seguir comprando miniaturas, y ya pocas le quedan o algo...¿y tú?

"Nos comen los chinos"

Nunca pensé que utilizaría estas palabras del famoso monólogo de Julián López para describir un fenómeno que veo con más frecuencia en el mundillo de Warhammer. 

Me explico, hace unas semanas estaba viendo el vídeo de Meinkof de MiniatureWar y en cierto punto dijo algo sobre Nippon y de que nadie te impedía hacerte un ejército de Cathay o Nippon si así lo querías y esto me hizo revolverme un poquito en la silla.

Y es que creo que es un error común, sobretodo en ediciones fanmade, el gastar recursos en crear ejércitos de naciones que no llegaron a salir de las manos de Games Workshop en sus últimas ediciones.

Me explico, Nippon tuvo miniaturas en su día allá por 3ª y 4ª edición (corregidme si me equivoco) cuando Warhammer aún no era el Warhammer que hoy conocemos, así que entiendo que más de uno que jugara en aquella época pueda fantasear con lo que podría hacerse para Nippon hoy en día y también entiendo que a más de un jugador novato le encante la idea de ver samurais en su mesa de juego.

Sin embargo a todo esto le veo un problema. A nivel de trasfondo no sabemos prácticamente nada de esas tierras, que sí, que está regida por un Emperador conocido como el Sol Divino y que tiene contacto con otras razas como los Altos Elfos, el Caos o los Skaven pero no deja de ser una nota a pie  de página en el mundo de Warhammer, están ahí y no molestan y además apenas tienen un rol en el Viejo Mundo. 

Sin embargo no dejo de verlos por todos lados, tanto en partidas de rol como en diferentes reglamentos fanmade del juego y algo dentro de mí se muere cuando aparecen.

Primero porque como historiador me tomo el mundo de Warhammer como una extensión fantástica del nuestro pero regido por el mismo patrón. Y claro, encontrarme chinos en una de cada tres partidas me da un poco de repeluco. Ver un asiático en la Europa del siglo XVI era muy muy raro, que sí, que hubo casos como delegaciones japonesas en España e Italia, pero son la excepción. En el Imperio tenemos el caso del barrio niponés en Mariemburgo pero de nuevo, es la excepción a la regla y la posibilidades de que un niponés le diera por pasearse por el Viejo Mundo fuera del trabajo que ha ido a realizar allí son las mismas que las de un portugués recién llegado a Japón en el 1600.

Que ojo, que es tu partida de rol y te la montas como quieres, pero a mí me entran los siete males cada vez que veo katanas pululando por Stirland, del mismo modo que me escamaría ver a un imperial de expedición por Cathay. Para mí Cathay, Nippon e Ind son tierras que tienen que quedar entre nieblas y susurros, historias lejanas de tierras donde nadie sabe a ciencia cierta qué hay allí. Una tierra de enigmas inalcanzable y especulaciones.

Dicho esto, vamos a por la segunda razón y más importante. Hay diferentes sistemas en los que han creado libros de ejército de Nippon o Catai… ¿Para qué? me explico, ¿qué necesidad tienes?¿Cómo de testeada está esa facción?¿Por qué creas nuevo trasfondo para meter con calzador una facción que ni pincha ni corta?

Y ojo que con esto no me quedo sólo con las facciones asiáticas, lo mismo va por Estalia, Tilea, Arabia y otras similares, y eso que de estas últimas tenemos mucho más trasfondo comparado con Nippon o Cathay. 

No veo la necesidad; es gastar tiempo en algo que va a jugar una minoría. Minoría que bien podría usar sus miniaturas de samurais y usarlas con el perfil de una facción que ya existe como El Imperio por ejemplo. En un mundo en el que Tiempo es igual a Recursos, creo que hay cosas más importantes en las que centrarse, sobretodo si quieres que tu juego sea equilibrado. Porque por norma general cuando creas algo de cero, tiendes a romper el orden establecido en el juego y es muy difícil ajustarlo sin descompensar a las mecánicas del ejército.

No sé, no lo veo, que igual esto es porque allá cuando vivía en Londres me tocó currar en un buffet de comida china y desde entonces se me quedó una espinita clavada. Quien sabe.

¡Un Saludete!

Ángel