Buenos días kaudillo, grandes jefes e incluso jefecillos de medio pelo. Hoy vamos a ponernos en manos Enric, que va a cerrar su serie sobre el torneo de Kekolandia de "solo pielesverdes" con esta cuarta parte, en que los Machotez de Grimgor tratan de levantar el torneo tras una primera ronda no muy satisfactoria.
SEGUNDA PARTIDA
Acabamos la primera
ronda, y era hora de ver puntos. El mal resultado de mi primera partida me
llevaba a la posición 9, la penúltima, y tenía que hacerlo muy bien para poder
optar a un puesto decente en la tercera. Con gran sorpresa, vimos que las
Hordas Hobgoblin de Mikhail se habían marcado un Jezzailado de 20-0 pese a ir
sin magia (según decían los rumores después, gracias a una mezcla entre buena
estrategia, y a usar muy bien los Terrores, que hicieron huir a su rival a
medio ejército al principio de la partida, de lo cual no se pudo recuperar).
Los pielesverdes estábamos indignados. ¿Cómo podía ir el Hobgoblin primero? ¡Había
que pararle! Su siguiente rival era Victor P (éramos 2 Victors y 2 Enrics)
En esta partida seré más breve, ya que didácticamente no es tan interesante como las otras dos. Jordi estaba volviendo al mundo de Warhammer después de muchos años sin jugar, y su lista era sumamente tropical y poco eficaz: Lista de goblins nocturnos, con un solo chamán de nivel 2, general Kaudillo montado en garrapato, y un montón de goblins nocturnos, acompañados de trolls, garrapatos saltarines, despachurradores, colosales, y un lanzagarrapatos.
Al ver su despliegue me
di cuenta de que no tenía mucha experiencia como jugador, y que se estaba
iniciando (por ejemplo, había un bosque enorme en su zona de despliegue, en el
centro, donde le iba genial poner sus saltarines con el general, pero en vez de
eso los puso al lado e iba a poner ahí a otra unidad, que no se movería en todo
el rato). Le di algunos consejos (e intercambiar la unidad de sitio), pero
realmente su lista era difícil de llevar con poca experiencia.
Baste decir que en los
primeros turnos sus garrapatos saltando se despegaron del resto del ejército,
que no podía seguirle el paso. Los trolls se quedaron sin el liderazgo de su
general saltarín y se quedaron estúpidos el resto de la partida (más o menos,
alguna buena tirada sí que salió), y, aunque lanzó con fuerza irresistible la
mano de Gorko y lanzó a sus garrapatos saltarines a saco hacia mis orcos
grandotez, falló por unos pocos centímetros, y se quedó totalmente a mi merced.
Pude cargarle con todo y hacerle huir.
Por otra parte, pude
utilizar al troll en el flanco izquierdo, y una colina en el flanco derecho,
para hacer saltar sus fanáticos con poco riesgo, y, al no tener él caballería
ni redirectoras, llevar el ritmo, y, en un turno clave, hacer las cargas que
quise y, una vez lanzados el pie de Gorko o Gorko camina con noz de turno y
gastados sus dados y pergaminos, lanzar dos estandartes con la mano de Gorko
para cazar el flanco de sus pastores de garrapatos, y de su unidad de goblins con
chamán con mis jabalíes, y los estandartes de mejora de combate, todo a la vez.
Entre que los grandotez pegan duro, los combos de estandartes, los flancos, y
los pánicos con L5 que vinieron a continuación, su ejército se vino abajo y
salió por patas.
El mayor desafío (por lo
rotísimo que está) fue lidiar con el lanzagarrapatos, que se llevó a 11 de mis
23 orcos grandotez por delante el primer turno, medio carro el segundo, etc.
Pero a base de virotes y de lanzarle toda la magia cada turno acabó cayendo.
Nota de Cordo: Tengo un excel con los números del lanzagarrapatos desde 2018. Me parecía flojo y me lo sigue pareciendo. Quizás debería dedicarle un artículo.
En este escenario, se
daban 100 puntos adicionales por 3 objetivos (personajes, unidades, etc), y al
acabar con todo el ejército, me los llevé todos. Junto a estandartes y
cuadrantes, fueron 3000puntos para mí... frente a 0 de mi oponente (me hirió los
carros, pero quedaron ambos a 2h de las 4, el gigante con 3h, los grandotez
quedaron 12 de 23, etc… así que en puntuación no consiguió ninguno). Un 20 a 0
que me devolvería a las mesas de más arriba.
TERCERA RONDA
A media partida habíamos
ido a comer todos juntos (hubo intentos de que el hobgoblin tuviera que
sentarse solo por traidor XD), dejando la partida a medias. En mi caso, como la
partida fue rápida tuve tiempo de cotillear como iban las demás y ver los
ejércitos bien pintados (¡Muy buen nivel! Todo el mundo tenía o todo, o
prácticamente todo el ejército pintado. Olé por los pielesverdes 😊)
Para destacar, todos los
pielesverdes tragamos saliva: Mikhail había conseguido empatar con Victor P, lo
que le daba un total de 30 puntos y lo colocaba en segundo lugar. Se iba a la
final a la primera mesa. Su rival sería Victor G, mi rival en la primera
partida, que había vuelto a ganar y se ponía en cabeza con 32 puntos. Sería una
batalla digna de verse.
Por mi parte, la victoria
anterior me ponía en cuarto lugar con 24 puntos, así que subí a la mesa 2,
contra Victor P. Me apetecía mucho enfrentarme a él. Era la tercera vez que nos
encontrábamos en torneo, y las otras dos partidas fueron muy interesantes,
aunque realmente duras (en la primera empatamos, llevando yo un ejército de
ogros con cazador y monstruos, y en la segunda, le dio pa’l pelo a mi ejército
de Khaine (está el artículo colgado en el blog por si lo queréis ver).
El campo de batalla tenía
un lado más abierto, con un pequeño seto en medio, y un bosque y una torre
(impasable) en ambas esquinas, dejando un frente limpio, mientras que el otro
tenía un gran lago y otra torre, más próximas al centro. En un punto céntrico,
había una calavera gigante (impasable también). Perdí por tercera vez la tirada
de elegir lado de la mesa, y me tocó la laguna sucia de nuevo.
En cuanto a magia, Víctor
iba con un Gran Chamán de nivel 4, y otro de nivel 2 (ambos goblins nocturnos,
creo). Con el Gran Chamán, nos tocó a ambos los mismos hechizos: los dos
pisotones y andadas de Gorko, el Allá Vamoz, y el Gorko Protégenoz, que ambos
cambiamos por la Mirada de Morko. No recuerdo que dos hechizos le salieron a su
pequeño chamán (¿La Mano y la mirada?. Hasta ahora me había enfrentado a dos
listas con magia igual e inferior a la mía, y esta sería la primera vez que me
veía superado en ese aspecto -al menos hasta que cargara y empezara a activar
estandartes). ¡A ver que tal iba!
Aprendí del primer
escenario a expandir bien mis tropas aunque se alejaran de la burbuja de
Liderazgos y Karetos. A la izquierda del lago coloqué a los jabalíes pequeños,
al gigante, un carro, y la peña de 20 Grandotez. Detrás del lago puse a los
lanzapinchoz y al Kareto. Entre el lago, a los grandotez con porta de batalla,
al troll (delante de sus goblins nocturnos) y a los jabalíes grandotez con el
general. Detrás de estos, iría el Gran chamán con sus orcos (cerca del general,
para poder repetir la animosidad en la primera ronda, ya que no tendrían
objetivos válidos para cargar). A la derecha de las ruinas, puse a los otros
jabalíes y al carro. Todo bien repartido para que no se molestaran los unos a
los otros.
Víctor tenía un gran
ejército con mucha infantería (orcos, grandotez, 2 de nocturnos y pastores,
acompañados de un poco de caballería (2 de lobos, una de 5 jabalíes y un carro
con su general, un gran jefe orco), dos lanzapinchoz, y un lanzagarrapatos como
elemento central. Por su lista, intuí que su idea sería aguantar todo lo que
pudiera con sus receptoras y fanáticos, mientras me iría desgastando con el
lanzagarrapatos y la magia, hasta que estuviera lo suficientemente blandito
como para enviar a sus numerosos orcos a la carga. Así que tendría que avanzar
rápido e ir a por todas.
Desplegó en dos bloques,
dejando en el centro, tras la valla, al lanzagarrapatos y al lanzapinchoz.
Desplegó de manera un tanto simétrica, colocando lobos en los extremos, la
infantería repartida en los flancos, y la caballería en el centro. Los goblins
nocturnos estaban colocados de manera que pudieran enviar a los fanáticos a
ambos lados de la laguna, en los puntos más estrechos por donde podía pasar.
Perdí la tirada para
empezar y me tocó ir primero (exponiéndome al escupegarrapatos). En esta
partida, en el momento en que la escribo, ha pasado ya más de una semana, y no
recuerdo ya animosidades ni hechizos, bajas, etc. Por turno… así que tendré que
ser más genérico e ir a saco.
PRIMER TURNO
Mi plan era el siguiente:
enviar rápido al troll del centro-derecha, y al carro de la izquierda, a sacar
a los fanáticos lo antes posible, ya que era lo que me iba a enlentecer la
infantería y darle más turnos de lanzar garrapatos, virotes y magia. Después,
aprovecharía mi superior movilidad en los flancos para rodearle, y hacer cargas
conjuntas de infantería-caballería el mismo turno, lanzando los portahechizos
de los estandartes a la vez para que pudieran repartir bien duro, a pesar de
que cuando llegaran hubiera perdido algunas tropas.
Mientras, mi disparo y
magia irían directamente enfocados al lanzagarrapatos, que hasta que sea
revisado, es una máquina de cargarse cosas. En los primeros turnos, no conseguí
hacer entrar casi ningún hechizo (no se si entró algún pie de Gorko suelto a
hacerle alguna herida al escupegarrapatos, pero mis lanzapinchoz fallaron en
cadena y el daño hecho fue anecdótico). Mientras, a base de garrapatos y algún
hechizo consiguió reducirme de 16 a 12 la unidad de orcos con el Gran Chamán (a
ver si huía), y el carro y los jabalíes de la derecha, que quedaron bastante
heridos.
SEGUNDO TURNO
En el lado izquierdo, me
llevé una desagradable sorpresa: pese a usar el carro para sacar a los
fanáticos, dos de ellos los envió a interponerse delante de mi unidad de
grandotez, con tal suerte en la tirada que uno la alcanzó (estaría a unos 25cm)
y… su chamán llevaba las Setas Sombreroloco. 2d6 impactos por fanático
implicaron un carro muerto, y la unidad de 20 reducida a 14. Por suerte,
superaron el pánico.
En el centro, el troll
polo hizo lo que tenía que hacer: sacar a los fanáticos, recibir un bolazo, y
regenerar. El resto avanzó poco a poco, rodeando un poco para evitar recibir
amor goblin en la siguiente ronda.
En el lado derecho, creí
tener el control: yo llevaba caballería y carros, y él infantería, podría
decidir como cargar, pero sucedieron dos cosas muy bien planeadas por Víctor:
la primera, que el troll no consiguió engañar a los goblins nocturnos, y estos
enviaron solo un fanático a por el troll, y los otros hacia otras unidades para
evitar que cargaran. Al fin y al cabo, su interés era aguantar y escupirme de
todo el máximo de tiempo posible. Así que un fanático se interpuso delante de
sus pastores de garrapatos, su objetivo más jugoso (cargar a una unidad de
orcos con 3 filas, estandarte y superioridad es arriesgado, mientras que los
pastores son fáciles de destruir y así cruzar sus líneas y ocupar la
retaguardia).
La segunda cosa que
sucedió es que sus lobos habían rodeado a mis jabalíes buscando su retaguardia.
“Que lo hagan”, pensé. Tendrán un +2, pero dudo que me hagan muchas bajas con
esas lanzas de goma. A cambio, al ser grandotez, seguro que le doy una
somantapaloz a esos advenedizos, y tengo el +1 de mi estandarte… pero había
algo que no había tenido en cuenta...
En su turno, su plan no
fue buscarme la retaguardia, sino… el flanco de la unidad del general. Pensé
que estaba en el quinto pino, y ni siquiera consideré que pudiera llegar,
pero claro, esos bichejos llegan a 44cm y sí que lo hicieron. Flanco vs
estandarte, y con solo 1 jabalí que pudiera atacar, si sobrevivía, era muy
probable que pudiera dejar estancada a mi unidad un turno, así que se acercó
con los pastores para asegurarse él la carga, mientras, los orcos se acercaron
a la otra de jabalíes.
En el flanco izquierdo,
sus lobos habían caído ante sus jabalíes, y no tenía mucho que hacer más que
esperar y escupirme garrapatos hasta que los fanáticos se dispersaran.
En el centro, en cambio,
cometió un error muy grande, que le costaría la partida: decidió cargar con sus
goblins nocturnos y sus jabalíes al pobre troll Polo. Supongo que creía que me
quedaría, o que si huía podría redirigir con los jabalíes al otro flanco de la
unidad jabalinera de mi general, ya trabado por los lobos… pero no fue así. El
troll había venido a jugar como caballería ligera y huyó, y ambas cargas
(redirección incluida) fallaron. Sus jabalíes estaban a merced de mis grandotez
con porta de batalla. Puede ser que lanzara la mano de Gorko a los jabalíes
como último intento, pero yo no iba mal de dispersión (6 dadetes y 2
pergaminos) y no lo consiguió.
Lanzó su escupegarrapatoz
a la unidad del porta de batalla a ver si con suerte fallaba un pánico, pero
sacó malas tiradas para herir y “solo” se ventiló a 6, y superé el chequeo. En
combate, sus lobos mataron a un jabalí y ganaron el combate, aunque los chicoz
se quedaron donde estaban.
TERCER TURNO
Era mi momento de cargar a lo loco y sacar estandartes. En el flanco izquierdo, lancé una carga suicida de mis 14 orcos grandotez contra sus 20 orcos (sabiendo que, o ganaba o recibiría una carga goblin la ronda siguiente), pero contando con que mi estandarte de atacar una ronda extra me ayudaría. Mientras, el gigante y la pequeña de jabalíes se posicionaron buscando flancos, para garantizar que, aunque mis orcos acabaran cayendo, sus dos unidades de infantería no durarían.
En el centro, mis
grandotez cargaron a los jabalíes para ensañarse con ellos (también llevaban el
estandarte de atacar una ronda extra) y en el flanco derecho, cargué con los
jabalíes a los lobos que me tenían cogido el flanco del general. Era
arriesgado, pero, si conseguía que fallaran el pánico siguiente (L6), mi
general podría usar la fase de magia para lanzar la mano de Gorko y cargar a
los pastores. Si lo superaban, tenía que intentar no matarlos a todos, para
poderlos perseguir y alejarme. Si los destruía a todos, los jabalíes que habían
cargado podrían arrasar, pero los jabalíes del general se quedarían quietos y
tendrían que arriesgarse a huir la ronda siguiente (y con los orcos del gran
chamán detrás, no me apetecía especialmente). Por suerte, fallaron el chequeo y
pude salvar a mi general (los jabalineros que cargaron fallaron carga y
quedaron expuestos a una carga orca el turno siguiente, pero estos podían huir
sin problema -y sin arriesgar al general- hacia el lado derecho, totalmente
despejado, sin darme problemas en el centro y sin redirecciones chungas.
En fase de magia, al
lanzagarrapatos le quedaban 2 heridas y Víctor no quiso arriesgarlo. Dispersó
todos mis proyectiles, pero me dio manga ancha para lanzar la mano de Gorko y
que cargara a los pastores de garrapatos, y a activar los estandartes de ambas
unidades trabadas (falló la dispersión de uno de ellos de +6 a dos dados.
Duro).
Gracias a ello, pude
hacer dos rondas de combate, tanto con los orcos grandotez del flanco
izquierdo, que redujeron la unidad de sus orcos para restar filas y potencia de
la ecuación, y en la fase de combate, me permitieron ganarlo, y perseguir y
atrapar a su unidad. Los goblins nocturnos, que esperaban cargar y crujirme la
ronda siguiente, fallaron el pánico y huyeron también.
En el centro, la cosa fue
del mismo modo: la ronda de ataque extra me permitió matar a un par de
jabalíes, y aunque en la ronda oficial de combate solo maté a uno más, los
números hicieron el resto, la unidad huyó…. Y a su vez hizo que el general en
carro fallara pánico y huyera también.
Además, en la fase de
disparo, por fin los lanzapinchoz se despertaron, y uno de ellos acabó con el
lanzagarrapatoz. De repente, toda la línea orca había caído.
Víctor se dio cuenta de
que ya eran las 7 y pico y me pidió “jugar a saco”. Ir a por lo importante, y
hacer las tiradas que tocaban, ya que tenía que marcharse antes. Nos pusimos el
turbo, así que a partir de ahora todo es un caos: alguna de sus unidades se
reagruparon, pero el general no, y en mi siguiente turno los jabalíes pequeños
remataron a lo que no había huido.
Le quedaban pocos
movimientos por hacer: sus orcos cargaron a mis jabalíes, que huyeron, sus
goblins con el gran chamán se alejaron, y sus lobos se reagruparon, aunque como
la huida fue por pánico y no por declarar huir, se quedaron quietos delante del
troll polo y los orcos con el gran chamán. Nos despediremos de ellos.
En fase de magia, al
haber huido uno de los chamanes, pude aguantar bien la embestida, y además sacó
una disfunción mágica: su gran chamán quedaría embobado haciendo el mongo hasta
que sacara un “6”. En fase de disparo, los lanzapinchoz se cargaron la unidad
entera de jabalíes con el general. El general se quedó ahí solito mirando
embobado que leches había pasado.
ÚLTIMOS TURNOS
No había mucho misterio:
no quedaba nada de la línea orca, y mis jabalíes pequeños, gracias a
arrasamientos y a la mano de Gorko que aún llevaban, pudieron cruzarse todo el
campo de batalla a lo largo y acabar con los dos lanzavirotes a lo largo del
tiempo que quedaba.
Los goblins nocturnos no
pudieron aguantar la carga de los grandotez (y el gigante que se acercaba) y la
única unidad de orcos que quedaba fue también rodeada y troceada. Aquella ronda
de combate clave + estandartes + cadena de pánicos y desmoralizaciones fallidos
le había hecho polvo.
La única mancha negra fue
que mi gran chamán también acabó disfuncionando y volando en pedazos en una
nube verde, así que las últimas rondas no hubo fase de magia por ningún bando.
Calculando puntos, yo
había conseguido acabar con todo su ejército, y, aunque mis bajas también eran
numerosas, al final entre cuadrantes, estandartes capturados, general, y que en
esta ronda el centro del campo de batalla daba 200 puntos, conseguí otro
jezzailado a mi favor. 20-0.
Una muy buena partida,
cuyo resultado no refleja lo igualado de la partida en los primeros turnos,
donde una tirada (dispersar el allá vamos a 6+ con dos dados le habría salvado
los orcos, y habría permitido que sus goblins nocturnos me cargaran la ronda
siguiente), y unos pocos centímetros más con sus jabalíes -o no haber cargado
con ellos y haber hecho carga combinada de estos y el general a otra cosa, una
vez desgastados con el escupegarrapatos- hubieran claramente cambiado las
tornas. Si sus lobos hubieran superado
el pánico y yo los hubiera matado a todos “sin querer”, sus pastores podrían
haber acabado o hecho huir a mi general y haber ido a por el gran chamán… así
que yo estuve con el culín bien apretado, y liberando endorfinas a saco en
cuanto sus planes empezaron a fallar uno a uno, jeje.
CONCLUSIÓN DEL TORNEO
Pueees, con la coña,
había pasado de 24 a 44 puntos, y quedaba media hora para acabar el torneo. En
la primera mesa, tenían 32 (Víctor) y 30 (Mikhail y sus hobgoblins) puntos
respectivamente… así que si había empate, o ganaban los hobgoblins por
marginal, podía llevarme el primer puesto. Así que dejé mi honor pielverde para
otra ocasión y me puse a animar a los hobgoblins, que iban bastante igualados,
como si no hubiera un mañana. Pero finalmente la línea hobgoblin acabó cayendo
(esa falta de magia se nota mucho, ya tiene mérito aguantar tanto con 2 dados
de dispersión a pelo), y Víctor consiguió un merecidísimo primer puesto en el
torneo, dejándome la segunda posición a pesar de mi pésimo comienzo.
Un muy buen resultado,
con mucho mérito por parte de Loz Chicoz, que se portaron realmente bien, y
dieron la talla en todo momento (no como los goblins del lanzapinchoz. Ezoz zon
unos inútiles)
Y…llegó la hora de los
premios.
Emili se lo curró un
montón con estos, ya que había una miniatura para cada participante (Un
Kaudillo Orco en Trono impreso en 3d, que se suma a las filas de la marea
gris), y un montón de trofeos, que había hecho y pintado él mismo.
Aparte de los trofeos de
oro, plata y bronce (ya tengo el mío puesto en la vitrina, en el estante de los
orcos, para su orgullo) hubo miniaturas para el jugador más animoso y para el
que más bajas propias de fanáticos había tenido (impresas 3d, creo que de
Avatars of War), y trofeos para el jugador más deportivo (a sortear entre todos
los que tenían puntuación máxima) y, el mejor de todos, el trofeo para el
jugador en último lugar: un enano XDD.
Aprovecho para agradecer
y felicitar a Emin por la currada del torneo: por los premios en sí, por la
idea de cómo hacer estos y como repartirlos y toda la currada que implica, y,
sobretodo, por haber dado el paso adelante y decir: los pielesverdes molamos
tanto que nos merecemos un torneo racial verde :D Eventos así son los que se
recuerdan para siempre :D
Y con esto despido esta serie de artículos.
Loz Chicoz han visto que hay un Kaudillo Victor-ioso (no me echéis, por favor)
empezando un Gran Waaaagh y van a unirse a él, sin descartar dar una rebelión y
ocupar su puesto cuando mi General crezca un poco y si no cosecha las victorias
que se espera de un Kaudillo. ¡Que vigile!
Mientras, han demostrado
que ezoz pequeñajoz goblinzueloz no zon de fiar y fácilmente pisables, y que
aunque sean “máz populares” entre los jugadores de MDNR, no hay desafío que un
orco con su rebanadora en mano, y un estandarte bien cubierto de barro y heces
bendecidas no pueda superar.
Nos leemos 😊
¡Gran torneo y gran remontada! Gracias por compartirlo
ResponderEliminarBonita crónica. Felicidades a ti y a ezoz machotez por su desempeño en la batalla.
ResponderEliminarQué chula la crónica. Ha sido muy divertida. Gracias por hacerla.
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