¿¡Hola qué tal!? Este mes algunos de nuestros colaboradores han estado un poco remolones enviando la escalada de los lectores así que este último tramo del mes viene cargadito, y hoy le toca a los Barones de Pretto y sus coloridas miniaturas.
Buen día, amigos de todas las razas a uno y otro lado del Gran Charco.
Este
mes ha sido uno de los meses más convulsos de nuestra vida. El motivo puede
resumirse en una palabra de tres sílabas que causa miedo, pánico y terror todo
a la vez: mudanza (Nota de Cordo: Pum, ya he vuelto a fallar el chequeo de liderazgo). Y de las peores, las que están precedidas por una reforma
integral. Sin embargo, acometida por fin la misma —aunque siempre queden flecos
que resolver—, ya no tenemos más excusas tras las que ampararnos para los
próximos meses.
Como
avanzamos en nuestra anterior entrada, estos dos meses han sido propicios para
desovar más saurios para los Hombres Lagarto. Hemos alcanzado la cifra de
veinte y por el momento vamos a dejar así la unidad, aunque no se descartan en
un futuro nuevos regimientos. Eso sí, con un nuevo esquema de color, dado que
queremos exprimir al máximo la explosión de colores que permite este ejército.
En los
últimos tiempos hemos querido buscar —con mayor o menor acierto— la
originalidad y la audacia para escoger los esquemas de color de nuestros
ejércitos. En este caso, por desgracia, nos hemos acercado peligrosamente al
esquema canónico Azul hielo-Azul encantado y escudos Rojo costra de los Hombres
Lagarto de Warhammer Fantasy, pero juramos que ha sido todo un accidente. De
una manera u otra hemos optado por el menta claro para la piel, azul encantado
para las escamas superiores, morados para los escudos y amarillos para las púas
de hueso de la espina dorsal —¿marcan el auspicio del dios Tlazcotl, tal vez?—.
En las peanas, que pretenden representar una ciénaga en mitad de la jungla, es
donde reside su mayor originalidad. Están en color verde jade y recubiertas con
resina efecto agua de Vallejo y con distintas tonalidades más claras o más
oscuras para aparentar profundidades variables, y siempre incluyen algún
detalle de vegetación de jungla.
Además
de ponerles oro por doquier, hemos enriquecido la matriz original de los
saurios con piezas de la de los jinetes de gélido. El portaestandarte del
regimiento tiene un buitre que huele a Reyes funerarios y el campeón carga con
un escriba eslizón que, como los más perspicaces habrán averiguado, se ha
escabullido del trono de un mago-sacerdote slaan. Ambos son visibles en la
siguiente fotografía.
Hablando
de portaestandartes, mientras que para los Skaven del Barón el Portador del
estandarte de batalla fue la última adquisición, en el caso de los Hombres
Lagarto esta pieza se ha convertido en el héroe inaugural. La Baronesa ha sido
la encargada de darle vida como premio a su mayor velocidad con el pincel.
La
miniatura es un híbrido de un saurio estándar como los anteriores y de una
impresión 3D de un guardián del templo esculpido por Lost Kingdom que fue
impreso decapitado por error. (Hay otro héroe lagarto que padeció similar
suerte durante la impresión y que hemos sabido reciclar, pero ya aparecerá en
otro capítulo este 2.022 o en 2.023 a más tardar y si Dios quiere).
Tiene
el realce que merece una figura de su entidad al contrastar fuertemente sus
escamas rojas y naranjas con las de color menta y azul de los saurios que
dirige, pero también se comunica con ellos por su lengua y sus estrías azules,
las bandas moradas del estandarte y sus plumas turquesas y amarillas.
Aquí os
dejo una panorámica de lo pintado.
Por
último, para darle un poco de alegría a la entrada os mandamos fotos de una
vieja vitrina perteneciente al difunto abuelo del Barón y que ha sido
convenientemente restaurada para albergar parte de nuestra colección en nuestro
nuevo hogar:
Los
elfos ocupan los niveles superiores y los skaven los inferiores. Podéis ver
entre ellos algunas obras inéditas en Leyendas en Miniatura como a Korhil, un
fénix, el jinete de grifo de la Isla de la Sangre y la Reina Eterna y su
séquito de doncellas guerreras por parte de los Altos Elfos; y por el lado de
los siervos de la Rata Cornuda la campana gritona, un árbol de Nurgle, unas
ratas ogro armadas hasta los dientes y dos conversiones especialmente
interesantes: un caldero de las mil enfermedades —los porteadores, monjes de
plaga con varas imantadas para transportar su carga con seguridad, no aparecen
por desgracia en la foto— y un pebetero de plaga completamente artesanal, o
casi.
Nota de Cordo: Por favor, esta foto me hace muchísimo daño, ponedle remedio. |
Y en la
parte superior, nuestros coloridos campeones del Super Fantasy Brawl.
Sin nada más que agregar y a la espera de vuestros comentarios, se despiden de vosotros vuestros barones favoritos.
Muy bonitos esos Saurios. Me han gustado mucho los colores, las plumas, las peanas, etc. Me lo apunto por si en un futuro pinto Lagartos. ¡Y qué gusto de vitrina!
ResponderEliminarGracias, Rass. La vida es larga, ¿y quién pondría su mano en el fuego por no sucumbir ante la tentación de empezar un nuevo ejército? La marea gris llama...
EliminarEl problema no es empezar "UN" ejército, sino cuántos... Jejeje
EliminarY el gran problema es cuando piensas "mmmh... Es que para los que me quedan, es una pena no acabar teníendolos todos" :(
EliminarEs extrañamente reconfortante comprobar que todos los coleccionistas padecemos los mismos TOCs. Estomcomienza a parecerse a Warhacólicos Anónimosx
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