¡Buenos días! Hace ya unos días Enric estuvo enseñándonos por estos lares la pequeña fuerzas de Bestias del Caos con la que se presentó al torneo de Kekolandia por parejas del mes pasado. Hoy completa la crónica de torneo con las partidas y resultados.
Muy buenas de nuevo,
pequeños Ungors de ridículos cuernos. Acercaos a la hoguera sin demora, a
seguir oyendo la historia del Rebaño de Slagathor. Sin embargo, antes tendréis
que pasar por el corrillo de capones que os han preparado los Bestigors… Y no
os va a gustar. Pero miradlo por el lado positivo… los que sobreviváis os
podréis comer los restos de los que no :D
En el último artículo
pudisteis ver la (poco óptima, y visto a posteriori, ilegal… upps) lista de
hombres bestia que preparé para el torneo por parejas aleatorias de Kekolandia
2022, y como iban a ir los escenarios. Hoy toca… el torneo en sí :D
Pero antes… sí, la lista
no estaba bien hecha, ya que me puse un personaje con marca de Slaanesh, sin
tener ninguna unidad con esa marca. En mi defensa, es la primera vez que jugaba
“Caos”, ya que en el culto de Slaanesh ya vas con ejército de tal marca y no
existen estas restricciones. Como dicen los Estalianos: “Lo siento mucho. Me he
equivocado, y no volverá a ocurrir”.
Enga. Al torneo. Empezó
el día con unos balidos de Ungor anunciando la salida del sol… (Que
resultaron ser la niña, a las 3 y a las 7.30 de la mañana. Grrrr. Ni el sábado
se puede descansar) y que tocaba día de matanza.
Empezamos el torneo a las
10, con ganas de ver con quien nos emparejaban, y en que consistiría el
objetivo secreto de la primera partida.
PRIMERA RONDA
Respecto a lo primero, me
tocó con Albert y sus Elfos Silvanos, trasfondísticamente lo peor que les podía
pasar a mis orgullosas bestias, pero decidieron unir sus fuerzas temporalmente
contra el consumo de carne y el cambio climático. ¡Abajo las civilizaciones!
Albert no llevaba magia, lo que me dejaba con el chamán un poco inutilizado,
pero a cambio tenía un ejército con bastantes tropas para ser silvano. Si no
recuerdo mal, llevaba un héroe bailarín sombrío dentro de una unidad de
bailarines, un segundo héroe en águila, dríades, una de arqueros, unos kurnous,
una caballería ligera, y … y creo que ya.
Nos informaron de dos cosas: uno, que cada ejército tenía su general, que no podía pasar el liderazgo al aliado, y segundo, que las unidades aliadas no provocaban pánico. Esto, que tiene cierto sentido para evitar que cosas como goblins o similar te hagan huir, implicaba que todos intentaríamos ir alternando unidades con las de nuestro aliado para ser casi inmunes al pánico.
Además, también recibimos una hoja muy currada con la “sorpresa” del primer
escenario: se informaba que nuestro aliado no era de fiar, y que teníamos que
apuntar una unidad de 100 puntos o más aliada, que, si moría durante la partida,
nos daría 2pts de torneo extras.
Elegí la caballería
ligera silvana, que suele durar poco. Además, obtuve el segundo hechizo de
Slaanesh, que da furia asesina a una unidad, amiga o enemiga, a cambio de que
sufra 1D6 impactos de F3 al inicio de cada turno (amigo y enemigo). Si la
unidad seguía viva a finales de partida, quizás recibiría “un empujoncito
cariñoso” de su amigo cabruno para que muriera (estampándose o de
auto-flagelación), jojojo.
Nuestros adversarios eran
por una parte Vlad, con un ejército del Culto de Slaanesh muy compacto: una
unidad grande de Iniciadas con su general hechicera, una unidad de caballeros
gélidos con noble dentro, sombras, y un lanzavirotes. Y ya. Pequeño pero matón.
Y por la otra Emili y sus pielesverdes, a quien habéis ido viendo en el blog.
Él llevaba un ejército temático de orcos salvajes, y silvanos. Una unidad de
orcos salvajes con el general, una de goblins silvanos con chamán, y porta de
batalla goblin silvano, una de arañas, una de jabalíes salvajes… y una
Arachnarok. Upps… Miedete.
Por suerte para nosotros,
nos tocó la mesa con más escenografía de todas, que incluía un par de bosques,
al que Albert añadió un tercero, y una laguna, bloqueando gran parte del centro
de la mesa.
Desplegué los hombres
lobo y los mastines en el flanco izquierdo, frente a los jinetes de jabalí y de
araña de Emili, que hacían la misma función de impedir que los cerdetes se
lanzaran a lo loco. En el flanco derecho, Albert puso sus Kurnous y unas
dríades, para frenar a los gélidos de Vlad, y a unas sombras que aparecieron
más tarde (pero que se veían venir, ya que con las Iniciadas solo tenía una
básica…). En el centro, fuimos alternando una unidad de cada, con los arqueros
y el Cígor colocándose a cubierto del lanzavirotes druchii tras un bosque, pero
con un lago delante, por donde podrían disparar sin problemas a lo que hubiera
en esa zona. Respecto al lanzavirotes…estaba amenazando la zona más descubierta
desde la colina, y daba mucho pavor. Esperaba que la manada emboscante llegara
pronto, y acabara con esa amenaza.
Resumiendo la partida,
empezamos bastante mal. En el primer turno, a duras penas conseguimos contener
la magia Slaaneshiana y pielverde enemiga con pocas bajas, solo para descubrir
que el noble elfo llevaba la vara de Kharaidon, que apuntó a los Kurnous y en
un golpe de suerte destrozó a los cinco (Nota de Cordo: ¿Y teniendo Resistencia a la Magia no pudieron dispersar el portahechizos?). Por su parte, el lanzavirotes reventó
a varios mastines y los hizo huir, y los goblins se acercaron a hacer de cebo
para obligar a los hombres lobo a cargar, y que los jabalíes pudieran hacer la
contracarga. Pintaba mal la cosa.
Por nuestra parte,
intentamos maniobrar para hostigar sin enfrentarnos a sus infanterías más
lentas, y poder buscar sus unidades por separado. Mientras, en la fase de
disparo (la de magia fue bastante inútil hasta los últimos turnos) concentramos
los disparos en las Iniciadas, que eran las más frágiles, pero peligrosas, si
se acercaban demasiado. El Cígor fue acertando bastante decentemente, y al
final de la partida quedaron solo 5 o 6. Desgraciadamente, a lo largo de la
partida el Cígor sufrió dos virotazos, que lo dejaron con dos heridas restantes,
y un resultado de problemas al lanzar el pedrolo le hizo una más. Con el miedo
de perder 130 puntos, y con las unidades trabadas en combate y poco que
conseguir, me dio más cosa seguir disparando a lo loco y volver a sacar
problemas, y pasó el último turno escondido.
En el centro, la cosa
pintaba mal… Las unidades de infantería se acercaban lentamente, pero creíamos
que poco a poco las podríamos diezmar a disparos, y después rodear, o conseguir
la carga. Sin embargo, el Arachnarok era harina de otro costal, al atravesar
bosques, se movió rápidamente y nos obligó a estar media partida escondiéndonos
de ella, ya que no teníamos nada que pudiera enfrentarse a esa mole
directamente. Además, en algún momento de su fase de magia me colaron un
proyectil a la manada, matando a 5 ungors del tirón, fallé el pánico, y el
resto de la partida la unidad estuvo huyendo entre 10-15cm, y fallando
reagrupamientos a 8s (con el músico), creo que aparte del pánico, fallé 3
seguidos, y la unidad, con el general, se largaron a pastar a otro lado.
Leyendo las reglas, vimos
que el general no puede tocar el cuerno si no está sobre la mesa, pero no se
indica nada que diga que no se pueda lanzar aunque esté huyendo (¡A mí las
cabraas! ¡Beeee!), así que la manada emboscante se lanzó a por el lanzavirotes…
y que va. Fallé el liderazgo, y decidió salir por la esquina derecha de
nuestros adversarios, donde no había nada, y los más cercano serían los
gélidos… Pues na, ayudaríamos ahí.
En el flanco derecho, sí
que parecía que lo tendríamos bien, ya que las sombras huyeron por un pánico de
disparos de arquero, y después fueron cazadas por el héroe en águila, mientras
por su parte las dríades consiguieron cargar a los gélidos, en lo que creímos
un fallo de maniobra de Vlad (14 ataques de dríade, 7 impactos, 4-5 heridas, a
3s, son un par de bajas, aún con el estandarte, podíamos ganar el combate, o
empatarlo, y rodear el turno siguiente con los mastines, o el héroe en águila)…
pero descubrimos que les había puesto a los gélidos el estandarte del almizcle
soporífero, con lo que las dríades iban a 5s a impactar, y creo que mataron a
un gélido y ya. Por suerte, a Vlad se le cayó la mano y no les hizo nada, perdieron
de uno, y huyeron. Sin embargo, se reagruparon al turno siguiente, y, aunque
intentamos rodearlo con las manadas, mastines y dríades, se posicionó muy bien
(y, o conseguíamos carga conjunta por distintos flancos, o aquello acabaría mal
para nosotros), nos debilitó a magia, y los turnos clave la manada falló el
miedo, o no llegó a cargar con el 25%... Total, que los gélidos acabaron vivos
-o a medias- y acabando con las dríades (abandonadas por sus “aliados”).
El flanco izquierdo, en
cambio, que tenía mucho peor pinta, acabó mejor. Tras huir la manada y los
mastines, los licántropos se habían quedado solos, y tenían por ahí a las
arañas, jabalíes, silvanos y lanzavirotes… y la Arachnarok rondando cerca. Los
licántropos, cabreados, cargaron obligatoriamente a los goblins en araña, que
huyeron, quedando mi unidad a alcance de carga de los jabalíes. Ahí hubo un
error de cálculo de Emili, que, con el miedo de que yo acabara llegando a los
jabalíes los había dejado atrás, así que la carga que me haría con estos
(obligado por la furia asesina) sería frontal en vez de por el flanco. Pensando
que me reventaría, alejó el resto de unidades hacia el centro. Sin embargo,
haciendo un cálculo rápido, 5 jinetes salvajes con campeón son 8 ataques de F4
y 7 de F5, de media impactan 4 y 3,5, y hieren 2 y 2. Esto son 4 heridas, que
puedo regenerar a 5+. Después, al haberme matado un licántropo (aunque después
reviva), respondo yo con 8 ataques a 3+, 3+, que acaban siendo 2-3 heridas si
no tiene suerte con las salvaciones a 6+. Con que regenere alguna, tengo
potencia, contra su estandarte, y la cosa queda en empate o similar. Y,
efectivamente, me hizo 4 heridas, pero los dados estuvieron de mi parte y
conseguí regenerar 3 de ellas, tras haberle hecho 3 heridas… así que gané el
combate, con superioridad numérica, miedo, perseguí, lo atrapé…. ¡Y venía mi
turno! Pensando que esto no podía suceder en ningún caso, los goblins silvanos
se habían girado y dado la espalda para disparar o lanzar magia a la caballería
rápida silvana (que cayó rápidamente, sin necesitar mis argucias, dándome los
2pts del escenario), así que cargué por la retaguardia, hice un destrozo de
porrocientos goblins, que huyeron, cazando así al chamán y al porta de batalla.
Gracias a esto, en las
últimas fases de magia lo tuvimos algo mejor, e incluso pude colar -con fuerza
irresistible- la furia asesina autodestructiva de Slaanesh al lanzavirotes,
aunque por desgracia solo conseguí matarle un miembro de la dotación, y como
tuvimos que acabar la partida en el turno 5 no dio tiempo a rematarlo. Por otra
parte, fue especialmente divertido que la hechicera druchii fallara casi todos
los chequeos de Liderazgo de “Devorador de almas” del Cígor, y acabó sufriendo
dos disfunciones. Aún así, las tablas de disfunción son de broma, y no pasó
nada de interés…
Sin embargo, los pobres
licántropos no pudieron disfrutar de su logro, ya que el lanzavirotes y la
hechicera druchii se dedicaron a freírlos, hasta que solo quedó uno malherido,
y ahí las 5 o 6 iniciadas que quedaban se atrevieron a rematarlo. Aunque, como
no las tenía todas, sacó a la hechicera de la unidad para que el licántropo no
regenerara una herida y la pelara… y no le sirvió de mucho, pues el héroe en
águila silvano la cazó por los pelos, y acabó con ella el último turno. Bieeen.
Nos quedaba el centro…
con la Arachnarok, y los orcos salvajes con su general acercándose
peligrosamente. Conseguimos marear a la araña unos turnos, y gracias a una
pedrada, reducir un poco la unidad de orcos. En un momento de la partida, vimos
que teníamos que cargar a los orcos salvajes sí o sí, o se nos comería la
araña. Hicimos una carga conjunta del carro de bestias y los bailarines por el
frontal, aunque, como tenía que ir el carro primero (para no tener que pasar
por el bosque), los bailarines tuvieron que hacer un pequeño rodeo, y solo
llegaron tres de ellos. Conseguimos ganar el combate, pero los pocos orcos que
quedaban aguantaron…. Quedando el carro al alcance de la Arachnarok. Glupps.
En la ronda final,
jugando a contrarreloj, los bailarines habían envuelto, y se disponían a acabar
con los orcos salvajes, mientras la Arachnarok acababa con el carro, pero, en
sus últimos estertores, la hechicera druchii lanzó con fuerza irresistible
Espasmos Cautivadores a los bailarines, para que no pudieran atacar, y fueran
impactados automáticamente. Con las prisas no caímos en que este hechizo no se
puede lanzar a unidades inmunes a psicología, y los bailarines lo son… pero…
cosas del directo, en vez de tener una escabechina de orcos salvajes, tuvimos
escabechina de bailarines drogados. El Arachnarok reventó al carro, y los
bailarines huyeron y fueron atrapados.
Al final, había habido
una buena carnicería sobre la mesa. Por su parte quedaba un lanzavirotes
(condenado a morir si hubiera habido un sexto turno), unos pocos orcos
salvajes, el Arachnarok, y los caballeros gélidos. El resto, bien muerto.
Por la nuestra, quedaba el Cígor con una herida, unos arqueros silvanos, mi
chamán, y mi manada emboscante y los mastines de la derecha, que no habían
hecho nada de nada.
Contando puntos, perdimos
por una derrota marginal por muy poco (si hubiéramos hecho lo del hechizo bien
y los bailarines y el general silvano hubieran aguantado, habría habido empate,
o incluso marginal a favor -si huía el Arachnarok, grrr), pero, tal como había
empezado la partida, no nos parecía nada mal el resultado, porque había habido
momentos que pintaba masacre en contra.
Una partida muy
interesante, en la que tuvimos que mover y escondernos como cobardes silvanos
para sobrevivir, y que conseguimos aguantar el embate solo gracias a que la
mesa era la más densa de todas. Fiuuu.
En cuanto a los rivales y
aliados, Emili y Albert son ya conocidos de mil batallas y campañas, y siempre
es un placer jugar con ellos, y con Vlad, a quien no conocía, fue un gustazo
jugar también.
SEGUNDA RONDA
Acabamos la primera partida
agotados mentalmente, y sin descanso para la segunda. Pensé que, al ser las
partidas de 1000 puntos por jugador, donde tienes que mover menos tropas, y
sois dos para tomar decisiones, serían más ágiles… pero, que va. Al revés. El
hecho de ir comentando con el aliado que hacer con cada unidad… ralentiza un
montón, además que tener que sumar las explicaciones, despliegues, reglas de
turno especiales de cada ejército, etc. Dos veces alarga mucho las partidas…
así que tendríamos que ir corriendo en las otras.
Para la segunda ronda,
hicieron un cambio en la organización intentando que “el que va primero”
emparejarlo con “el que va último”, etc. En lugar de hacer aleatoriamente
alguien de la mitad vencedora con alguien de la mitad vencida. Esto en parte
tenía el sentido de decir “la lista más culodura, con la más tropical”… pero
daba un problema, que es que, en general (excepto por los 2PV de haber acertado
con la unidad aliada muerta), te acababas aliando con uno de tus adversarios de
la ronda 1, contra tu antiguo aliado de la ronda 2….
Y eso nos pasó. En la
segunda ronda, nos emparejaron a Emili y a mí, contra Albert y sus silvanos, y un
nuevo cuarto jugador: Alex… con más silvanos. Trasfondísticamente tenía
sentido: los hombres bestia habían decidido traicionar a sus antiguos aliados,
y preferían juntarse con los otros moradores del bosque, también “silvanos”, y
matar Asrai. Muajajaja.
En esta partida, ya
conocíamos los objetos mágicos, emboscadas y demás de cada uno, así que las
explicaciones fueron más rápidas. Nos faltaba la regla especial: un monstruo
viene a verme. Se sortearon los monstruos que había traído la gente (había un
Mutalith por ahí que daba miedo, varios gigantes, hidras, etc) y gané la
tirada. Creo que para elegir en nuestra mesa había un Demonio de los Lamentos
(del cual no se me las reglas y por tanto ni me lo miré), ¿Una hidra? Y un
garrapato colosal. En nuestra mesa había un río que cruzaba el campo de batalla
con unos pocos pasos para atravesarlo, así que toda unidad que pudiera ir por medio
del río sin problemas era bienvenida… así que me quedé con el Garrapato.
Ya conocía la lista de
Emili y su temible Arachnarok, y ¡con magia! Esta vez habría magia. También
conocía la lista de Albert, con sus muchas unidades a pesar de ser silvano. Faltaba
la de Alex. Creo que era su segundo torneo, y que no tiene mucha experiencia
aún, y eso se notaba en la lista, ya que, a 1000 puntos, llevaba 3 héroes (un
mago, un cambiante, y un tercer héroe en corcel élfico metido en una unidad de
caballería pesada), que le ocupaban media lista. Aparte de eso, había podido
incluir solo una unidad de 10 guerreros, una unidad grande de caballería pesada
silvana, unas dríades, y una caballería ligera. Un ejército minúsculo… aunque
el cambiante siempre da su miedo.
La mesa era muy
característica, con un río haciendo una S que cruzaba medio campo en diagonal.
Tenía varios pasos, pero dos de ellos daban al mismo punto aprovechando la S, y
ahí pusieron los Silvanos su bosque, convirtiendo el flanco izquierdo en un
pantanal. Así que en ese lado pusimos las unidades que podían cruzar el bosque
o que no lo necesitaban: el Cígor, las arañas, el Arachnarok, unos mastines, y
finalmente, como no cabía nada más en el otro lado, los orcos salvajes.
En el centro, en el río,
metimos las unidades a las que les daba igual el terreno difícil: la manada
(aunque esta vez puse al héroe al lado, junto al chamán, para que no huyera tan
fácilmente), y el garrapato amistoso.
Al otro lado del río, más
despejado, apretujamos los jinetes de jabalí, licántropos, goblins silvanos, el
carro, y la segunda de mastines.
Por su parte, creo que
cometieron un error, ya que ocuparon muy densamente la zona del río y boscosa de
nuestro lado izquierdo con varias caballerías ligeras, el héroe en águila y las
dos caballerías pesadas, dejando la zona abierta más vacía, con los arqueros,
guerreros, dríades y bailarines. Supongo que creyeron que, con la movilidad
silvana, la caballería podría avanzar y envolver, o reposicionarse, pero lo
cierto es que les faltó potencia en la zona yerma, y en cambio las unidades se
atropellaron entre ellas en la zona de río.
La partida fue rápida, y
menos interesante tácticamente: mientras el Arachnarok y los salvajes hacían un
tapón en el puente del río parando y venciendo todo lo que se acercaba (la
caballería pesada silvana, héroes, dríades y demás), el flanco derecho avanzó y
arrasó todo a su paso con poca resistencia. La manada entró, esta vez sí, por
donde tocaba, y Albert tuvo que enviar a sus bailarines a bloquear el camino
entre ésta y los arqueros con la hechicera… pero la caballería ligera quedó al
alcance de carga de la manada, muy cerca del borde, así que cargaron ahí y la
hicieron huir.
El garrapato Colosal se
lo pasó genial, destrozando dríades y una caballería ligera a la que le puse
furia asesina con mi chamán de rebaño, y consiguió sobrevivir, y… poco más que
contar. Fuimos muy rápidos con el flanco derecho, y esto nos permitió acabar
con el disparo y magia silvana, y, envolver flancos; mientras el otro flanco
con la Arachnarock aguantó a la perfección.
El Cígor fue cargado por
el héroe en águila… pero este falló el terror y se largó huyendo. Solo los
bailarines y los Kurnous aguantaban en el turno 3, consiguiendo cargar a los
jinetes de jabalí y dejando solo uno vivo, que tenía que sacar un tres para
quedarse… y consiguió gracias a la repetición del porta de batalla.
Aquí la magia extra se
notó más, y pude ir lanzando furias asesinas locas, a la caballería ligera, que
se estampó contra el garrapato colosal y murió, y después al aeda silvano, que
intentaba huir discretamente, y que acabó obligado a cargar al carro bestigor,
huyendo y siendo pisoteado bajo las ruedas.
En esta partida no se que
pasó, que creo que fue más corta que el resto. Me suena que la primera ronda se
había alargado por haber empezado tarde o algo así, y, entre que la cortamos
para ir a comer, y que lo de los monstruos también ralentizó empezar la
partida… que la tuvimos que acabar al final del turno 3. Afortunadamente para
nosotros, ya habíamos conseguido hacer el trabajo, que se convirtió en una
masacre a nuestro favor.
No se que hubiera pasado
si se hubiera alargado la partida. Quizás los bailarines y Kurnous podrían
haber recuperado algo de puntos (realmente fue masacre por muy poco. Si el
héroe en águila se hubiera reagrupado el turno siguiente, ya pasábamos a
decisiva), o quizás nuestra superioridad numérica hubiera hecho el resto en los
turnos siguientes… Creo que lo segundo.
A mi parecer, el error
silvano en esta partida (aparte de meter 3 héroes a 1000 puntos, que se queda
la lista en nada), fue destinar tantísimas unidades a por el Arachnarok, y que
realmente no tenían nada que hacer contra él. A estos puntos, silvanos lo tiene
muy mal para hacerle frente, y funcionó mejor nuestra estrategia de la primera
ronda de ignorarla y marearla con ligeras y hostigadores. Creo que se
estrellaron contra ella el cambiante, dríades, y la caballería pesada con
noble. Y todo salió rebotado. Esto les dejó con muy pocas unidades para hacer
frente al resto, y, con nuestro flanco rápido -carros, jabalíes, garrapato y
licántropos- pudimos hacer la escabechina a gusto. Me sorprendió también que
ignoraran al Garrapato, sabiendo que matarlo era un gran penalizador para
nosotros, aunque también es cierto que lo desplegué al final de todo, una vez
visto donde iban sus unidades más peligrosas…
TERCERA PARTIDA
Con la cabeza como un
bombo ya, y casi sin pausa de nuevo, empezamos la tercera ronda. Aquí tocaba
despliegue oculto, y les comenté al nuevo grupo de aliados y rivales: ¿Y si en
vez de pasarnos un buen rato dibujando entre los dos ponemos los transportines
en medio del tablero para no vernos, y desplegamos directamente a pelo, que si
no, no nos dará tiempo a acabar? Lo hicimos así, y nos vino muy bien, ya que
adelantamos al resto del torneo en una ronda por lo menos.
En esta ocasión, nos
volvíamos a enfrentar Alex y sus silvanos con 3 héroes, contra mí… y cada uno
tenía un aliado skaven. Por su parte, Alex iba con Garvec y su lista temática
del clan Eshin (asesinos por todas partes, hostigadores… y ya… con la regla de
ataque nocturno, que se decidió que se podía aplicar, aunque su aliado llevara
unidades no hostigadoras), y por mi parte Marcos…. Con el ejército Skaven más
guarro que se pueda llevar a 1000 puntos. 2 unidades de ratas de clan con 2
amerratadoras, jezzails, cañón de disformidad, ingeniero con palo de las
tormentas, y hordas de ratas y un par de corredores de sombras de 5 para
distraer.
El despliegue lo hicimos
con las neuronas fritas (al menos por mi parte), y no se porque no insistí más
en alternar unidades. A la que empecé a pensar un poco, Marcos ya había ocupado
el centro y el flanco derecho con sus oleadas de ratas al disparo… y, sin
pensármelo mucho, coloqué mis unidades en el flanco izquierdo, dejando al Cígor
y a los mastines en el derecho, en el poco hueco que me habían dejado las
ratas.
Al ver el despliegue
adversario, vimos que había quedado el lado izquierdo casi rehusado, así que
mis hombres bestia se pasaron media partida dando vueltas y cazando calderilla,
y no pudieron hacer demasiado hasta el final (los hombres lobo se cargaron a
una de acechantes nocturnos, el carro petó algo también, y la manada pilló a la
caballería pesada por el flanco tras haberla inmovilizado con magia de Slaanesh,
y finalmente a un asesino que corría por ahí, pero poco más).
La mayor parte de la
partida se la hizo Marcos a base de reventar cosas con sus disparos. “No te
pongas en mi camino, que voy a disparar igual” me decía, cuando apuntaba el
cañón… y así fueron cayendo las tropas una a una. Entre proyectiles mágicos,
cañonazos y las amerratadoras… poco podía aguantar, combinándolo con las
pedradas del Cígor, que también hicieron algo de bueno. Lo que mejor defensa
ofrecía era la nocturnidad eshin, que parecía afectarnos más en nuestro turno
(varias veces estuvimos con visión de 15 o 30cm sin poder cargar ni disparar),
pero a las amerratadoras y cañones les da igual que seas hostigador, que te
escondas en los bosques, o que te trabes en combate. Así que fue una
escabechina digna de “el último Samurai”. Sí que la tríada acabó con los
jezzails, y al final la ligera silvana consiguió hacer una carga suicida a los
guerreros del clan y acabar con el ingeniero (¿O solo le hicieron una herida,
pero se suicidó él solito después?). La amerratadora reventó sola (si tienes un
2, un 4 y un 6 en impactos… deja de tirar dados XD), y las dríades acabaron de
rematar al ya herido Cígor, quedando solo una de ellas.
Mención especial para la
manada emboscadora: yo había puesto a los mastines redireccionando una carga de
dríades para que estas no llegaran al ingeniero ni al cañón, que estaban
haciendo estragos. Pues la manada, falla liderazgo, sale justo donde está este
combate, sin poder mover demasiado. Huyen los mastines, pánico, fallan, y se
van justo por donde han entrado XDD malditas bestias estúpidas.
Finalmente, la partida
acabó con casi todos los elfos y eshins muertos, pero, en este caso, también
habían caído algunas de nuestras tropas. Además, los eshin conseguían 100
puntos extra por cada personaje que eliminaran ellos, y el asesino con
nunchakus mágicos (de F5 y heridas múltiples 1D3) había acabado con mi beligor
(esta vez tendría que haberlo metido dentro de la manada xD).
Total: victoria decisiva
a favor nuestro -a pesar de que en esta partida no hice ni el huevo. De hecho,
se me olvidó incluso que podía hacer miradas de Cígor al mago Eshin-, y estaba
más pendiente de intentar frenar la amerratadora suicida cuando ya llevaba
varios dados lanzados y de no recibir disparos de mi propio bando…
RESULTADOS
Pues na… derrota
marginal, y masacre y decisiva a favor. No estaba nada mal para lo poco que
había hecho (en la segunda partida sí que colaboré a hacer el destrozo -aunque
el grueso lo aguantó la Arachnarok-, pero en la tercera había ido paseando y
picoteando unidades, sin hacer realmente mucho, mientras mi aliado jugaba al
casino. Nota: no os pilléis nunca 2 amerratadoras, cañón, jezzails, e ingeniero
con portahechizos a 1000 puntos. No haréis amigos), pero sigo sin acabar de
entender a los hombres bestia.
La emboscada falló dos de
las tres partidas (así que a más puntos deberían ir por lo menos dos manadas a
emboscar, que al menos una pueda entrar por donde quieres), y la manada “no
emboscante” no hizo demasiado en ninguna partida, así que supongo que a más
puntos debes combinar esta movilidad de manadas y carros con cosas más
grandotas, como bestigors, minotauros, o apoyos de mortales, que aporten
pegada, número, y protección frente a psicología, y tener las manadas de apoyo
puntual, en vez de que sean una unidad principal.
Nota de Cordo: Embosca con Mastines...
En cuanto al Cígor… es
una catapulta que cuesta 200 puntos de más XD No está mal, me ayudó bastante, y
estuve muy acertado con las distancias -lo cual es raro en mí, que no
acostumbro a llevar armas de estimación- Ah, y es divertida (poder mover 18cm y
disparar ayuda a ir esquivando obstáculos, cubrirte, buscar la unidad que te
interesa, etc. Y la regla antimagos, aunque las disfunciones no sean graves,
ayudan a que falle algún que otro hechizo y condicionan al rival). Su principal
problema es que está encarecida artificialmente por esa F6, ese “odio” a
mágicos, y tozudez, que realmente poco vas a aprovechar, ya que en combate cae
muy muy rápido (HA2 es un regalo al impactar, y después con R5, H5 y sin
armadura aguanta muy poquito. Con 260 puntos es uno de los monstruos más caros,
para sus pobres atributos). ¡Seguiré
probándola! No está mal poder tener algo de disparo con bestias, y como apoyo a
una carga sigue siendo interesante.
Los claros VIP de la
partida fueron los licántropos. Son fácilmente toreables, y con R4 y sin
armadura es fácil que te cacen un flanco, te maten a uno, y aunque regenere, no
responda al combate, pero bien cubiertos (con escenografía, mastines, y una
manada cercana), si consiguen pegar ellos primero, o incluso recibiendo una
carga frontal, meten una cantidad insana de ataques de F5. Ya que tienen furia
asesina de base, el coste de la marca de Khorne es muy barato -20pts por el
dado de dispersión extra- así que es casi obligatorio para aguantar más los
primeros turnos a magia. ¡Repetirán!
Total, que empezaron a
dar los resultados de cuchara de palo para arriba… y ¡Pum! Tercero XD Aún sin
tener ni idea, los hombres bestia se llevaron un trofeo a casa (están colocados
al lado del ejército del Culto de Slaanesh que aunque los he jugado más y mejor
siempre se han quedado a las puertas y nunca he conseguido nada con ellos… así
que no veas la cara de mala uva que les tienen puestos). La verdad es que no me
siento especialmente orgulloso porque en la primera partida, fueron los aliados
silvanos los que remontaron gracias a su maniobrabilidad y cargas combinadas
(aunque los licántropos ayudaron), en la segunda, el aliado Arachnarock quien
aguantó las cargas y el grueso del ejército enemigo, y especialmente en la
tercera, la inacabable artillería skaven mientras yo miraba… Pero mira, así les
sube la moral a las cabritas, jaja.
En segundo lugar quedó
Juan con su ejército de matadores (creo que con porta de batalla de strollaz,
que junto con la regla de “snorri trolls” se plantaban al frente el primer turno,
y no había quien los bajara, jaja) y en primero Larkin que, sorprendentemente,
no llevaba una lista de esas “duras y horribles” que suele llevar, sino una muy
chula de campesinos bretonianos con su relicario y sus bloques de infantería.
CONCLUSIÓN
El torneo por parejas fue
divertidísimo. Agotador mentalmente, y de tener que tomar las decisiones
grupalmente, pero muy, muy divertido. El ambiente más relajado y aleatorio
quitaba la tensión y competitividad habituales (tampoco es que los torneos de
Keko sean especialmente competitivos, sueles encontrarte más listas tropicales
o entorno a miniaturas chulas que no de ir a buscar la victoria), y además, el
hecho de estar 4 en la mesa, da para muchas risas.
No es algo que suela
hacerse mucho (de hecho hace unos años fui, con mi hermano -que se estrenaba en
el mundo torneil, y que tengo ya ganas que vuelva a Barcelona para
reengancharlo- al de Corredores por parejas y también nos reímos un montón…)
pero aparte de ese, no me suena haber leído que se hayan hecho más en la
península, y es una lástima, te lo pasas genial. Después fuimos a hacer unas
cañas y comentar la jugada y todo el mundo tenía la misma sensación (de hecho,
se lo curró mucho mi pareja que se quedó la niña todo el día y no puso pegas a
que alargara la jornada post-torneo :D ¡Si es que tengo una suerte!), así que,
ya sabéis, a hacer torneos por parejas, leñe.
Como cosas a mejorar (que
tiquismiquis soy, ¡que el torneo fue de 10!), de las experiencias post-torneo,
diría que hubiera sido mejor que las unidades aliadas causaran pánico (aunque
seguramente fui el jugador que más se benefició de ello XD), para no estar
alternando una unidad de cada, que queda raro, y dificulta la fase de
movimiento (tengo que mover aquí pero mi aliado tiene que mover antes, pero
está moviendo el flanco izquierdo, y tengo que hacerle retroceder porque si
hace eso yo ya no puedo avanzar, etc…). Si causaran pánico entre ellas,
seguramente los jugadores hubieran mezclado un poco el centro, pero cada cual
tendría más “su zona” (al menos en el de Corredores se hizo más así. Quizás una
unidad o dos te interesa ponerlas en el otro lado, pero sueles agrupar más tus
tropas, que tienen un plan conjunto pensado desde casa).
El segundo cambio que
haría sería emparejar a los jugadores de la mitad arriba con la mitad abajo
aleatoriamente, como se había planteado aleatoriamente, ya que en la segunda
partida casi todos acabaron jugando con un rival contra su antiguo aliado (es
decir, repitiendo mesa 3 de los 4 jugadores), en vez de tener una mezcla más
aleatoria y cambiante, como sí que pasó en la tercera partida.
El tercer aspecto de
mejora de Capitán a Posteriori, sería crear un grupo del torneo, y que cada
jugador explicara su ejército la noche antes. En cada partida estuvimos muuuucho
rato comentando las listas de cada cual: personajes, unidades, reglas concretas
de alguna unidad que no te conoces o del propio ejército ¡Cuatro veces! Y esto
quitaba mucho tiempo al ya reducido tiempo de torneo, que podría evitarse con
este recurso... (Creedme, las partidas fueron muuuuuy lentas ya de por si por
tener que comentar entre los dos todas las jugadas, como repartir la fase de
magia, etc, etc. Todo lo que ayude a agilizar, mejor)
¡Y, ya! Espero que no se
os haya hecho muy tostón. Normalmente separo las partidas una a una, pero esta
vez, sin fotos, ni dibujillos ni nada se hubiera quedado muy “mah”, así que lo
he juntado todo, jeje.
Nos leemos :D
Muy entretenidos siempre tus artículos, los estaba esperando, y enhorabuena por el podio! Lástima que no haya mas fotos, sobretodo de la primera partida que no hay, pero se disfrutan igual. Un saludo.
ResponderEliminarYaaaa, vaya fallo :( en mi defensa, ese día iba muy grogui de dormir poco XD para el próximo intentaré hacer más, que ganan mucho los artículos con alguna imagen
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