¡Buenos días! Como esta semana no os he dado listas del IV Torneo Leyendas en Miniatura, vamos a aprovechar para publicar otro de los artículos relacionados con el evento, en este caso una colaboración de Palín, que acudió al torneo con una "pequeña" horda pielverde y nos cuenta la experiencia. ¡Whaaaagh!
Muy buenas a todos. Aquí Palín, Zeñor de los Orkoz de Kolina
Kuerno.
Os escribo mi experiencia como participante en el primer
torneo de LEM en el que he acudido en este caso su IV edición. Una vez más
aprovecho para felicitar por el desarrollo del evento a todos los
organizadores. Fue una auténtica pasada.
Y sin más dilación me meto de lleno en el tema.
Para mí esta era la primera de vez que participaba en un
torneo de este estilo y sabía de antemano que me iba a enfrentar a personas con
un nivel muy alto de juego.
Yo soy un veterano en Warhammer, cuento con varios ejércitos
terminados y a mis 44 palos he visto como con el paso de los años ha ido
evolucionando el juego. Tradicionalmente he sido siempre un jugador Conde
Vampiro, siendo el ejército con el que más experiencia tengo jugando. Pero si
uno quiere pasárselo realmente bien (sabiendo que los planes te salen 1 de cada
3 veces) no hay duda de con qué hay que jugar: orcos y goblins. El comportamiento
y deportividad de mis 3 rivales fueron impecables. Disfruté mucho de las 3
partidas jugadas, así que gracias a los 3 pues la experiencia ha sido tan buena
gracias a vosotros también: TitoMC, Juan Carlos y Jous. Sois unos cracks.
Puesto que como os digo era la primera vez que iba a un
torneo, mi intención era ir a pasarlo bien y conocer gente, no a ganar nada
(vale, lo iba a dar todo en cada ronda eso está claro, pero con pielesverdes y
mi suerte en los dados era imposible). Así que me puse manos a la obra a la
hora de realizar mi lista.
Tenía claro que iba a ser una lista sencilla y de fácil
manejo, donde no se te olvida nada por usar. Prefiero eso a listas muy
complicadas o afiladas con muchos objetos mágicos y muchas cosas concretas, en
donde se le van a uno los puntos y luego no rentan en la partida. Sabía que mis
rivales iban a llevar magia a punta pala (para muestra un botón de las listas
que se presentaron, más de la mitad de la gente con altos elfos, condes
vampiros y reyes funerarios, agüita pal burro vamos). Así que yo no iba a ser
menos: Mi primera opción iba ser un comandante gran chamán goblin nocturno de
N4 (por aquello de las setas) apoyado por un chaman de N2. Esto condicionaba
que mi general fuese un gran jefe orco con L8, que era aceptable dentro de lo
bajo del L de pielesverdes.
La siguiente opción era tratar de superar en unidades a mi
rival, que viera todo lo que desplegara y solo de verlo le entraran sudores fríos.
Y por último unos buenos monstruos que no me suelen dar
malos resultados y suelen ser muy divertidos de jugar.
A continuación os detallo mi lista sin entrar en los puntos:
- Gran Chamán Goblin Nocturno N4, con Bastón rugozo de Buzgob.
- Chaman Goblin Nocturno N2, con Pergamino de dispersión.
- Gran Jefe Orco Negro, con rebanadora, escudo, a.pesada y arma a 2 manos.
- Gran jefe orco salvaje, con jabalí, pintura de guerra, escudo y Pinchapuerkos de Porko.
- 2 peñas de 25 goblins nocturnos, con escudo, grupo de mando y 3 fanáticos.
- 2 peñas de 20 guerreros orcos, con escudo, a.ligera, rebañadora y grupo de mando.
- 5 Jinetes de araña goblins, con escudo, lanza y músico.
- 5 Jinetes de lobo goblin, con escudo, lanza y músico.
- 9 Jinetes de jabalíes orcos salvajes, con lanza, escudo, arma de mano, grupo de mando y Estandarte de guerra.
- 1 Gigante.
- 2 Garrapatos despachurradores.
- 1 Carro de jabalíes orcos con lanzas y cuchillas en las ruedas.
Bueno, y una vez listos mis muchachos vamos con las rondas. Para no aburriros voy a intentar hacer un resumen general de cada una. En cada una de ellas, antes de empezar, mis rivales y yo aclaramos dudas sobre escenografía y sobre posibles tropas que no se conocían. Ninguno de ellos sabía nada de los garrapatos despachurradores, y cuando les conté lo que hacían pensaban que estaba de coña, jejejeje.
PRIMERA RONDA: Contra
El Imperio de TitoMC.
Este era el escenario de captura de objetivos, y tras
desplegar yo y mi oponente dije “bien, un clásico relativamente fácil de jugar
y ganar”. Nada más lejos de la realidad.
TitoMC llevaba un ejército chulísimo de tropas de disparo
apoyado por su elector en grifo y 2 unidades de pesadas de infantería, una de
ellas tozuda, los grandes espaderos.
Ni corteses ni valientes, mis orcos avanzaron (a duras penas
los cabrones porque la animosidad empezó a hacer de las suyas), sabiendo que me
iba a llover de todo. Poco a poco me hice con mi flanco izquierdo, donde no
estaba mi objetivo, mientras que TitoMC se hacía con el derecho donde sí estaba
el suyo. Las cosas se empezaron a torcer cuando los herreruelos imperiales
acabaron con mi gran chamán (ya sé porque Cordo adora esta unidad). Siguiendo
con la serie de inevitables desdichas, a mi unidad del general le estalló en la
cara el cañón del salvas comiéndose 30 impactos automáticos (¿por esto no dan
premio? Seguro que soy el único del torneo que lo ha conseguido…) dejando solo
un rastro de humareda de lo que antes eran 20 orcos y un tosco de gran jefe
orco negro cabreao con ganas de sacudir. Mi carro de jabalíes se estrello contra
5 caballeros y apenas hizo un carajo. Mis despachurradores eran lentos no,
cojos los desgraciaos, y se convirtieron en dianas de un montón de tiros antes
de llegar a hacer nada. Y mis salvajes en jabalíes, se fueron a parla
persiguiendo a unos fusileros, quedándose en terreno difícil cuando se hartaron
de correr, lo que les impidió volver a la pomada donde más hacían falta y
conseguir mi objetivo. Seguro que TitoMC se acuerda de muchas otras cosas más
que me salieron fatal.
Así pues, masacre a favor de Tito, que consiguió neutralizar
todas mis amenazas mientras avanzaba y conseguir el objetivo y cuadrantes en el
último turno.
SEGUNDA RONDA: Contra
los Skaven de Juan Carlos.
En esta ocasión jugábamos el escenario de las múltiples
tareas a conseguir. La mesa de juego como un elemento más, en esta ocasión fue
un factor que creo que en este batalla estaba más a mi favor. En todo el centro
había una gran colina lo que a priori bloqueaba la línea de visión de ambos.
La batalla comienza y empiezo a sufrir la tormenta mágica de
mi adversario. Un vidente gris y 2 ingenieros con objetos portahechizos pueden
haceros llover de todo. De hecho, Juan Carlos consiguió el objetivo de lanzar 6
hechizos en la batalla. Pero gracias mis chamanes, conseguí aguantar hasta
llevar al cuerpo a cuerpo y zurrar bien a las ratas.
En esta ocasión los planes salieron bien, como los de Anibal Smith: las animosidades no fallaron, un garrapato despachurrador en el flanco izquierdo mío causó estragos destrozando monjes y portadores de la plaga, y mi caballería de salvajes en jabalí cargó por flanco derecho a una de las unidades más débiles de los skaven, haciendo que por ahí la líneas de batalla skaven se rompieran.
Esta batalla por el tiempo de juego fue a 4 turnos, en donde
no digo yo que si hubiésemos jugado a 6 turnos las cosas hubieran ido de otra
manera.
Conseguí 3 de las 6 tareas a realizar: Todos los personajes
vivos, arrasar y destruir unidad en persecución, carga por flanco de unidad
anulando filas.
Batalla decisiva, luego ni tan mal, oye.
3 RONDA: Contra El
Imperio de Jous.
En la batalla del despliegue total, como yo la llamo, me
tocó desplegar todo y empezar con todo. De nuevo Imperio, así que lección
aprendida de la ronda 1. Dos Unidades de herreruelos esta vez, que no tardé en
destruir con magia, no vaya a ser. Me viene tan arriba con la magia que en un atracón
de setas, mi gran chamán disfuncionó al tomarse la segunda seta volviéndose
estúpido sin poder tirar más hechizos y dando bandazos como un fanático. Un festival también vamos, como en ronda 1,
que Josu remató con la magia matando al chamán cuando este se metió en un
bosque.
Otro cañón de Salvas, vaya. Un gran cañón, revaaaaya.
Aquí fueron determinantes las animosidades. Un gran bosque dividía
mi zona de despliegue en dos, luego allí decidí poner a los jinetes de araña
para atravesarlo rápidamente. 3 Animosidades seguidas fallidas con esta unidad…¡¡¡3!!!
(¿por esto no dan premio tan poco?). Mis salvajes igualmente en turno de carga fallan
la animosidad y a tomar viento con el cañón de salvas. El gran cañón de Jous donde ponía el ojo ponía la bala. Mi gigante mediocre…Non-ti-preocupare…
En mi flanco derecho fue donde más daño causé, pero
lamentablemente fue parcial: no conseguí acabar con unidad de caballería de 8,
dejando sólo y libre como el viento a un triste caballero. Dañé el cañón de
salvas pero nada más.
En el flanco izquierdo mis fanáticos causaron tal lío que Jous decidió ser conservador y no arriesgarse a cargar (no sé si llegó alguno a una
unidad al soltarlos, ahora no lo recuerdo), pero llegó a ser un problema serio
hasta para mí, teniendo que llegar a atravesar a varios fanáticos si quería
zurrar al contrario… Así pasó, que las tropas enemigas empezaron a recular, en
un gesto “harto cobarde”, pero tremendamente táctico.
Mientras, un grifo y su gran mago caían en mi retaguardia con
la intención de que saliera huyendo por patas de ellos a causa del terror.
Menos mal que aguanté pues si no me hubiese visto obligado a huir sobre los
fanáticos.
Como veis otros 5 turnos de desdichas y risas. La cosa quedó en derrota decisiva, y la sensación de haberlo intentado al menos.
Y esto fue todo amigos. Tres batallas muy dispares y muy
divertidas, en la línea de los orcos y goblins.
Un saludo a todos y gracias LEM por haber publicado estas
líneas en su blog.
Nota de Cordo: ¡A ti kompañero verde!
Nos vemos en la próxima.
Palín
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