[TRASFONDO] Primera Crónica del Rey Nerahtep I, el Desposeído

 ¡Buenos días habitantes del Viejo Mundo! Poco a poco seguimos desenredando la maraña de información del IV Torneo Leyendas en Miniatura, y hoy vamos a cambiar de tema para entrar en uno de los trasfondos presentados. En este caso Cneus nos contará de dónde surge su rey funerario, pero es que además la semana que viene sabremos más sobre su campaña de venganza.

Hijo del Gran Settra, el León sin Manada, Amado de los Sacerdotes, Pupilo del Escorpión, Auriga de Fuego, Venganza del Inframundo, Protegido de Usirian y Colmillo del Áspid.

Los últimos años del largo reinado del Gran Settra fueron testigos de oscuras intrigas y conjuras; aunque la autoridad del rey era indiscutida, y se mantenía firme el yugo de Khemri sobre las demás ciudades de Nehekhara, en la corte se urdían y entretejían espesas redes de alianzas y traiciones. El viejo rey había vivido ya mucho más de lo normal, y aunque él mismo estaba convencido de que alcanzaría la inmortalidad, todos en el reino se preparaban para el inminente vacío de poder que provocaría su inevitable muerte.

Settra había tenido decenas de esposas reales y centenares de concubinas. Sus descendientes eran incontables excepto para los escribas y funcionarios reales más experimentados, y ni el propio Rey conocía los nombres de todos sus hijos. En el harén real, en el ejército y en el sacerdocio se formaban facciones alrededor de los príncipes más poderosos, que aspiraban a la sucesión sin aparentarlo a ojos de su padre, siempre dispuesto a ejecutar a cualquiera que manifestara la posibilidad de su muerte.

El Príncipe Nerahtep era uno de los hijos más jóvenes del Gran Rey, y no especialmente favorecido por este. No ostentaba mando alguno en el ejército o en la armada, ni gozaba de una alta posición en la burocracia o la corte. Desplazado e ignorado desde niño, encontró la protección y el afecto paternos en Horemptah, uno de los principales sacerdotes del Culto Mortuorio. Nerahtep creció así rodeado de sacerdotes, aprendiendo sus rituales y cánticos. Cuando Horemptah murió, el Príncipe participó en el embalsamamiento del sacerdote en el interior de un enorme escorpión.

Con la hora final del soberano cada vez más cerca, el Culto Mortuorio comenzó a considerar a Nerahtep como el próximo Rey. Todos los príncipes pretendían utilizarlos como lo había hecho Settra, pero ninguno conocía y apreciaba tanto su saber como Nerahtep. Con él en el trono, el Culto alcanzaría sus mayores cotas de conocimiento y de poder.

Y llegó el día. Settra murió, y tras la finalización de sus exequias, los sacerdotes proclamaron rey a Nerahtep, que fue aclamado por un reducido grupo de leales. Sin embargo, la suya no fue la única proclamación de aquel día, y tras una breve y sangrienta guerra civil, fue el más cruel de sus hermanos, Ahtaf I, quien se hizo con el control de Khemri.

Nerahtep, derrotado, se vio abocado a un ignominioso exilio entre los incursores del desierto, abandonado por todos salvo por los sacerdotes más leales y su séquito. Pese a que vivió grandes hazañas, no logró su venganza en vida, pero el Ritual del Despertar le proporcionó la oportunidad que necesitaba. El conocimiento de los sacerdotes había avanzado mucho en los siglos que había pasado muerto, y ahora podían compensar su falta de tropas con enormes constructos y bestias.

Renacido, y más poderoso que nunca, el Rey Nerahtep reclama para sí el legado que le fue arrebatado.

Nota de Cordo: ¡La semana que viene sabremos más del Rey Nerathep!

Comandantes

• Rey funerario en carro ligero con arma a dos manos, armadura ligera, escudo, Ankhra Dorada y Carro de Fuego

Héroes

• Sacerdote funerario en Arca de las Almas, con Pergamino de Dispersión
• Sacerdote funerario con Manto de las Dunas y Pectoral de Shapesh

Básicas

• 5 caballería ligera de Khemri
• 3 carros ligeros
• 3 enjambres funerarios
• 12 guerreros esqueleto con arco

Especiales

• 3 buitres de Nehekhara
• 3 caballeros de la necrópolis
• Gólem escorpión
• 3 ushabtis

Singulares

• Necroesfinge