Uf, uf, uf, que ya estamos a medio mes y todavía hay mogollón de miniaturas que ver en la escalada de los lectores, esto daría para muchos previews de cierta empresa...pero hoy un paso más moderado de la mano de los bretonianos de Anárkiko (antes conocido como Rodrigo), que tiene muchas minis por delante.
- Tras nuestro encuentro con el bueno de Charles, Tristán y un servidor continuamos viajando juntos un tiempo, pero por temas que no vienen al caso en esta historia y que me reservaré para otro momento, nuestros caminos se separaron. Nunca había visitado aquella parte del reino, e imaginaba que el joven Roderick agradecería tener noticias de primera mano sobre su padre, por lo que hinqué espuelas y puse rumbo sur.
- Por seguridad, me uní a un grupo de peregrinos que casualmente encontré por el camino, y que se dirigían a Quenelles, lo que me acercaba bastante a mi destino ¡Sin duda mis historias aligeraban las pesadas jornadas de trayecto de aquellos devotos! Una vez nuestros caminos se separaron, continué hacia el sur, siempre dejando el reino faérico de Athel Loren a mi siniestra.
- Los días se sucedían y la silueta de Las Cuevas en el horizonte cada vez se hacía más imponente. Hasta que llegué a una encrucijada en una hondonada donde cuatro caminos convergían, cada uno en dirección exacta hacia un punto cardinal. Ensimismado andaba en mis pensamientos para decidir qué camino debía seguir, que no me di cuenta de que un par de ojos rojos me vigilaban desde la espesura. A esos ojos se unieron otro par, y después otro, y otro más... así hasta que una docena de pares de ojos estuvieron fijos en mí.
- No sé si fue el aleteo de un pájaro que pasó volando o el ligero roce de unas ramas lo que me hizo girar en esa dirección, justo a tiempo de ver como uno tras otro, doce pequeños pieles verdes salían de su escondrijo y se acercaban a mí con sus afiladas sonrisas y sus, no tan afiladas pero sí oxidadas armas. Musité una plegaria a La Dama, pues encontrándome solo no creía poder aguantar mucho tiempo frente a aquellos asquerosos goblins. Mi única oportunidad pasaba por conseguir derrotar rápidamente a dos o tres de aquellos seres, y comprobar cuan ciertas eran las historias que hablan sobre su falta de valor.
-De repente, una ráfaga de viento vino desde el norte, y en lo más alto de la loma apareció un jinete con un sombrero de piel de castor. Después, por el sur surgió otro, con un casco puntiagudo. Por el este llegó un tercero, cuya cabeza estaba protegida por una especie de bacinilla que espero que se hubiera acordado de vaciar a la mañana. Y finalmente por el oeste, un jinete que más que cabeza parecía tener una bala de cañón imperial.
- Y se hizo el silencio... Mi corazón comenzó a latir, ¡mi plegaria había sido escuchada! Y vi a los cuatro alzar sus lanzas en el aire. Sin previo aviso cargaron cuesta abajo. El sonido de los cascos retumbó en la hondonada como un rítmico tambor de guerra que anunciaba la perdición de mis enemigos. Lo mismo debieron pensar los pocos pieles verdes que sobrevivieron a la carga inicial al ver a sus compañeros aplastados por los cascos de los corceles o ensartados por las armas de mis salvadores. Mientras yo aprovechaba para dar buena cuenta del que tenía más cerca, los demás se adentraron presurosos en la hierba alta.
- Cuando el polvo se disipó, los jinetes se me acercaron y pude prestar atención a sus tabardos, reparando al instante en el oro y plata característico de la Casa D'Lorentz. Tras las debidas presentaciones, les conté el motivo de mi viaje y me aseguraron que su señor se alegraría enormemente por las noticias que portaba. Me indicaron el camino que debía seguir y que mi destino se encontraba a menos de media jornada.
- Y vi a los cuatro cabalgar por el mismo camino por el que había llegado cada uno...
¡Saludos compañeros del metal y de la marea gris!
Después de un par de meses vuelvo por aquí a presentar mi lento (pero intento que constante) avance. La verdad es que tengo una sensación agridulce: si bien he duplicado la producción esperada (estimé una miniatura a caballo por mes) al pintar 4 escuderos a caballo (me vine arriba y me puse con ellos en paralelo... acabé hasta las narices de cuadrúpedos...), me entró el gusanillo y aunque no tenía pensado comprar nada, me hice con un par de escorpiones de ASOIAF que creo que encajan muy bien con Bretonia, así que estos dos meses el saldo neto es 0 (cada escorpión tiene una dotación de 3, así que lo cuento como 4 miniaturas equivalentes).
Pinté los 4 escuderos que faltaban para hacer una unidad de 5, sin embargo lo hice de forma diferente a los 6 primeros, ya que me dio por probar las nuevas pinturas Xpress Color de Vallejo para el amarillo y el blanco. La verdad es que el resultado me gustó bastante, así que a partir de ahora seguiré con ellas, pero al ponerlos junto a los compañeros no quedaban del todo homogéneos, así que retoqué los ropajes amarillos de los antiguos y acentué las sombras en los escudos. Las flores de lis me quedaron más estilizadas en esta hornada, pero no me apetecía repintar todas, así que así se quedaron. Por último, le hice un nuevo estandarte al porta, que no me terminaba de convencer el viejo:
Como me sobró un poco de tiempo, me dio por hacer inventario, para desmoralizarme más que nada, porque al ritmo de pintura que llevo, creo que podré acabar para el 2050, cuando saquen "The Old-Old World":
- Bretonia: 44 miniaturas completas de 340 (81/530 en minis equivalentes).
- Mercenarios: 0/117 (0/142)
Pero bueno, ya abriremos este melón otro año, por ahora seguimos con el plan previsto.
Nota de Cordo: ¡Venga que vas bien!
Recopilando avances:
- OBJETIVOS PRINCIPALES
- Tristán el Trovador (para que haga compañía a Jules) + peana escénica para los dos [COMPLETADO]
- Peana escénica para Morgana y sapo. [COMPLETADO]
- Peana escénica para pegaso. [COMPLETADO]
- Bandejas de movimiento para escuderos a caballo. [COMPLETADO]
- Escuderos a caballo (4 para completar segunda unidad de 5) [COMPLETADO]
- Barón Odo el Cruzado
- Caballeros en Pegaso 6ª (2 para completar unidad de 3)
- Caballeros del Reino 5ª (2)
- OBJETIVOS SECUNDARIOS
- 6 peregrinos relicario (si alguien vende un peregrino número 8, el delgado con la espada remachada y el brazo en la cadera, que me diga!).
- Bosques (15 árboles).
- Repintar flores de lis de tienda de campaña.
- Repintar estandarte escuderos a caballo. [COMPLETADO]
Anárkiko
Te han quedado que quitan el hipo, Rodrigo.
ResponderEliminarEstán chulísimos colega. A mí también me pasa lo que a tí; quiero preparar y pintar las figuras lo mejor posible, y así pasa, que también tardo un montón en pintar en comparación con otros, pero ya se sabe, quien algo quiere, algo le cuesta. ¡Gran trabajo!
ResponderEliminarque trabajazo!!! enhorabuena!!
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