¡Buenos días manchamoñecos! Los últimos días dimos tregua, pero eso no puede seguir así porque la escalada de los lectores produce miniaturas sin parar y hoy Julen nos enseña sus progresos de los últimos dos meses, que le han dado bastantes quebraderos de cabeza...
Buenos días, legendarios.
Cuando me embarqué en la escalada, pretendía escribir una
entrada cada mes (a pesar del bajo número de miniaturas que incluyera en cada
una de ellas en comparación con otros escaladores), pero como habréis podido
comprobar si sois asiduos al blog, en abril pinché. El ritmo de pintura ha sido
igual que otros meses (o incluso mayor, teniendo en cuenta las circunstancias),
pero no he encontrado el momento de ponerme a escribir algo mínimamente decente
para poder mostraros los avances realizados.
Nota de Cordo: Esas cosas pasan, se lo perdonamos, ¿no?
Como ya dejé entrever en mi anterior entrada, sabía que la
cosa se me iba a poner cuesta arriba porque era la primera vez que me
enfrentaba a unas miniaturas de resina; pero nunca llegué a imaginar que la
cosa fuera a ponerse tan fea…
Tanto en abril como en mayo tenía previsto pintar 6
atronadores cada mes, y, tras mucho rezar a todo el panteón de dioses enanos,
al final lo he conseguido. 12 atronadores que pasan a engrosar las filas de mi
ejército Enano. Pero todavía no os voy a desvelar ninguna foto de las
miniaturas…
Como buen Barbalarga (y cascarrabias), antes me gustaría compartir con vosotros por qué me decidí por una marca alternativa (aviso a navegantes, aquí me voy a desahogar a base de bien de todas las frustraciones que he tenido a la hora de pintar/conversionar/modelar las miniaturas, por lo que si queréis saltaros todo esto e ir directamente a las fotos finales para ver el resultado, no os culpo).
Siempre había querido incluir una unidad de atronadores en mi ejército, pero debido a la estética general del mismo (una combinación de unidades de distintas ediciones) no encontraba ninguna línea de miniaturas de Games Workshop que me terminara de encajar. Los atronadores de Marauder son una preciosidad, pero entre lo caros que están en el mercado de segunda mano y la estética imperial que tienen muchos de ellos no me parecían una opción viable. También tenía la opción de los atronadores de metal de 6ª (que tampoco están nada baratas), pero, una vez más, su diseño no me terminaba de gustar (de repente aparecieron gorros con pieles y unas armaduras de cuero que no estaban presentes en ninguna otra unidad del ejército de aquella edición; por no hablar del campeón con dos pistolas que no me gusta nada de nada). Por último, las miniaturas de plástico que salieron en ediciones posteriores me parecían carentes de cualquier atisbo de personalidad (como todas las de los ejércitos enanos de 7ª/8ª) además de tener las caras y manos más pequeñas y realistas (no nos vamos a engañar) que las de ediciones anteriores.
Miniaturas de atronadores enanos de distintas ediciones |
Por lo tanto sólo me quedaba una opción: tirar de marcas alternativas. Después de mirar un poco las distintas opciones “no-3D” (estoy demasiado mayor para meterme en ese mundillo a estas alturas; aaayyy, si esto me hubiera pillado con 20 años… tendría una impresora 3D echando humo día y noche), me enamoré de la gama de miniaturas de enanos de la marca MOM miniaturas. Su estilo y diseño están claramente influenciados por los de las figuras de enanos de Marauder y el precio las hacía muy apetecibles. Así que me lie la manta a la cabeza y realicé un pedido importante incluyendo 18 atronadores y varias cosas más (incluyendo unos porteadores de trono, un señor de las runas con su yunque y alguna que otra cosilla).
Toda la gama de |
Cuando llegó el paquete a casa lo abrí como si fuera un chiquillo el día de Navidad, pero lo que me encontré al mirar cada blíster me dejó temblando… Detalles en muchos casos inexistentes (de las runas de los cascos mejor ni hablamos), líneas de molde que a veces parecían más bien fallas creadas después de un terremoto… Un horror, vaya. Pero lo peor no fue eso, no… La escala de los enanos era simple y llanamente de otro planeta. Dejémonos de 28 mm “heroico” y otras nuevas formas de describir la nueva escala de las miniaturas que ha derivado de juegos como AOS. La escala de estos enanos es, hablando simple y llanamente, de 54 mm.
Es una pena (o no, por el bien de mi salud mental) que no tenga fotos comparativas propias de los atronadores originales de MOM con cualquier enano de Games Workshop antes de haberlas imprimado, ni del proceso de conversión/modelado, porque todas estas cosas las hice el año pasado antes de saber que fuera a participar en la escalada de este año (además, para cuando estoy escribiendo esto, el resto de atronadores de la unidad están ya en mi mesa de pintura con alguna que otra capa base), pero os pongo una de dos herreros rúnicos para que veáis a lo que me refiero.
El herrero rúnico de Games Workshop mide desde la suela de las botas hasta la punta del casco 23 mm; el de MOM, 31mm. Un tercio más grande. Para dejarlo más claro todavía, tendría que cortar el de MOM por la cintura para que fuera igual de alto que el de Games Workshop y, aun así, su cabeza sería igual de grande que la cabeza y el cuerpo del de Games Workshop… No puedo entender cómo una línea de miniaturas que está, creo yo, claramente enfocada a rellenar el hueco dejado por la ya desaparecida línea de Marauder –incluyendo guiños a miniaturas de ediciones más actuales de Games Workshop– pueda tener semejante diferencia en la escala. Es cierto que en la descripción de las miniaturas de los enanos de su página web no dice nada de la escala, pero viendo que en miniaturas de otras razas sí pone que son de 28 mm y perteneciendo todas al mismo mundillo... En fin.
Teniendo todo esto en cuenta, me temo que no volveré a comprar más miniaturas de esta marca por el bien de mi salud mental. Aunque animo a todo aquel a quien no le importen estas cosas a la hora de montarse un ejército que valore la opción debido a su bajo precio.
Ahora sí. Después de desahogarme un poco (gracias y perdón a todo aquel que haya aguantado hasta aquí), respiremos hondo y pongámonos manos a la obra para arreglar este desaguisado.
Lo primero de todo fue tratar de reducir su tamaño. Aquí lo que hice fue tirar de tenacillas y cúter y quitar el bajo de la “camisa interior” de cada miniatura además de limar lo máximo posible el alto del dobladillo de las botas (no, amigos, aunque parezca mentira no estamos en una clase de corte y confección…). Luego vuelta a unir las botas al cuerpo y terminar por rellenar los huecos y arreglar los desperfectos con masilla. De esta forma pude reducir el tamaño de las miniaturas unos 2-3 mm. En la siguiente imagen os indico en rojo la parte que quité a cada miniatura para que se pueda entender mejor.
El mayor desafío fue quitar esas partes a las miniaturas “de segunda fila” que tienen el arma apoyada en el suelo, ya que debía respetar la culata del arcabuz. Esto fue una odisea porque, como imaginaréis, estas tendían a cascarse a la mínima, teniendo que estar continuamente rellenando/modelando esas partes con masilla.
Tras conseguir que las miniaturas estuvieran algo más acordes a la escala de las del resto de mi ejército (siguen siendo enormes), me puse manos a la obra a rellenar, limar y cortar cualquier imperfección que estuviera a mi alcance. El mayor trabajo me lo dieron los cascos, las caras y los cartuchos de pólvora (de las runas y filigranas de los cascos mejor ni hablar). Este fue un proceso que duró hasta que terminé de pintar las figuras al completo, puesto que, aunque pensaba que ya había conseguido solventar los problemas que presentaba cada miniatura, después de imprimar y empezar a dar capas base, descubría que me había olvidado algún que otro detalle que tenía que ser reparado (imprimo todas las miniaturas en negro y eso no ayuda en esta labor).
Total, que después de todo esto, el resultado ha sido el siguiente:
Me está quedando una unidad bastante colorida en comparación con el resto de unidades que tengo. Esto es, en gran parte, debido a la gran cantidad de ropa y telas que tienen estas miniaturas, que he tenido que pintar combinando distintos colores para poder dejar definidas cada prenda/armadura de la mejor manera que me ha sido posible.
A la hora de pintarlas me surgió la duda de si las miniaturas tenían una coraza o era una tela (debido a las ligeras ondulaciones que presenta esta parte de la miniatura en la gran mayoría de los casos), pero viendo que tenían escarcelas (creo que se denominan así a las placas de metal que cubren la zona alta de los muslos en una armadura), deduje que también deberían llevar una coraza de metal. Todas estas partes metálicas (incluidas las punteras de las botas y los cascos) las tuve que pintar como si estuvieran llenas de abolladuras debido a su modelado.
Zoom a traición para que veáis los detalles (o no) de las miniaturas |
En cuanto a las telas, intenté que el color predominante fuera, como en el resto de mi ejército, el turquesa, pero al tener tal cantidad de ropa y “dobladillos” (os juro que después de esta, si no sigo pintando figuras, me meto a sastre), tuve que combinar mucho amarillo (para equipararlo al dorado también presente en el resto de tropa de mi ejército), marrones y cuero desgastado. Todo esto lo hice, como ya he comentado, intentando que no hubiera dos telas del mismo color una al lado de la otra. Casi tengo que hacerme un Excel con matrices para tener el mayor tipo de variaciones teniendo también en cuenta el color de las barbas… Para estas últimas no hubo novedades; me centré en combinar amarillo, naranja, marrón y negro de la forma más heterogénea posible y listo.
El resultado final no me desagrada, pero tengo una sensación agridulce tras haber tenido que dedicarle tanto tiempo a esta unidad (tanto en preparación como en pintado) sabiendo que no me iba a convencer a la hora de ponerla junto al resto del ejército. Por sí sola, creo que me acabará gustando, pero echando la vista atrás, no sé si me compensará. Estoy terminando la unidad por pura cabezonería y he estado tentado de mandarlo todo a tomar por **** en más de una ocasión.
Creo que mi siguiente entrada será también dentro de dos meses para poder darle carpetazo a la unidad y así enseñaros también a Kragg (le tengo unas ganas terribles después del tormento que me están suponiendo los atronadores), tal y como tengo previsto en el calendario de pintura.
Hasta entonces… ¡Caña a los pinceles!
Julen
Menudo pedazo de curro aunque el resultado bien vale la pena. Preciosa la unidad.
ResponderEliminarMuchas gracias, Kyam. Al final me acabará gustando por todo el esfuerzo que le he puesto, pero siempre tendré una espinita clavada...
EliminarHan quedado espectaculares. A mí en cuanto a tamaño me pasa lo mismo, tengo enanos de MOM y de GW de Sexta, pero como los pinté todos a la vez los que me desentonan más son los de GW que me parecen gnomos en vez de enanos xD. En cuanto a material, sí es verdad que el plástico de GW no tiene rival, y MOM en particular tiene en muchas de sus minis una resina muy mala.
ResponderEliminar¡Gracias, Cneus! Es que menudo chasco me llevé... Yo que habia visto por internet alguna que otra unidad de "rompehierros" achaparrados de MOM, pensé que no habría ningún problema, pero al final... Lo de la calidad de la resina lo puedo entender visto el precio de las miniaturas, pero es que lo de la escala...
EliminarYo entiendo que aunque el estilo de MOM sea más caricaturesco, como era el de GW hasta Sexta, la escala es la que usa actualmente GW, que es la que marca el patrón al resto. De hecho, si pides alguna miniatura a las marcas alternativas de 3D como Lost Kingdom, Highland, o Last Sword, y quieres que encaje en la escala antigua, tienes que imprimir al 80%. Si lo imprimes al 100% te saldrá una mini que encaja con las de MOM o los enanos de octava o AoS, pero no con los enanos de metal de 5° edición. Puede ser un fastidio para completar colecciones de hace +20 años, pero entiendo la lógica de producir en la escala que se usa hoy, y que es más cómoda para modelar, que en la que se usaba en los años 90.
EliminarYo las de Lost Kingdom las imprimo más bien entre 87 y 90%. A mí 80% se me hace pequeño para esta marca en concreto. De todas formas, siempre lo hago a ojo, comparando otros modelos que uso de patrón, además de con modelos de sus peanas.
Eliminar28 mm "heroico". En cualquier otro sector, un milímetro es un milímetro y el resto es estafa. ¿os lo imagináis en las cajas de tornillos de una ferretería? ¿O un restaurante en el que os sirvan gato y en el menú pongan "conejo heroico"? Pues eso. La lástima es no poder pagarles con euros "heroicos" sino solo con euros de curso legal. Eso sí: gran currada de manualidades la que te has marcado para que la línea de batalla no parezca un belén infantíl de esos en los que las gallinas son igual de altas que las cabras.
ResponderEliminarMuchas gracias, Haiger. Me ha encantado la comparación con los animales del belén XD
Eliminarque maravilla de curro, te han quedado de escandalo
ResponderEliminar¡Muchas gracias, druso!
EliminarEstán fantásticos, Julen. Vaya dominio del color, qué pulcritud. Además, con la cirugía se mimetizan perfectamente con sus congéneres, ¡bravo!
ResponderEliminarMichas gracias, Barón. Me alegra que te hayan gustado.
EliminarJulen, eres un crack. No solo el pintado ya me gustaría a mí, sino esa adaptación reconozco que al ver la primera foto me dije que yo las hubiera tirado y a otra cosa, y tú has conseguido una unidad preciosa que encaja a la perfección con el resto del ejército.
ResponderEliminarEnhorabuena por el gran trabajo
Muchas gracias, Javielasur. A mí también se me pasó por la cabeza dejarlas olvidadas en el fondo de algún cajón y olvidarme del tema, pero entre mi cabezonería y también saber si era capaz de conseguir algo decente después de pasar a las miniaturas por chapa y pintura, al final decidí lanzarme (todo esto hubiera sido mucho más fácil y motivador de haber sido una única miniatura, la verdad). Me alegro que te haya gustado el resultado.
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