[Escalada de los lectores] La escalada de Duffman: Septiembre 2023

 ¡Buenos días! Ahora sí que hacemos efectivo el cambio de mes de la escalada de los lectores, aunque de hecho algún escalador como Duffman incluso se ha permitido enviarlo con días de margen. Y pese a ello pedazo de mes, aparte de trasfondo y pintura, nivelón de conversiones, hazme caso.

Buenas soldados de la guerra eterna contra la marea gris, aquí Duffman.

Capítulo 9: Las bestias de Matorca

Tras meditarlo un tiempo, los líderes del ejército no muerto decidieron como se adentrarían en las Tierras Yermas. Descartaron la idea inicial de adentrarse por tierra rodeando la fortaleza enana de Barak-Varr. La posibilidad de enfrentarse a aquella raza era lo suficientemente desagradable como para buscar otra alternativa: Cruzarían la Bahía Negra allí donde aún seguía siendo estrecha, pero lo más lejos posible de los barbudos. Este punto se encontraba a la altura de Matorca.

Por pequeño que fuese, cruzar el mar implicaba una logística mucho mayor que los ríos que habían atravesado hasta el momento. Y aunque los alimentos y el frío no eran un problema para tales criaturas, seguían necesitando algunas cuantas embarcaciones. Confiaban en que los bosques cercanos les proporcionasen la madera suficiente.

Otto y Hansel habían intentado evitar lo máximo posible cualquier combate contra humanos. Urlash y Andrew desaparecían y volvían de vez en cuando. Pero, aunque los nigromantes sabían el motivo, miraban para otro lado. Al fin y al cabo todos necesitan alimentarse.

Conforme se acercaban a la costa, en las cercanías de la ciudad, era más difícil evitar los pequeños puestos fronterizos. Otto comenzó a darse cuenta de que habría que derramar sangre humana e inevitablemente se puso a divagar:

- “¿Hasta qué punto su lealtad al Imperio debía extenderse a aquellas gentes? No eran seguidores de Sigmar. Sin embargo, tampoco parecían sus enemigos. De hecho, ¿qué sentido tenía que los humanos no estuviesen unidos, e incluso lucharan entre sí, en un mundo con tantas amenazas? ¿Acaso la posibilidad real de aniquilación no era suficiente para que bretonianos, imperiales, estalianos y demás gentes, luchasen como una sola nación? Pero, ¿cómo conseguirlo? Si hasta el propio Imperio es un tapiz de provincias enfrentadas. Si por tener un acento diferente, cuatro palabras propias y comer salchichas con puré en lugar de con pimienta hacen que un reiklandés tenga diferencias “insalvables” con un marienburgués o un nordlandés. ¿Cómo un kislevita podría unirse a un sartosí? Creo que un demonio, un orco o un troll no apreciaría esas diferencias “tan grandes” cuando los destripe en el campo de batalla.”

- El nigromante miró a los zombis a su alrededor: “Es triste que solo la Muerte es la única que consigue unirnos con un solo propósito ...”

Los gritos de un puesto cercano, alertaron al grupo. Los sonidos de lucha y desesperación recorrían el bosque. Hansel y Otto comprobaron mentalmente que todos los seres atados a su voluntad estaban donde deberían. Los vampiros estaban con ellos. ¿Quién estaba atacando a los humanos entonces?

Movidos por la curiosidad y la propia necesidad de conocer el terreno, el grupo se acercó al puesto.

Los cadáveres estaban esparcidos por todos los lados. Destripados y desmembrados. Sin embargo, un solo hombre, alto y fornido se erigía herido, pero con orgullo a los pies de un árbol. Al lado de él, una gran bestia alada yacía en el suelo. Había muerto por un trabuco. Pero no por un disparo, sino porque dicha arma se encontraba incrustada en el cráneo del monstruo.

Otto, sin querer reconocer qué sentimiento le movía a hacerlo, se dirigió a él.

-        “Hola soldado. ¿Cómo te llamas?”

El guerrero, quizá sorprendido por la situación tras estrambótica de mantener una conversación rodeado de no muertos respondió con los ojos cargados de odio.

-        “Arnold Schwagger, sargento del primero de cazadores de Matorca”. Dijo el hombre no sin antes lanzar un enorme escupitajo.

-        “Está claro que has luchado bien, pero que este parece tu último combate. Estás rodeado.”

-        “Habría que verlo. Y en el peor de los casos podría llevarme por delante algún chupasangre antes de caer.” Dijo el cazador mientras desenfundaba un cuchillo tranquilamente.

Andrew lo miraba con una sonrisa altanera, pero que no disimulaba cierto respeto paternalista por aquel soldado.

-        “Te ofrezco una alternativa. Regresa a tu ciudad. Diles que se encierren en ella durante dos días, y les prometo que ninguna de mis criaturas les hará daño. No puedo hablar por los pielesverdes u hombres bestia, pero sí por los muertos.”

El humano, volvió a escupir, recogió lo que quedaba de un estandarte cercano y se marchó andando por el bosque hacia Matorca.

 

Una sonrisa de satisfacción se dibujaba en Waismann.

 

-        “¿Qué son esas criaturas?” Preguntó instantes después.

-        “Apestan a sangre de los Carstein. Son sus perros de presa. Parece que hay uno de esos remilgados por aquí cerca o quizás un caído en locura de la sed de sangre.” Dijo Urlash sin esconder su repulsión hacia ese clan.

-        “¿La locura de la sed de sangre?” Preguntó el hechicero.

-        Los Strigoi no somos la forma más monstruosa de vampiro. Hay criaturas que te aseguro que no pueden parar de cazar hasta que sean aniquiladas. La sed de sangre que todos tenemos, una vez descontrolada hasta cierto punto, ya no puede ser retenida.”

-        “En cualquier caso, tenemos dos días para cruzar el estrecho. Pongámonos en marcha.” Indicó Hansel.

 

 

 

 

Siguiendo el esquema del ejército. Relativamente rápidos y sencillos.

A esa mini le tenía ganas, porque a pesar de ser un monstruo creo que no tiene mil detalles. Es amena de pintar. Por otro lado, me sirvió de “banco de pruebas” para los vargheist.

Era la primera vez que hacía el efecto iluminación. Pedí consejo a Garvec y algunos compañeros más en “X” y para ser el primer intento, salgo satisfecho. Incluyo una foto del “antes”.

Mi pequeño homenaje a Predator y al bueno de Arnold.

Nota de Cordo: Esto cuenta como diorama, se hacen pequeñas las peanas jajaja

Pues una unidad que tenía en mente pintar desde principios de año, pero me daba mucho respeto. Tenía muchas ideas por la cabeza de como montarlas, pero es curioso como surgen otras inspiraciones, problemas y soluciones que hacen variar el resultado final, sin que por ello sea peor de lo que quería en un principio. Estoy muy contento con el resultado y me he quitado un pequeño peso de encima.

Y con todo esto, veamos el mes de septiembre:

Entradas:  3 (Regalos Torneo) + 4 (Wallapop) + 6 (Imperium)

 (Ventas: 3

Pintadas: 3 Vargheist (8 minis en total) + 2 lanzapinchoz (8 minis) + 1 Varghulf = 17

Estado de objetivos:

1.      Balance: Acumulado – Compras + Ventas + Pintadas = -133 -13 + 3 + 17 = -126

2.      Condes: 2.195 + 140 (Varghulf) + 204 (3 Vargheist) = 2.539/2500 puntos (102%) Completado.

3.      Imperio: 20/20 miniaturas (100%) Completado.

4.      Bonus:

a.      Orcos y goblins: (48 + 8 = 56 miniaturas/556 + 70 = 626 puntos) (100%). Sin valor objetivo

b.      Escenografía (4 muros) y un cementerio completo (7 minis y la cripta) (100%). Sin valor objetivo

5.      Partidas: 16+3: 19/12 (158%) Completado.

Todos los objetivos completados excepto el principal, que sigue sin mejorar al ritmo suficiente. Pinta ya muy mal.

Respecto a las batallas, fueron las 3 del torneo de Entre-Viñas en Logroño. Y aunque no me fueron bien, no me pude ir más contento.

La primera fue contra los Altos Elfos de Estíbaliz, del Battlebunker. La verdad que me sentí como un joven nigromante asustado recibiendo un severo correctivo. Me enfrenté a una lista con bastante proyectil (dos lanzavirotes, arqueros) y mucha movilidad. Pero sobre todo al personaje en águila con el Arco de Ellyrion. Una derrota decisiva en la que mi rival me perdonó la masacre varias veces. No había jugado contra esa lista y la verdad que aprendí por las malas.

La segunda fue contra Eloy, del clan Kharnuz, que a la postre sería el ganador del torneo en puntos totales. Llevaba mercenarios, y la verdad que pintaba muy bien para mí, pero mi rival eligió muy bien los emparejamientos en el despliegue y jugó aún mejor. Destacar la actuación de sus sueltafuegos y de los duelistas, que ya los conocía, pero es una unidad que me encanta. Decir que el pintado y conversionado de las minis era una auténtica locura. Fue una partidaza que disfruté un montón a pesar de llevarme la segunda derrota decisiva.

Finalmente jugué contra Diego y su “Muertonia”. Mismo nombre y mismo ejercito: Condes. La lista estaba inspirada en la campaña del Círculo de la Sangre de… ¿1996? Creo recordar que me dijo. Ese detalle me tocó la patata la verdad. Son los pequeños detalles que te hacen meterte en las partidas aún más. En este caso me fue mejor, entre lo agotado física y psicológicamente que estaba mi rival y la suerte, conseguí una masacre que me permitió maquillar el resultado.

Los 3 rivales fueron excepcionales. Podría estar escribiendo aquí rato y rato, pero simplemente seguir recomendando que vayáis a torneos. De verdad, sobre todo si vuestra excusa es “que me da vergüenza” o similares. En serio, el 99% de la gente es encantadora y estoy seguro de que lo vais a disfrutar.

Respecto al resultado final, pues un quinto puesto de 30 participantes, pero hay que tener en cuenta que puntuaba entre otras cosas la pintura, si no estaría muchísimo más abajo. Y en pintura…. ¡Me llevé el premio al mejor ejército! Cosa que aún no me creo y me pareció una pasada. Increíble. Entiendo que se lo podría haber llevado el propio Eloy (pero ya tenía el maletero lleno de trofeos), Gabri (que se lo llevó en el de Battlebunker, en Vitoria hace nada) o algunos otros, pero bueno, tuve esa suerte y lo importante es ver que cada vez hay más ejércitos pintados en los torneos.

Como reflexión final, me estoy enamorando cada vez más del clan Strigoi. Es curioso porque no me llamaba nada al principio. Por ello seguramente voy a enfocar la parte final del año a pintar minis de esa facción y si es posible jugarla.

Un abrazo y Warhammer.

Duffman