Al fin ha llegado la hora. Todo es parte del Gran Juego, y por eso este planeta se ha resistido tanto tiempo a su inevitable destino. El Que Cambia las Cosas disfruta con las idas y venidas de los Grandes Poderes, todo obedece a su plan, pues tras este mundo vendrán muchos más, y ni siquiera es este plano por el que realmente pugna con sus Hermanos. Pero en su infinita paciencia su opinión cambia.
Un Elegido tras otro para atraer la atención de los primitivos habitantes del planeta, una artimaña más de Tchar…
El dejar que los hijos del Defensor fueran tarea del Príncipe Negro. Todo es parte del plan de Shunch.
Pero esta vez, en este momento, el destino será sellado. Es
momento de cambio, el engaño ha surtido efecto, y el Destructor entrará en
escena.
...
Olvidada. Abandonada. Cansada. Ya vieja. Ni siquiera un peón
ya en los juegos de poder. Ya han enviado a aquella que me superará, su mirada
oculta ambición, no sabe lo que le espera aquí. Mi guardia ha durado toda la
larga noche, y viviré y moriré en mi puesto, como lo hará ella. Yo soy una hija
de Ulthuan, y mientras las razas inferiores, esas que nos temen y odian,
disfrutan del mundo que les proporcionamos, las seguiré protegiendo del Caos.
Porque mientras nosotras estemos aquí, el Caos no pasará de las Torres de
Vigilancia. Nosotras somos el Muro.
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