[Escalada de los lectores] La escalada de Julen: Octubre a Diciembre 2023

 ¡Buenos días mis compactos amigos! A veces no se puede pintar mucho, pero se puede pintar bien, y Julen nos tiene acostumbrados a un nivel de deleite importante. Su final de año, que veremos en esta escalada de los lectores, no le ha dejado sacar muchas miniaturas pero desde luego, son preciosas.

Buenos días, legendarios.

Última entrada del 2023 y, como podréis comprobar a continuación, la cosa no ha mejorado… He estado a punto de tomar el juramento de los matadores y raparme la cabeza por miedo a no poder mostraros nada más desde mi última entrada hace más de 3 meses; pero, al final, durante las vacaciones de Navidad, he podido terminar de pintar 4 miniaturas que espero que me ayuden a retomar el hobby como Grungni manda.

No voy a contaros mis penas (que bastante tenemos cada uno con lo nuestro). Por lo que os pongo directamente unas fotos lastimeras de las miniaturas en cuestión.

Han sido 4 mineros de metal. De los que derrochan carisma. Ahora veo de vez en cuando a los barbilampiños quejándose de los infinitos detalles que tienen las miniaturas de Age of Sigmar, pero me gustaría verles enfrentándose a estas maravillas de Colin Dixon. Son como un adorno de navidad. Tenía muchas ganas de empezar (y terminar) de pintar la pequeña unidad que tenía desde hace demasiado tiempo en un cajón a la espera de que le llegara su turno, pero parece que el 2023 tampoco ha sido su año.

En lo concerniente a la pintura, estudié distintas opciones a la hora de buscar un estilo que le diera a la unidad un añadido especial dentro del ejército. Por un lado estaba la opción de hacer un OSL usando la luz proveniente de las velas, pero lo veía muy laborioso y muy diferente al pintado del resto del ejército (tengo reservada una miniatura de minero que se me quedaba huérfana tras montar la unidad de 12 y la que puedo usar para pintarla de esta manera y poder quitarme así la espinita). Por otra parte, estaba la opción de hacerlos llenos de hollín y suciedad (a fin de cuentas acaban de salir de un agujero en torno al turno 3, con suerte…), pero esto les quitaría vistosidad. Así que, al final, y teniendo en cuenta cómo me había quedado el esquema de color de la unidad de atronadores, decidí ir a por algo colorido.

(Aquí es cuando los que queráis seguir leyendo mis divagaciones os cogéis una buena jarra de Bugman XXXXXX).

Estas miniaturas son, básicamente, una bola de cota de malla, unos guantes, unas botas y una barba. A priori muy sencillo de pintar. Cota de malla metálica, guantes y botas marrones, y barbas de distintos colores. Muchos de nosotros nos quedaríamos con estos colores y ancha es Castilla, pero los que llevéis algún tiempo leyendo mis entradas, sabéis que en mi cabeza las cosas no suelen ser tan sencillas.

Ya había visto a muchos pintores echar mano de esquemas de colores de la vieja escuela al más puro estilo oldhammer: guantes y botas rojos, mangos de los picos verdes, e incluso cascos lacados con un bonito color turquesa. Un ejemplo maravilloso de este tipo de pintado son los enanos de Tono (si no lo habéis hecho ya, id corriendo a su entrada para ver un ejército pintado que todo aficionado estaría deseando tener).

Unidad de Rompehierros de Karak-Norn pintados magistralmente por Tono (espero que no le importe que use una de sus fotos en esta entrada)

En mi caso tenía una limitación autoimpuesta: los mangos de los picos iban a ser negros como el resto de mangos de mi ejército. Por otro lado, los colores que tenían que aparecer sí o sí eran el dorado y el turquesa. Aquí había varias opciones: cascos dorados/turquesas, guantes dorados (marrón ocre)/turquesas y botas doradas (marrón ocre)/turquesas. Los cascos dorados me motivaban mucho, pero pensé que con la vela y la llamita la cosa se iba a diluir un poco (ya me costó lo suyo combinar tonos en el caso de Kragg); y el turquesa me parecía demasiado fuera de lugar. Lo mismo me pasaba con guantes y botas. Total, que me decidí por unos guantes color ocre y el turquesa lo reservé para los pantalones (todavía no me queda claro si son pantalones o el dobladillo de las botas). A la hora de pintar las velas, decidí ir a por un tono beige tirando a marrón clarito para la cera (siempre me ha parecido que esas velas pintadas con blanco nuclear le quitan algo de realismo a la miniatura) y el pintado de las llamitas es el que se suele ver últimamente en las miniaturas de Warhammer.

Las barbas de los enanos quedan, de esta forma, enmarcadas con colores negro, ocre y metálico (gris); quedándose estos colores descartados para el pintado de las mismas. Por lo tanto los colores que podía usar serían marrón rojizo, rubio (muy rubio) y pelirrojo. Estoy seguro que podría haber jugado con alguna tonalidad más, pero no me quería complicar más de la cuenta.

Para terminar de comentar esta entrada tan poco productiva, está la conversión de un portaestandarte de unidad del que me pude hacer cargo hace algún tiempo. Estaba en un estado lamentable. Tenía la mano izquierda totalmente destrozada, al igual que parte de la cara y la barba. Con un poco de masilla (y la copia del puño del campeón de unidad), le hice unos arreglos aquí y allá, y le añadí una linterna. Creo que he conseguido salvar la pieza a la vez que he añadido algo de variedad a las poses de estos mineros (los más avispados puede que os hayáis dado cuenta de que el minero borracho también tiene algunos retoques en cuanto a la escultura para arreglar algún que otro desperfecto). En cuanto al pintado de esta miniatura en particular, fue un reto pintar la gema del anillo y, a pesar de que en la foto se ve muy brusco, el degradado del cristal de la lámpara es bastante más suave en mano que en la foto.

Quería añadir fotos con todo lo que he pintado durante el 2023 a modo de resumen, pero como todavía tengo varias miniaturas en cajas debido a la mudanza (y por no demorar más en el envío de esta entrada), lo dejaré para una siguiente… Y es que, sí. Tengo intención de seguir con la escalada este año. Aunque mis aportaciones creo que van a ser todavía más escasas…

Hasta entonces… ¡Caña a los pinceles!

Julen