¡Buenos días! Empezamos otro mes, pero nunca nos cansamos de disfrutar del trasfondo que preparan los miembros de la comunidad, y hoy será Flogus el que dejará su papel de hacer preguntas para compartir lo que escribió acompañando la lista del V Torneo Leyendas en Miniatura. Así que hoy un poco de Caos, aunque sea contando desde fuera...
Drong renqueaba a pasos pesados por el pasillo que conducía a la salida del túnel. El capitán de los Rompehierros aún no podía creer lo sucedido, tenía que avisar a su señor lo antes posible. De nada había servido la poderosa defensa natural de los de su raza contra las artes mágicas oscuras. El encapuchado hechicero lanzaba rayos de color púrpura contra su compañía cada vez que su báculo emitía un tenebroso resplandor rojizo y sus camaradas caían con la piel ennegrecida y completamente flácida como si rodease un cascarón vacío que era su cuerpo.
¿Cómo había sido el humano capaz de convocar Demonios con tanta facilidad? No era la primera vez que Drong se enfrentaba a tales criaturas verdosas llenas de pústulas tan malolientes como el vástago conjunto de un kobold y un skaven, pero sí era la primera vez que los veía salir de un portal y estaba casi seguro que al mago tendría que haberle costado más mantener el control sobre tales deformidades. ¡Por Valaya, si hasta casi parecían mirar con adoración al hechicero según iban entrando en el plano material!
El Enano no sabía qué le ponía más furioso; si la incapacidad de su regimiento de hacer frente a tácticas tan cobardes como la magia, o que un gigantesco Minotauro que se había adelantado a los de su estirpe hubiese hecho semejante destrozo en su ancestral armadura. Esta había ido pasando de generación en generación y había sido él el primero que no la devolvería intacta. Lágrimas de rabia llenaron sus ojos al entender la consecuencia que ello tenía: Por mucho menos, otros de su raza se habían afeitado la cabeza. Además, el estúpido animal le había hecho un corte en la frente y la sangre le caía hasta el ojo, que le picaba cada vez más al unirse a su llanto y le impedía la visión en su ojo derecho. Drong se lo hizo pagar clavándole su hacha y en la pierna y haciéndole retroceder.
Entendiendo que era el último de sus soldados, tuvo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para no enfrentarse a las filas de oscuros Guerreros con armadura que veía venir a lo lejos: Él no era un Matador. No todavía, al menos. Su deber como soldado incluía avisar al capitán de la guarnición del puesto avanzado, desde donde podrían enviar girocópteros avisando de la inminente amenaza.
Sintiendo que llegaba a la salida, apretó el paso, pues sabía que a poco más de cinco leguas se encontraba la torre enana. Una distancia que hasta un niño de los de su raza podría recorrer en un corto espacio de tiempo.
Al salir del túnel, la luz le cegó los ojos y oyó un cercano batir de alas
a su espalda y un dolor agudo en su cuello provocado por una laceración.
Gritando de rabia y prácticamente a ciegas entre la herida y el sol,
descargó su hacha contra las fibrosas criaturas que se abalanzaban sobre él una
y otra vez desde los cielos. En ese momento, lo último que sintió fue una risa
antinatural dentro de su cabeza seguida de un nuevo resplandor morado que tan
bien conocía ya...
Comandantes
- Gran hechicero del Caos de nivel 4 con Marca del Caos Absoluto y Cráneo de Katam
- Hechicero del Caos de nivel 2 con Marca del Caos Absoluto y 2 Pergaminos de Dispersión
- Carro del Caos con Marca de Tzeentch
- 5 mastines del Caos
- 19 guerreros del Caos con escudo, Marca del Caos Absoluto, grupo de mando completo y Estandarte de la Ira
- 5 jinetes bárbaros con músico
- Carro del Caos con Marca del Caos Absoluto y bestia sangrienta
- 4 minotauros con arma a dos manos, Marca del Caos Absoluto y músico
- 20 portadores de plaga con grupo de mando completo
- 5 arpías
- 2 engendros del Caos con Marca de Slaanesh
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